El alano español en la caza mayor (y III): cría y selección
La correcta selección, educación y adiestramiento de los cachorros de alano se torna imprescindible para obtener adultos equilibrados y seguros, tanto en su carácter como en la práctica de la caza
El alano es un perro de presa con fuerte carácter y ‘muy duro’ de adulto, pero también es un perro muy sensible a los estímulos exteriores en sus primeros meses de vida.
Por eso, los refuerzos positivos, la iniciación a correr detrás de pieles atadas desde los dos meses de edad, familiarizándose con el pelo y con los olores, mordiendo pieles, trapos, etc., es muy importante para que muestren lo que más les gusta desde cachorros, que es hacer presa.
El alano desde cachorro siempre debe ser enseñado con refuerzos positivos (caricias, alegrías, premios…), jamás con negativos (como zarandeos, gestos bruscos, gritos…) y nunca, ni al alano ni a ningún otro perro, se le debe infrigir castigos físicos, pues este maltrato de cachorro marcará su identidad futura dando adultos poco equilibrados, con comportamientos esquivos, inseguros, agresivos, etcétera.
El alano que está acostumbrado a los gritos de su dueño para que se esté quieto o no ladre en la perrera, ¿como creéis que puede reaccionar en un agarre? He presenciado numerosas veces que lo que hace es soltar la presa cuando el perrero llega dando voces como un loco, un comportamiento que, por otra parte, no comparto: una cosa es animar a los perros cuando la pieza ya está rematada y otra venir gritando desde un kilómetro de distancia…, pero que cada cual que siga haciendo lo que vea conveniente…
Siempre, refuerzo positivo
Como vemos, es muy importante criar los cachorros en el mejor medio ambiente posible, un ambiente que no le sea hostil para el cachorro, en el que nos vea como uno más de su manada, como su alfa, e ir preparando al perro, favoreciendo su socialización tanto con personas como con otros perros.
Desde muy temprana edad debemos trabajar con los cachorros para que se acostumbren a los ruidos se encontrarán en numerosas monterías para que no los coja por sorpresa e, igualmente, cuando tenga la edad y el desarrollo adecuado, y si tenemos posibilidad, hay que empezar a trabajar el contacto con los jabalíes.
La mala selección que se hizo durante años en la raza ha derivado en que muchas líneas tengan fijados caracteres negativos, como timidez y agresividad, siendo muy importante descartar esos ejemplares para la cría, al igual que los perros que no muestren ningún interés por la presa.
Recuerden que si queremos tener un perro de caza y agarre, seguro y equilibrado, eso no se logrará criando un cachorro dentro de un módulo ocho meses hasta que sale al campo.
Por eso, es importante que el perro proceda de una buena selección, de ejemplares con adecuadas características físicas y psíquicas, evitando los caracteres negativos que arrastran las pobres selecciones de los «juntaperros».
La selección del alano español no consiste en escoger al cachorro más gordito y cabezón, ni el ‘más parecido a papá y mamá’, tampoco porque nos guste un determinado color o, simplemente, esté de moda…
Hay que observar a los cachorros durante el tiempo que sea necesario y seleccionarlos por sus características, descartando los que no muestren ningún interés, sean retraídos, etc., y, tras esta primera clasificación, proceder con posterioridad a su selección morfológica.
Marcos Ferreira
Alanos ‘Presaforte’
El alano español en la caza mayor (I)