La caza pública

13 junio, 2017 • Pluma invitada

Sin duda, en los tiempos que corren, la caza se encuentra en un jaque social. Nos enfrentamos a situaciones adversas que manchan duramente el sector. Cada cazador tendrá sus formas de hacerlo; todos velamos por el campo y todos tenemos argumentos para defender nuestra pasión. El problema se plantea, desde mi punto de vista, cuando viendo todo lo que sucede no sabemos utilizar los recursos de defensa de la afición que nos une o no queremos usarlos.

Me quiero ceñir a un tema en concreto, con una crítica constructiva: la caza en la televisión. Tenemos numerosos canales, de pago y no, que emiten programas de caza desde hace varios años. Programas que llegan a todo el mundo. Ya veíamos hace poco la polémica que creaba el dirigente de Podemos al ver cómo pisteaban un venado. Pero, ¿de verdad mostramos la caza como en realidad es? No lo creo. En este tema, una modalidad como la montería, tan ancestral y apasionante, es la más perjudicada.

Amanecemos en un entorno increíble. Las sensaciones se respiran y el ambiente de una prometedora jornada de caza parece bailar entre los participantes. Abren boca unas apetitosas migas. Son muchas las expectativas que se esperan de la mancha. Trayecto hacia un puesto precioso, los lances no se dejan de suceder y vemos cómo abate ese magnífico macareno el mismo que sonríe a la cámara ilusionado. Se recogen los animales mientras disfrutamos del festín. Terminamos con una fotografía con los trofeos y pasamos a otro día de caza. ¿Así cazamos? Damos la imagen de “pegatiros” que asisten a una finca a matar. Apenas se menciona el duro esfuerzo de los colaboradores para intentar que estén las reses allí, días de sudor retocando los puestos velando por la seguridad, días de no dormir por la incertidumbre de la jornada. No vemos cómo se hace de noche y siguen voceando los perreros o cómo se les hace de día esperando recuperar sus perros, los mismos que omitimos ver cómo cosen cuando son rajados por las justas navajas de los guarros. Censuramos las lágrimas de los rehaleros por la pérdida de su fiel compañero, y señores, esto, también es caza.

Por suerte, aunque la montería sigue manchada, a quien personalmente nos permite enseñársela, queda convencido. Pero por qué omitir las cosas que puedan ser desagradables a la vista cuando luego nos encanta ver cómo aniquilan zombis o descuartizan brazos en las películas; por qué omitir cómo sacan la carne con sumo respeto cuando se abate la pieza. Terminamos un rececho y el mejor gesto que podemos hacer es aprovecharlo al máximo. No cazamos por una cabeza o unos colmillos, cazamos por la sensaciones.

Cazamos y somos cazadores por todos los actos que hacemos. Algunos pueden resultar duros de visualizar, pero ahí es donde se muestra nuestro respeto, ahí es donde se distingue un cazador de verdad de los tiradores. Tenemos mimo en nuestro hacer y esa pasión es la que tenemos que conseguir transmitir en los medios que podamos. Siendo algo de dominio público, hemos conseguido acercar la caza a quien nunca le interesó. Aunque sea un programa de cazadores y para cazadores, hay que intentar llegar a todos los públicos, no caer en el error de mostrar solo los lances. Cuidemos las fotos que subimos o los comentarios que hacemos; mucha gente que nos ve no nos entiende, no hay que dar lugar a la crítica.

En el coto social por el que principalmente me muevo, Twitter, he podido encontrar a gente maravillosa. Personas que hacen una férrea defensa de lo que es la caza, por mostrar, sin intención de echar nada en cara a nadie, las penas que pasamos por hacer del campo un lugar mejor. Me ha permitido conocer a cazadores que pasan más de media hora para sacar la foto perfecta a la pieza, cazadores que lloran y que ríen en las jornadas por las amistades, que escriben poemas mañaneros, que nos hacen salivar con cocina de caza, que su pasión la juntan con juguetes de la infancia, animándonos, y un largo etcétera.

En general todo esto es la caza, todo por lo que luchamos unidos. Tenemos los medios para hacerlo y transmitirlo, aprovechemos. En definitiva, la televisión al final es la que manda y por ello me he querido ceñir a ella con críticas constructivas. Luchemos por transmitir una caza más auténtica, luchemos por nuestra pasión.

Ignacio Candela


6 comentarios. ¿Quieres agregar algo?:

  1. Maravilloso Ignacio, muy de acuerdo contigo. Francamente también opino que la muestra de cotos en abierto por encima de los cercones debería ser algo más común, ver en un puesto matar 15 guarros a bocajarro y andando, o pelotas de venados de 30 ejemplares moviéndose de pared a pared tampoco es algo que bajo mi punto de vista refleje la mayoría de los actos venatorios de este país ni algo que tenga interés para el cazador, al menos para mi.

    Como se suele decir, la esposa del emperador de roma no sólo debe ser honrada sino parecerlo.

  2. Paco León dice:

    Querido Ignacio:

    Tras leer tu artículo no puedo reprimirme hacerte un comentario, aunque por supuesto tu opinión es para mi enormemente respetable y completamente válida, y también me sirve para tomar buena nota. Pero como se que nos tenemos un aprecio mutuo, me permito «el quite».

    Llevo casi diez años presentando «De Montería», programa de Canal Caza y Pesca sobre la modalidad de caza mayor más practicada en España, de ahí a que inevitablemente me sienta aludido. Llevamos 9 temporadas y 70 programas emitidos, para los cuales hemos hecho decenas de miles de kilómetros por toda España, grabado miles de horas, cientos de lances, entrevistado probablemente a miles entre rehaleros, monteros, arrieros, organizadores, propietarios, sociedades y cuadrillas de cazadores, etc; y he tenido la suerte de visitar cientos de cazaderos, desde los más tradicionales a los más sorprendentes, desde los más salvajes a cercones.

    La premisa que tuvimos desde la creación del programa fue mostrar algo tan grande como La Montería desde dentro, centrándonos más en el ambiente, los personajes, las diferencias y matices entre diferentes zonas que en el pimpampum y los lances. Queríamos otro ritmo, más moderno que los típicos reportajes de caza, más cercano y que además transmitiera la emoción de la montería.

    No te imaginas lo dificil que es grabar una montería, las dificultades técnicas que requiere, la profesionalidad y la calidad de los operadores de cámara y equipo necesario para lograr imágenes y sonido de calidad. Todo esto con unos recursos muy limitados (los canales de caza están a años luz en presupuestos de los generalistas. Yo tengo la suerte de trabajar con profesionales que llevan más de 20 años grabando caza, pesca y Naturaleza, que han echado miles y miles de días en el monte, sacrificando muchas cosas y entre otras cosas maltratando equipos muy caros para que la gente pueda ver esas acciones desde casa. En nuestro caso el equipo está compuesto de dos operadores profesionales y yo con una cámara auxiliar, y todo lo que grabamos entre tres durante prácticamente las 10 horas que dura una montería desde que llegas hasta que te vas lo tenemos que condensar en 15 minutos.

    Otra dificultad que tenemos en «De Montería» es que desde luego por muchas vueltas que le demos, la base es siempre la misma (como tu dices: llegada, desayuno, sorteo, poner posturas, lances, junta de carnes), y tenemos a veces que hacer encajes de bolillos para no ser repetitivos y que la gente siga teniendo ganas de ver el programa, en nuestro caso dos estrenos quincenales durante 8 meses.

    Y por supuesto, y me imagino que esto es fácil de comprender, es realmente un desafío transmitir las emociones y sensaciones de la caza, las que tenemos los cazadores al llegar al coto, al empezar a sentir olores, al notar como viene una res rompiendo monte… esos intangibles que aunque pusieras al mismísimo Spilberg y todos los medios de Hollywood, una pantalla nunca podrá transmitir. La edición es fundamental, ya no solo para contar la historia sino para reflejar y transmitir todo esto. Son muchas muchas horas cada episodio, seleccionando las imágenes y montándolas para que todo esto tenga sentido.

    Por tanto como ves, grabar caza es un auténtico desafío.

    Todo esto sin olvidar la base de que como tu mismo has dicho: un programa de televisión es entretenimiento y está hecho para entretener. Nosotros a lo largo de todos estos años hemos sacado todo eso que mencionas y que echas de menos. Pero tampoco podemos dedicar 10 minutos de cada programa a enseñar a un rehalero cosiendo a un perro, o la mitad de un programa mostrando como se les hace de noche buscando a un perro, o a los carniceros sacando las carnes, como tampoco podemos poner la anécdota de un montero contando un lance gracioso durante 6 minutos hablando a cámara. El espectador se aburriría.

    Incluso tenemos reportajes preciosos en los que no hemos grabado un solo lance, y nos volvemos tan bolos como tantas y tantas veces que nos ha pasado con el rifle. Para nosotros sería sencillísimo solo ir a cercones, grabar 40 lances y ponerlos todos seguidos hasta completar los 30 minutos. Sin embargo vamos muchísimo a zonas abiertas, a batidas del Norte, a cotos sociales, a zonas difíciles de llegar y reduciendo casi al mínimo las posibilidades de que entre 3 puestos grabemos algún lance.

    Creo sinceramente que nuestros espectadores lo agradecen, y les gusta que alternemos todo tipo de monterías, pero te aseguro que si nos ciñeramos a caza muy auténtica y a tener uno o dos lances cada dos o tres capítulos nadie vería el programa. Aunque todos valoremos todo lo que reclamas, en nuestra búsqueda de entretenimiento también queremos lances.

    Te garantizo que además en De Montería cuidamos al máximo la ética de la caza y su aspecto conservacionista. A lo largo de estos años hemos tenido entrevistas importantísimas a todo tipo de personajes en las que nos han hablado de lo que es de verdad la montería, la caza y la conservación de la Naturaleza. Nosotros mismos cuidamos mucho enseñar las buenas prácticas, las imágenes y lo que enseñamos. Muchas veces nos autocensuramos para que nos se malinterpreten imágenes que a lo mejor no reflejan en pantalla lo que ha sucedido en la acción real.

    Hablo de mi caso y de lo que conozco, pero creo que, en línea generales el resto de compañeros que producen televisión de caza también cuidan su producto. Creo que quedan muy atrás, más de 20 años en el tiempo aquellos videos (por otro lado muy exitosos ya que fueron toda una novedad), de recopilación de lances. Creo que tanto el productor, como los canales como los consumidores van buscando otros productos de calidad, enmarcados en un contexto mucho más actual.

    Probablemente pese a todo igual no conseguimos del todo nuestro objetivo de transmitir lo que es una montería además de entretener, y tus palabras sean más que justas. Pero sirvan mis palabras al menos para que comprendas todo el trabajo que hay detrás, muchas horas, muchos madrugones, mucho frío y lluvia y jornadas lejos de la familia para transmitir nuestra pasión para el disfrute y conocimiento de la gente.

    Un abrazo!

    Paco León

  3. IGNACIO CANDELA dice:

    Muchísimas gracias por tu comentario, amigo Dani. La caza que reflejamos en los medios (aunque pierda la razón al generalizar) dista mucho de la que practicamos. Deberíamos mostrar una caza mucho más real. La montería suele ser la gran afectada, pero eso no significa que las demás estén exentas de error. Hace poco quité un programa al ver como un día de cetrería, que es una práctica que me fascina, se convertía en una trampa absoluta. Los conejos acampanados en las escobas, desorientados, sin conocimiento del entorno. Conejos obviamente de granja, que apenas andaron (y recalco lo de andaron) cuando el Harry se tiraba a por ellos.
    En fin, hay que cuidar cada detalle e intentar mostrar una caza mucho más auténtica, reducir en gran cantidad el número de lances no conlleva que lo vea menos gente. Son lances vivos, ver cómo casi se le saltan las lágrimas al cazador porque en un rivero consigue el abate de una perdiz o cómo disfrutan de un día de montería entre amigos, con alguna boca o sin ellas.
    Del tema de la caza en los cercones…ya hablaremos con dos cervezas en la mano.
    Muchísimas gracias de nuevo y un abrazo muy grande!!

  4. Yo creo que De Montería y lo puedo decir como un fiel seguidor del programa y como fan declarado, es un programa que SÍ refleja lo que Ignacio demandaba, y que yo mismo en mi anterior comentario reflejaba. Hemos visto cacerías en todos estos programas de toda índole, desde como bien dice Roberto algún cercón hasta monterías casi sin bichos.

    Francamente Roberto creo que estáis creando escuela, y que muy aludido no deberías de darte porque en vuestro caso creo que si se refleja lo que pedía Ignacio, que es en cada programa trasmitir una cosa. No creo que Ignacio quisiera trasmitir que un mismo programa dure las 10 horas donde reflejar todo, pero sí que cada episodio muestre algo, y en el vuestro gracias a dios (y aun gran equipo que lo hace posible) se hace. Es variado y muestra la verdad de nuestros campos,… hay episodios que nos gustarán más y otros menos pero SÍ reflejan la realiad…. Ojala más DE MONTERIA hubieran en los canales no sólo venatorios sino generalistas.

    Un saludo

  5. Ignacio, esas cervecitas ya sabes que hay muchas ganas, espero poder escaparme ahora en agosto a Extremadura en mis vacaciones y poder no sólo visitarte a ti sino a unos cuantos que por allí campáis.

    Un abrazo

  6. IGNACIO CANDELA dice:

    Querido Paco…¡QUÉ ME GUSTA LEERTE Y VERTE!

    Como escrbía ayer, a la hora de generalizar caía en la trampa de perder la razón pero quería arriesgarme. Particularizando he de decir primero lo muchísimo que admiro tu trabajo, si bien es verdad que te conocía ya por tu programa, te he ido conociendo y cogiendo mucho aprecio por la red social donde nos movemos. Comentaba que al generalizar perdía la razón y es verdad. De Montería, programa al que sigo, no entra dentro del mismo saco al igual que podría seleccionar capítulos de otros programas, a los que sí me refería aquí. Cuidáis la estética de la caza y la ensencia de esta. Es dificilísimo el transmitir las emociones o sensaciones, como bien comentas, que siente un cazador y me parece digno de admirar lo que conseguís programa tras programa.
    Quizá la pasión que siento por la montería me hace ceñirme a ella, por verla manchada. La gente que no le llama la atención la caza no compra revistas o visita portales cinegéticos en internet, en cambio, haciendo un zapping podría encontrarse con alguna montería, rececho, etcétera. Aquí es donde flaqueamos, en mi forma de verlo. Nosotros cazadores, nos gusta ver esos lances preciosos porque sabemos y conocemos de buena mano todo el trabajo que hay detrás. Se muestran lances, que para nuestra forma de verlos son preciosos, mas la persona que no le llama la atención, no deja de ser un hombre que va a una finca a pegar tiros. Quién que no sepa cómo es la caza, no sabría que detras de una ladra hay un llanto de un rehalero por perder a su fiel amigo, desconocería los calores marcando, los sudores sacando guarros de los riveros e diciembre…
    Quería que se entendiera en este artículo, que hay otra caza que quizás interesa menos, pero es auténtica.

    Eres una de las personas que trabajan para mostrarla, pero el cazador que la consume, esa parte muchas veces se la salta. No intento enseñar, y menos a un maestro como tú, cómo hacer los programas de caza. Vosotros habéis trabajado y seguís haciéndolo unidos, con un compromiso con la ética de la caza férreo, luchando por demostrar los valores que tenemos. Intento que el cazador le de valor a esas partes, pues si nosotros como consumidores nos interesa, no parecería descabellado dedicar pocos minutos para reconocer las las labores de la caza. No quiero que se entienda como una crítica guerrera hacia a vosotros (porque no entráis, como ya te he dicho, en el saco) sino una reforma de la caza pública de los programas y los cazadores. Que el consumidor aprecie esos momentos de ver cómo se cose a un perro, para que vosotros podáis sacarlos.

    Como pincelada final diré que olé por vuestros programas, me encantáis. Pero otros programa me parece atroz que a eso se le llame caza. Soltar animales de granja que desconocen el entorno para grabar lances…y lo peor es que no es tan descabellado porque lo siguen haciendo muchas veces.

    Te mando un abrazo enorme y espero que me haya explicado. Sigue escribiendome que me encantará leerte. Un abrazo enorme 😉

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