Voces de caza
Odile Rodríguez de la Fuente: «La visión urbanita de la naturaleza y los animales es herencia de Walt Disney»
«El urbanita que coge la carne en bandejas en el híper no ha tenido que relacionarse con la naturaleza para poder extraerla». Esta y otras afiladas afirmaciones de rabiosa actualidad son las que Odile Rodríguez de la Fuente ofrece en una entrevista para La Opinión de Zamora. La hija del mítico naturalista y comunicador entiende que la «visión urbanita» de la naturaleza, simple y caricaturizada, es «herencia» de Walt Disney. Afirma que aquellos movimientos que utilizan el nombre de su padre, en realidad, no han entendido nada de su mensaje. Del sector ganadero y del mundo ecologista dice que «hay de todo», y apostilla que «no todos los ecologistas son como algunos de los que más aparecen para beneficio propio».
Odile Rodríguez de la Fuente Parmentier (Madrid 1973) es bióloga y presidenta de la Fundación «Félix Rodríguez de la Fuente», que lleva el nombre de su padre, el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente. En representación de la Fundación ha asistido al homenaje a su padre, fallecido hace 38 años, celebrado en el Centro del Lobo Ibérico, de Robledo. Se considera una ecologista convencida aunque entiende la dinámica de una naturaleza donde la vida y la muerte no es la mera división de buenos y malos. Los «urbanitas la han simplificado, donde la visión Walt Disney caricaturiza un medio donde la convivencia es muy dura. La sabiduría de la cultura rural, del hombre con la naturaleza, peligra por la desaparición del hombre y del medio rural».
Las dos veces que ha intervenido en Sanabria ha sorprendido gratamente porque reprocha que se dé una imagen de los habitantes del medio rural que conviven con los animales negativa y agresiva.
No entiendo por qué se tiene esa visión. Me atrevería a decir que la visión urbanita de la naturaleza y los animales, en muchos casos, es herencia de Walt Disney. Se simplifica mucho y se caricaturiza la realidad de la naturaleza, que es un medio muy duro en el que existe un ciclo continuo de vida y muerte y en el que los conceptos que tenemos los seres humanos como «bueno» «malo» no existen. Existe una enorme diversidad pero en un ciclo continuo de vida y muerte. El medio rural convive con la naturaleza y vive de la naturaleza. Donde un urbanita que coge la carne en bandejas en el híper y los huevos en cajas y la leche en brik no ha tenido que relacionarse con el medio para poder extraer esas cosas. A estas personas les agrede que una persona del medio rural corte el cuello a una gallina o simplemente que viva y conviva con la naturaleza.
Esa visión global era la que trasmitía su padre, ¿pero su figura se ha usurpado hacía un sentido?
No podría decir usurpar. Era mi padre, me encanta que sea mi padre, pero era padre de tantísimos otros niños en España que es patrimonio nacional. Es algo que me he dado cuenta, aunque yo tenga mi visión y mi interpretación del trabajo de mi padre, pero no puedo regañar a nadie. Si lo hace con respeto y con cariño hacia la figura de mi padre, no puedo decirle «oye, muy mal» porque es patrimonio de todos. Es como si alguien habla de Goya, que es de todos. Pero no estoy de acuerdo porque es una visión muy sesgada, muy poco razonada. Se ha quedado en la superficie y la emoción, y ha simplificado el concepto de «Félix, el amigo de los animales» y lo ha llevado al extremo. Mi padre era un doctor en medicina, una persona con muchísima formación, que estaba continuamente renovando esa formación y consultando con científicos y gente alrededor suyo, y eso lo combinaba con una pasión y una emoción desbordantes.
¿Muy vinculado al hombre del medio rural?
Tenía mucho conocimiento del medio rural y del campo, pisaba mucho el campo. Si comparas con gente que ahora está utilizando su nombre con formas con las que no estoy de acuerdo, simplemente compara currículum y mira a ver.
Ha repetido que hay que proteger el medio rural para preservar las especies emblemáticas, pero ¿qué pasa si desaparece el hombre de ese medio rural?
Me parece que sería una pérdida enorme, enorme, enorme. Creo que el mundo rural es el único cordón umbilical que nos queda con la naturaleza. Tiene una importancia enorme, si no existiera habría que inventarlo. Lo que me da miedo es que nos desnaturalicemos como colectividad, como humanidad, hasta el punto de que no quede gente viviendo en la naturaleza y de la naturaleza. No es lo mismo que ser un urbanita teletrabajando y no vivir de la naturaleza. Estoy hablando de gente de verdad, con costumbres con tradiciones, que gestiona el medio, que vive del medio. Es una perdida y ya estamos empezando a ver las consecuencias de la despoblación. Los incendios están directamente relacionados con el abandono del medio rural, como muchas especies, los alimentos transgénicos e industrializados, muchas de las enfermedades y muchos problemas. Todo eso tiene que ver con la pérdida de esa sabiduría. No se puede generalizar porque en el medio rural hay de todo, como en el medio urbano. Yendo a su esencia, es una fuente inagotable de sabiduría.
En las intervenciones en el Centro del Lobo han comentado repetidamente que falta mesa y diálogo.
Cuando veo algunos movimientos que se ponen debajo de la bandera del nombre de mi padre, intuitivamente me lleva a pensar que no han entendido el mensaje de mi padre. Nunca se posicionó y mira que estaba en un momento, en la Transición, en el que la gente salía a la calle por todo. Él tenía que trabajar por el diálogo, que es fundamental, y es lo que hizo. Cualquiera que se posicione «en contra de» con una posición muy firme, no da lugar al encuentro y al diálogo, que es la forma de trabajar y la forma en que trabajaba mi padre. Estoy segura que ahora mi padre estaría trabajando por ese diálogo.
En una reciente reunión de ganaderos de la comarca dijeron que si hubiera que nombrar ministra de medio ambiente y agricultura, la nombrarían a usted.
Me encanta y les adoro, pero yo no me metía en política ni por todo el dinero del mundo. Nada, nada.
La imagen que les ha trasmitido es que los «ecologistas» no son tan radicales como los que han venido aquí con su particular carta de presentación.
Y ellos lo saben. Como en el mundo de los ganaderos también hay de todo, está el absentista, el caradura… hay de todo. En el mundo de los ecologistas hay de todo. No todos los ecologistas son como algunos de los que más aparecen para beneficio propio.
Araceli Saavedra para laopinondezamora.es