¡Viva la caza, viva la montería y vivan los rehaleros!
La mayoría de nosotros ya empieza a cerrar cacerías con orgánicas de renombre, agrupaciones de pueblos perdidos, cazar en abierto, cazar en cercado, rifles, visores, calibres […] Hoy quiero acordarme de aquellos que se levantan los primeros y sin embargo comen los últimos (el día que se pueda comer): los rehaleros.
Queridos amigos rehaleros y cazadores:
Ya está aquí septiembre y, aunque en algunas comunidades ya haya comenzado la temporada de batidas, la mayoría de España ya mira con deseo la llegada del mes de octubre, mes en la que empieza esa modalidad de caza que tanto nos gusta: la montería española.
La mayoría de nosotros ya empieza a cerrar cacerías con orgánicas de renombre, agrupaciones de pueblos perdidos, cazar en abierto, cazar en cercado, rifles, visores, calibres a estreno con muchísima ilusión para comenzar la temporada…
Sin embargo, hoy quiero acordarme de aquellos que se levantan los primeros y sin embargo comen los últimos (el día que se pueda comer): los rehaleros.
Muchas veces no nos damos cuenta que, sin su papel, ninguno de nosotros disfrutaría de nuestras queridas monterías. Cuidan y alimentan durante 365 días decenas y decenas de perros para que los monteros podamos disfrutar durante apenas cinco meses. Para mí es obvio que no se les da el valor que merecen, además de los cuidados ya mencionados, y de su irreemplazable labor, tenemos que tener muy en cuenta que gran parte del resultado de una montería está en su buen hacer.
Sirva este recuerdo para ellos, para poner en valor su tarea, pedir a todos respeto y cuidado hacia ellos, pues hay gente que aún tira sin cuidado hacia dentro de la mancha.
Porque sin ellos nada de esto sería posible.
¡Viva la caza, viva la montería española y vivan los rehaleros que la hacen posible!
Jero Jiménez Ortega