Calzado de caza
A la hora de elegir un buen calzado de caza, así como ocurre con la ropa de caza, es muy importante que sea cómodo y que nos proteja de las inclemencias meteorológicas.
Este accesorio de caza debe ofrecer la máxima duración y las prestaciones que se requieren para practicar este noble deporte, ya que las jornadas de caza pueden convertirse en muy largas, lo que supone un importante esfuerzo físico. Por eso no vale cualquier calzado.
Hay que tratar de tener un calzado de caza cuyos componentes hayan sido anteriormente probados y controlados. Deben ser zapatos transpirables e impermeables. El calzado de caza de la mejor calidad tiene una membrana que consigue que sea impermeable y que, a la vez, se evapore la humedad. Es decir, el agua no entra, mientras que el vapor de agua sale al exterior para evitar la sudoración.
Además, el cazador lleva este accesorio de caza para protegerse del frío en sus pies mediante antideslizante sobre hielo y nieve o para poder resistir el agobiante calor por medio de tejidos térmicos.
Altura del calzado de caza
En cuanto a la altura de la bota de caza, es aconsejable que se emplee de media caña si se va a andar mucho por terrenos escarpados con los perro se de caza. De esa manera, protegemos el tobillo de posibles lesiones. Si no se va a caminar en demasía se pueden emplear unas botas de caza bajas.
Además, para un mayor confort del cazador, debe ser un calzado resistente al viento y repelente al agua, al igual que el resto de ropa de caza. También este accesorio de caza debe cumplir las premisas de ser fácilmente lavables y que se sequen rápidamente. Asimismo, es aconsejable que cuenten con un forro interior. Por lo que vemos, sin duda las características que deben primar son las funcionales sobre las de diseño.
Un calzado de caza también tiene que ser adherente, estable gracias al dibujo que tiene la suela de la bota de caza. Además, debe cumplir una resistencia al desgaste y ser flexibles para adpatarse a cualquier temperatura, terreno, etc.
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