El corzo como especie

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El corzo es el cérvido más pequeño que habita en la Península Ibérica, su nombre científico es Capreolus capreolus y es un mamífero ungulado.

Se caracterizan generalmente por la pequeña cornamenta en el caso de los machos y por pisar sobre los dos dedos centrales. Su peso ronda los 25 kg y la altura rara vez sobrepasa los 40cm. El pelaje según sea verano o invierno, tendrá una coloración pardo rojiza o gris oscura.

Socialmente se estructura en pequeños grupos familiares integrados por la hembra, las crías del año y un macho, aunque generalmente el corzo tiene hábitos solitarios.

Dentro de los cérvidos, es el animal más extendido en todo el continente europeo y asiático, llegando desde Cádiz hasta China. En nuestro país ha sufrido un notable crecimiento en los últimos años, en parte, por el cambio en los usos del suelo y en parte, por su adaptabilidad. Esta estabilidad viene dada, entre otras cosas, por su variada dieta herbívora siendo capaz de adaptarse al entorno en el que habite, si bien es cierto que se encuentra más a gusto en ecosistemas húmedos con una rica variedad vegetal.

En el ámbito reproductivo, las hembras paren una vez al año y normalmente, más de un ejemplar, siendo 1.7 la media de ejemplares por parto. Los corcinos suelen nacer entre Abril y Mayo, alcanzando su madurez sexual en torno al año de edad.

El corzo se empieza a cazar en abril, y la cornamenta tiene la culpa, ya que durante la veda general todavía no está desarrollada. La cuerna se muda todos los años y el ciclo de desarrollo es el siguiente: En octubre y noviembre se produce el desmogue, seguidos se producen 2 o 3 meses de formación y crecimiento, después, se producirá la calcificación y el descorreado durante otros 2 o 3 meses y por fin, para abril o mayo el corzo lucirá su cornamenta en plenas condiciones.

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