Desmontando a Ecologistas en Acción: ¡Ya está bien de tontunas!
[…] tras el cúmulo de invenciones y manipulaciones, si hay alguna cosa que se debe reafirmar, no es otra que en ningún caso el Gobierno de la Junta de Castilla-La Mancha tiene que hacer rectificación alguna. Como se ha comprobado, en todo momento cada cosa ha sido llamada tal y como lo que es, sin ningún tipo de invención. En cuanto a Ecologistas en Acción Toledo, no solo no han rectificado, sino que han aumentado sus ya dilatadas acusaciones infundadas.
El pasado día 3 de octubre, en la web de Ecologistas en Acción Toledo se podía leer la denuncia de que cuatro linces ibéricos habían muerto «a manos de cazadores». Una afirmación rotunda, una acusación gratuita, sin ningún tipo de miramiento y, por supuesto, carente de cualquier información sólida contrastada.
En su denuncia, este grupo asegura que, dados los hechos, «el lince ibérico no está efectivamente protegido, sobre todo frente a las prácticas cinegéticas, legales o no, y que no solo se están dando en Castilla-La Mancha, sino también en Extremadura o Andalucía».
Los últimos datos aportados en el último censo de 2017, publicado en la página web de LIFE+Iberlince, informan que de un total de 58 muertes de linces sucedidas durante todo 2017, tan solo 8 se encuentran registradas como causadas por el furtivismo (no por la caza), por lo que objetivamente, si este grupo se encuentra tan preocupado por el bienestar de la especie, debería centrarse en combatir otras causas mucho más amenazadoras para la especie como los atropellos (31 durante 2017). El condicionamiento e interés por culpar al sector cinegético aparece desde un primer momento, a pesar de que los conceptos de cazador y furtivo se encuentran perfectamente diferenciados jurídicamente. Para no encontrarse protegido, tal y como dicen, el crecimiento del lince en todas estas áreas supera las expectativas habiéndose censado entre las tres Comunidades Autónomas más de 500 ejemplares.
Acusan a los gobiernos y cazadores
En su segundo ataque en esta primera denuncia, Ecologistas en Acción Toledo arremete contra los gobiernos autonómicos implicados en la reintroducción del lince y, en especial, contra el de Castilla-La Mancha, acusándolos de estar «más interesados en evitar el conflicto con los cazadores que en la protección efectiva de nuestras especies más amenazadas». Lo cierto es que, en este sentido y en el caso del lince, cabe resaltar que todos estos gobiernos autonómicos presentan una gran implicación en el proyecto LIFE+Iberlince. En concreto, la Junta de Andalucía, mediante su Consejería de Medio Ambiente, actúa como coordinador y es el máximo responsable de la ejecución de todas las actuaciones del proyecto Life+Iberlince. Además, sus Consejerías de Fomento y Vivienda, Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, la Agencia de Medio Ambiente y Agua – Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio centran sus esfuerzos en permeabilizar las carreteras y otras vías de los territorios linceros.
Por otra parte, las Consejerías de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha y Extremadura centran sus esfuerzos en crear y acondicionar zonas de reintroducción del lince, aportando para ello recursos tanto naturales como económicos y materiales.
El sector de la caza, por su parte, ha colaborado de forma muy activa en la reintroducción y conservación de esta especie. Asociaciones como Artemisan o Aproca han contribuido mediante estudios y realizando acciones de divulgación y sensibilización dirigidas al sector cinegético. Además, una de las claves en el aumento tan exponencial de ejemplares ha sido la cesión de numerosos terrenos cinegéticos y fincas privadas destinadas a la caza para tal fin. Las federaciones de caza también han jugado un importante papel en la recuperación del lince, en especial la Real Federación Española de Caza y la Federación Andaluza de Caza. Ambas federaciones, además de haber realizado acciones de divulgación y sensibilización dirigidas al sector cinegético, no han dudado en personarse como acusación particular en casos donde el furtivismo a atentado contra esta especie protegida.
Estas entidades, junto con los cazadores merecen un mínimo de respeto y reconocimiento por haber aportado de forma activa su esfuerzo junto con entidades de diferente índole, siempre de un modo respetuso y con el único fin común del bienestar del lince ibérico.
¿Qué hacía mientras tanto Ecologistas en Acción?
En el caso de Ecologistas en Acción, lo verdaderamente destacable en su lucha por la conservación del lince ibérico, además de realizar denuncias de una manera sistemática y subjetiva (como los datos oficiales revelan), fue su decisión de no participar en el proyecto LIFE+Iberlince cuando se le invitó en 2012, tratándose del mayor proyecto de conservación de esta especie en la península, como bien recuerda Luis Fernando Villanueva, director de la Fundación Artemisan. Sin duda, realizar denuncias sin ningún tipo de fundamento puede resultar mucho más determinante para salvar a esta especie que implicarse de lleno en un proyecto real, poniendo a disposición del lince tus propios recursos (provengan de donde provengan). Esa posición alejada del verdadero trabajo que realizan todas las partes implicadas en LIFE+Iberlince no debería dar derecho a tener el atrevimiento de lanzar la más mínima crítica a quienes de verdad se preocupan por la recuperación de la especie. En este caso «en Acción» es un advervio que no adquiere ningún tipo de significado, debiéndose ser quizá sustituido por «inacción», aunque para ellos el hecho de realizar un acoso infundado al mundo de la caza y a cualquier entidad que muestre el más mínimo ápice de empatía con ella puede que sea suficiente para que decenas de linces aparezcan de forma espontánea en nuestros campos.
Reacciones de RFEC y la Fundación Artemisan
Tras las acusaciones directas vertidas sobre los cazadores, tanto la RFEC como la Fundación Artemisan no tardaron en reaccionar al respecto. Por su parte, la RFEC exigió una rectificación inmediata ante las afirmaciones realizadas por el grupo ecologista acusando al sector de la caza de la muerte de los animales, advirtiendo de su voluntad de emprender acciones legales al respecto si esta no se produce. A su vez, también aprovechó la ocasión para condenar nuevamente cualquier acción relacionada con el furtivismo.
La Fundación Artemisan anunció que se personaría, junto con Aproca y la Federación de Caza de Castilla-La Mancha como acusación particular, contra los culpables de la muerte de los linces, de la misma manera que recordó la colaboración activa de las tres entidades en el proyecto LIFE+Iberlince.
Ecologistas en acción se reafirma en su ridículo
Ante todo lo acontecido, sorprendentemente, el grupo ecologista no solo no realizó ninguna rectificación en sus acusaciones sino que se aventuró a reafirmarlas intentando aparentar que sus argumentos estaban «aparentemente documentados», pretendiendo sumar cuatro nuevas muertes de linces a las que anteriormente ya otorgaban a los cazadores. Además, y según sus «argumentos», se permiten el lujo de asegurar que es el Gobierno de Castilla-La Mancha quien debe rectificar en sus afirmaciones y no ellos.
En un nuevo comunicado, en primer lugar acusa al Gobierno de la Junta de Castilla-La Mancha de falsear los datos de los linces fallecidos debido a que, para Ecologistas en Acción Toledo, son 8 y no cuatro los linces muertos, ya que contabilizan a las crías de la hembra Nenúfar, que murió y cuyos cachorros, según ellos, «sin duda perecieron». De los cuatro cachorros de esta hembra tan solo se logró encontrar uno de ellos sin vida a pesar de los esfuerzos por encontrar a los demás. Aunque la lógica pueda hacer pensar que los otros tres cachorros, debido a su edad, probablemente perecieran, objetivamente no se puede afirmar que esos cachorros hayan muerto sin haber encontrado ningún cadáver. Aunque de manera improbable pueden haber logrado sobrevivir, pueden haber sido recogidos por alguna persona anónima o puede haber sucedido cualquier otro tipo de circunstancia. Como textualmente citan: «Esa cifra se obtiene de sumar a las bajas reconocidas y las de los cuatro cachorros que estaban al cargo de Nenúfar». Aún sumando el cachorro fallecido y encontrado los animales totales fallecidos serían cinco y no ocho. ¿Quién está falsificando los datos para intentar culpar a cazadores y al Gobierno de la Junta?
Culpar a los cazadores y acusar de mentir a la Junta
Según Ecologistas en Acción Toledo, «tal y como lo define el Código Penal, el furtivismo no es la causa, es la caza de especies protegidas».
En lo que ellos califican de «un ejercicio de ausencia de rigor técnico y jurídico», acusan a la Junta de atribuir al furtivismo la causa de la muerte de los linces.
A su parecer, «el furtivismo es una práctica tipificada en el Código Penal, concretamente en el artículo 335, que se introdujo específicamente a petición de los cazadores para penar esta conducta en la reforma que entra en vigor en el año 2004. Este artículo, según su apartado 1 se aplica sólo a especies no protegidas, es decir a las cinegéticas. Y según el apartado 2 penaliza también al que cace o pesque especies a las especies que se refiere el apartado anterior en terrenos públicos o privados ajenos, sometidos a régimen cinegético especial, sin el debido permiso de su titular, …». Como se puede ver en el artículo, no se cita al furtivismo pero sí tipifica una serie de acciones ilegales que son constitutivas de delito. La caza furtiva sí viene contemplada.
El grupo ecologista afirma que «la caza de especies protegidas» es un delito tipificado en el artículo 334 del Código Penal, cuestión que a su parecer el Gobierno debiera saber y llamarlo tal y como es. Por lo tanto, según ellos, es falso que el furtivismo sea la causa de la muerte de linces. «Estos han muerto por actos de caza ilegal de una especie protegida, en el transcurso de actividades cinegéticas tanto legales como ilegales».
Rigor técnico y jurídico
Tras observar sus afirmaciones y acusaciones veamos cuánto rigor técnico y jurídico hay en ellas…
La acusación de Ecologistas en Acción está basada en que, según ellos, el Código Penal difiere entre delito de furtivismo (Art. 335) y «caza de especies protegidas» (Art.334) y que, por lo tanto, el Gobierno de la Junta jamás debería haberlo llamado furtivismo sino caza de especies protegidas. De ahí que le acusen de mentir y le insten a rectificar. Lo cierto es, para empezar, que la «caza de especies protegidas» no está tipificada como tal y es término que ellos han usado bajo su propio criterio.
Ecologistas en Acción Toledo debería revisar un documento existente creado por la RAE (Real Academia Española) y el Consejo General del Poder Judicial llamado «Diccionario del Español Jurídico». En él se contemplan todas las definiciones jurídicas existentes de forma oficial y no inventada. Para empezar, si buscamos en él la definición «caza de especies protegidas», curiosamente no aparece ninguna acepción pero sí habla, refiriéndose a su recurrido artículo 334, de «delito contra especies protegidas de fauna silvestre». Por lo que vemos, la palabra «caza» ya ha desaparecido. ¿Casualidad?
Continuando con las definiciones y repasando la que este diccionario hace de «cazador furtivo», se dice lo siguiente: «Persona que caza sin la correspondiente habilitación, autorización o licencia, o lo hace ilegalmente en métodos y piezas». La definición no hace distinción entre especies protegidas o no, pero sí habla de especies ilegales (las cuales pueden ser protegidas o no). Esta definición engloba a todos los actos de caza ilegales, incluidos el cazar especies ilegales,como son las protegidas. Entonces, ¿Es o no es furtivismo, señores ecologistas?
En todo caso, este diccionario jurídico define como «caza furtiva» a cualquier acción ilegal de caza. Por lo tanto, cualquiera de las acciones realizadas para la muerte de los linces de Toledo deben de ser atribuidas al furtivismo y a lo que ellos llaman «caza de especies protegidas».
Linces muertos a manos de ¿cazadores?
Ecologistas en Acción asegura que los linces murieron «a manos de cazadores», pero jurídicamente hablando un «cazador» viene definido como una «persona que con la correspondiente habilitación, autorización y licencia, practica la caza cumpliendo las leyes», así que tanto Ecologistas en Acción como muchos otros grupos animalistas es muy posible que aún no sepan que ante cualquier delito relacionado con una acción ilegal jamás se pueden referir al culpable, literalmente y jurídicamente hablando como «cazador», a menos que se carezca de rigor técnico y jurídico claro…
Sería mucho más acertado el referirse a esa persona incluso como un «delincuente» ya que delinquir viene perfectamente definido como «cometer delito».
Ahora ya pueden rectificar
Habiendo repasado esto, y tras el cúmulo de invenciones y manipulaciones, si hay alguna cosa que se debe reafirmar, no es otra que en ningún caso el Gobierno de la Junta de Castilla-La Mancha tiene que hacer rectificación alguna. Como se ha comprobado, en todo momento cada cosa ha sido llamada tal y como lo que es, sin ningún tipo de invención. En cuanto a Ecologistas en Acción Toledo, no solo no han rectificado, sino que han aumentado sus ya dilatadas acusaciones infundadas.
El grupo ecologista ha exigido que se expliquen las cosas «tal y como son» y en ese sentido pueden sentirse satisfechos, ya que sin duda se han explicado tal y como son desde el rigor y los datos objetivos que otorgan un simple diccionario jurídico.
Algunos delitos que sí vienen recogidos
Puestos a informar y dado el interés que el grupo ecologista tiene en el Código Penal, se referencian algunos delitos que sí vienen definidos en el texto normativo sin realizar ningún tipo de invención, por si pudieran ser de su interés.
Delito de Calumnia: Delito consistente en imputar falsamente a otro un delito con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio de la verdad (Art. 205)
Delito de injuria con publicidad: Delito de injuria cuando se propaga por medio de imprenta, la radiodifusión o por cualquier otro medio de eficacia semejante. (Art. 211)
Como pueden ver, esto no se trata de hacer acusaciones infundadas, es más, el texto que se suscribe quizá jamás debería haber sido escrito a no ser por el hecho de que la paciencia y la indignación de muchos cazadores, los cuales nos sentimos atacados, ninguneados y despreciados continuamente por entidades como la vuestra. Nosotros no somos de denunciar, somos de salir al campo, de disfrutar de la naturaleza y sí, también somos de cuidar a las especies salvajes, incluidas a las protegidas.Solo espero que no nos guarden rencor, puesto que los cazadores tenemos muchas y mejores distracciones que la de ocupar nuestro tiempo en intentar defendernos. Si alguna vez, de verdad, quieren hacer algo más por la fauna y flora que el hecho de criticar a todo aquel que ustedes consideren oportuno, aquí nos tienen a los cazadores dispuestos a dar la cara y a poner nuestro sudor como hacemos siempre.
J. Javier Calonge