Visores de caza: modelos, características y elección del mejor para cada modalidad

Este completo artículo responde a todas las cuestiones acerca de visores de caza o tiro, definiendo cada concepto y explicando cuál es el mejor para cada modalidad.

Juan Francisco París | El visor sustituye a las miras abiertas (alza y punto de mira del cañón). Es sinónimo de mira óptica y puede carecer de aumentos o tenerlos y entonces recibe también el nombre de mira o visor telescópico.

Todos los visores tienen en común que poseen una retícula o referencia de puntería con la que apuntamos, un sistema mecánico para regular el punto de impacto y, salvo que se trate de una mira de aumentos fijos, también un zoom que permite ampliar la imagen del blanco.

En teoría, su funcionamiento es muy simple: al atravesar los rayos de luz por la lente del objetivo se produce una imagen ampliada e invertida que “viaja” hasta el sistema de lentes de inversión que “endereza” la imagen y la amplía aún más, hasta llegar al ocular y de éste al ojo.

No obstante, en la práctica diseñar una buena mira es mucho más complicado porque el fabricante tiene que utilizar en su construcción lentes de gran calidad y multitratadas, pues sin éstas no se obtienen imágenes nítidas ni contrastadas, y diseñar los cuerpos o tubos de los visores de manera que sus paredes no reflejen la luz para evitar que se origine luz residual que perturba las observaciones.  Además, tienen que poseer mecanismos muy precisos y robustos, especialmente el de ajuste de la retícula porque cada vez que se realiza una corrección del punto de impacto el tubo excéntrico que sujeta a la retícula y a la lente (tubo erector) se mueven dentro del visor y si no se utiliza un mecanismo de gran calidad se desajusta.

Nótese que, de lo expuesto sobre su funcionamiento se deduce que un visor, al igual que nuestros ojos, no intensifica la luz, sino que “funciona” exclusivamente con la que hay en el ambiente. Por eso, si es completamente de noche o hay muy poca luz, no se ve nada a través del visor porque sin luz tampoco vemos con nuestros ojos.

Entonces, ¿por qué parece que se ve más claro cuando se observa con la luz de la luna? Lo que sucede es que cuando hay algo de luz, el ojo la capta y puede convertirla en imágenes que amplía el zoom, por lo que el observador ve el blanco como si estuviera más cerca de él.

No existe un único tipo de visor que pueda utilizarse en todas las modalidades.

Nociones elementales de óptica

Se comercializan tantos y tan diferentes tipos de visores que elegir uno que se adapte a nuestras necesidades parece complicado. Sin embargo, si conocemos cómo funcionan, la nomenclatura que se utiliza para designarlos y algunas nociones elementales de óptica es más fácil de lo que parece.

Aumento

Se denomina aumento (o potencia) a la cantidad de veces que vemos más cerca el objeto observado. A mayor aumento más cerca se ve el objeto, pero esto no necesariamente es una ventaja porque a medida que incrementamos la potencia perdemos campo de visión.

El grado de aumento se indica con un número y la letra “x”, así 12x significa 12 aumentos.

Amentos fijos o variables

Un visor puede tener aumentos fijos (poco utilizados ya) o variables si está provisto de zoom. En el primer caso se indican con el número de aumentos seguido por el signo “x”, y en el segundo escribiendo el aumento mínimo separado del máximo junto al símbolo “x”. Así, un visor del tipo 3-12x que podemos seleccionar diferentes aumentos desde el mínimo (3x) al máximo (12x).

Es importante que selector de aumentos tenga un diseño que permita girarlo cómodamente.

Selector de aumentos

Los visores de aumentos variables poseen delante del ocular un mando que al girarlo permite seleccionar el aumento deseado. Es importante que el selector de aumentos tenga un diseño que permita girarlo cómodamente.

Visor 3-12×50 mm. La relación de ‘zoom’ es 4x y el objetivo de 50 mm.

Relación de zoom

En un visor de aumentos variables, la relación de zoom es el factor por el que hay que multiplicar el aumento mínimo para obtener el máximo. Por ejemplo, un visor 3-15×50 tiene una relación de zoom 5x porque al multiplicar 3×5 se obtiene su potencia máxima (15x). En un 1-8×30 o en 2,5-20×50 la relación zoom es 8x, etc.

Cuanto más grande el objetivo más cantidad de luz entra dentro del visor.

Diámetro del objetivo/campana

Es la medida expresada en milímetros del diámetro de la lente del objetivo. Cuanto más grande es el objetivo más cantidad de luz entra dentro del aparato. Por esa razón los visores que se utilizan para cazar a rececho o en una espera tienen que tener objetivos más grandes que los que se utilizan en montería.

Cuando la lente del objetivo tiene un diámetro mayor que el cuerpo termina en forma acampanada, razón por la que al objetivo también se le denomina popularmente “campana”.

Los conceptos de luminosidad y potencia nocturna permiten comparar visores de la misma calidad.

Pupila de salida (luminosidad)

 Se expresa en milímetros con la fórmula matemática:

Determina teóricamente la luminosidad o calidad de la imagen que percibimos en el ojo humano, sobre todo cuando oscurece. Sin embargo en la práctica con dos aparatos ópticos con igual medida de pupila de salida se puede ver de forma muy diferente si uno posee lentes de muy buena calidad y el otro no. Solo es útil para comparar aparatos de la misma calidad, por ejemplo de la misma marca y modelo.

Potencia nocturna o rendimiento crepuscular

A mayor potencia nocturna, mejor vemos cuando hay poca luz.

Se expresa mediante la fórmula:

Según esta fórmula, cuanto más aumentos tiene un visor y más grande es la lente del objetivo, mayor es su potencia nocturna. Sin embargo, esto no significa que con todas las marcas y modelos de visores que tienen los mismos aumentos y diámetro del objetivo se vea igual de bien o de mal de noche porque, en la capacidad de ver mejor cuando hay poca luz, también influye la transmisión de la luz .

Campo visual

Es una medida especialmente importante para los monteros. Se define como los metros de terreno que se observan con un determinado visor a 100 metros (o bien los pies a 100 yardas, si se proporciona en unidades anglosajonas).

Cuando se dispara sobre animales en movimiento, conviene que el campo sea lo más amplio posible, ya que si no lo es la pieza se sale con facilidad del campo de visión y tampoco podremos localizarla rápidamente al encarar.

Fábrica Carl Zeiss. Los visores de alta calidad están libres de luz residual.

Luz residual

Los aparatos ópticos tienen que estar diseñados de manera que en su interior no se refleje la luz: ésta tiene que entrar por el objetivo y llegar, después de atravesar todas las lentes en la mayor cantidad posible al ojo. Si se produce luz residual, al reflejarse en sus paredes, vemos una neblina que cubre la imagen y dificulta apuntar.

Transmisión de la luz

A medida que la luz atraviesa las lentes (y los prismas de los binoculares) se produce una pérdida del orden del 40 por ciento (o sea, sólo atraviesa la lente un 60 por ciento de la luz ) debido a la reflexión.

Para evitar esta pérdida de luz por reflexión y conseguir que llegue al ojo la mayor cantidad de luz posible después de atravesar todas las lentes y prismas, las superficies vidrio-aire de las lentes se tratan con productos químicos que la reducen notablemente. No se ha conseguido aún fabricar aparatos ópticos con lentes que no se vean afectadas por la reflexión, pero en los modelos de gran calidad se han conseguido transmisiones totales superiores al 90 por ciento.

Antes de comprar un visor (o prismático), es importante conocer el dato de la transmisión y, sobre todo, si éste se refiere a la cantidad de luz que deja pasar una sola lente o a la luz total que llega al ojo, es decir, a la transmisión total.

Fábrica Steiner. Los tratamientos multicapa aumentan la transmisión de la luz y el rendimiento en el crepúsculo

Tratamientos multicapa

Estos tratamientos cuando son de calidad además de evitar la reflexión, reducen los brillos causados por ésta y tienen que tener en cuenta, no sólo que llegue luz suficiente al ocular, sino que ésta sea adecuada a la sensibilidad del ojo humano tanto durante el día como durante el crepúsculo.

Particularmente en el caso de los visores los tratamientos multicapa juegan un papel decisivo con la luz crepuscular porque si la luz transmitida no es adecuada a la sensibilidad del ojo el contraste que se consigue con malas condiciones de luz es muy pobre y la retícula apenas se puede distinguir en el cuerpo del animal o en el blanco.

Selector de dioptrías/enfoque

Es un mando giratorio que permite ajustar, dentro de un determinado margen de dioptrías, el instrumento óptico a la agudeza visual de los ojos de la persona que lo utiliza y, por tanto, enfocar la imagen.

Hasta hace relativamente pocos años, enfocar un visor era una operación “engorrosa” porque había que liberar, girando un anillo, el ocular del cuerpo del visor y después rotarlo alrededor de este último. Actualmente, es un anillo localizado en la parte posterior del visor (“concha del ocular”) y al tipo de visores que lo utilizan se dice que tienen “ocular de enfoque rápido”.

Impermeabilidad (estanqueidad)

Los aparatos ópticos utilizados en caza deben ser estancos al polvo e impermeables para que puedan utilizarse lloviendo o nevando, en condiciones meteorológicas desfavorables propias de la caza en invierno.

Retícula luminosa

La mayoría de las miras modernas utilizan unidades de iluminación de la retícula, cada día más apreciadas en todas las modalidades de caza porque permiten distinguirla mejor y, por tanto, apuntar de forma más rápida e intuitiva, y en este caso se añade al nombre del modelo de mira o de la retícula la letra i.

Es importante tener en cuenta que se comercializan visores con unidades de iluminación diseñadas para utilizarlas exclusivamente con poca luz (la iluminación no se aprecia durante el día) y también para usos diurnos y nocturnos.

Retícula en primer o segundo plano

En un visor se puede montar la retícula en dos posiciones: en el primer plano de la imagen (más cerca del objetivo) o en segundo plano de la imagen (más cerca del ocular).

Si está en primer plano, cuando se varía el aumento la retícula cambia de tamaño de forma proporcional a la imagen resultante. Tiene la ventaja de que, como la relación entre la retícula y la imagen permanece igual, se puede utilizar para calcular la distancia con cualquier aumento porque cubre la misma superficie del blanco con todos los niveles de potencia. Además, y como beneficio extra, por diseño no es posible que se modifique el punto de impacto al cambiar de aumento. Debido a ambas ventajas, actualmente es el tipo de retícula que más se utiliza en tiro.

En segundo plano, sin embargo, el tamaño de la retícula permanece constante cuando se modifican los aumentos.

Distancia del ojo al ocular

Es una medida de seguridad: es la distancia a la que se tiene que situar el ojo del ocular para poder ver correctamente todo el campo de visión. Siempre interesa que sea amplia, pero especialmente es muy importante que lo sea cuando se dispara con armas de batida o con calibres potentes para evitar que, debido al retroceso o a un encare precipitado, el ocular nos golpee.

Antes de adquirir un visor conviene comprobar que podemos montarlo en el arma.

Longitud útil de montaje

Cuando el visor se monta con anillas se utilizan dos: una abrazando el cuerpo del visor por la parte más cercana al objetivo y la otra por la zona más próxima al ocular.

Se llama longitud de montaje al espacio útil que tiene el cuerpo del visor para colocar las anillas de forma correcta. No todos los visores tienen la misma longitud de montaje por lo que, si esta es corta y queremos montar el visor en un rifle que posea una acción larga, puede que no lo logremos o que no quede a la distancia correcta del ojo.

Paralaje

Cuando la imagen del blanco no se está enfocada exactamente en el plano de la retícula se produce un error de puntería que se denomina “error de paralaje”. Este error se produce siempre que el tirador no alinea bien el ojo con la retícula y no ve al mirar por el visor todo el campo visual bien definido y de borde a borde.

Para que el error de paralaje sea mínimo a las distancias normales de caza, los fabricantes de visores construyen sus miras para que estén libres de paralaje a una determinada distancia que suele ser 100 metros (o a 100 yardas).

Mando de control de paralaje

Las miras con muchos aumentos, destinadas a la caza o al tiro a grandes distancias o para ampliar la imagen de blancos pequeños a corta distancia, utilizan mecanismos que permiten dejar libre de error de paralaje a la distancia que desee el tirador.

Hasta hace poco tiempo el mando estaba localizado en el objetivo, pero actualmente la mayoría de los visores lo llevan en el cuerpo del visor, en el lado opuesto de la torreta que regula el punto de impacto en deriva.

Torretas o mandos de ajuste

Los visores poseen dos mandos de ajuste que permiten, al girarlos, modificar el punto de impacto en altura o lateralmente. Están situados en el centro del cuerpo del visor; el de deriva en un costado y el de ajuste en altura en la parte superior del cuerpo y pueden estar o no protegidos por tapas que hay que desenroscar para poder acceder al mecanismo de ajuste. Poseen una escala y avanzan mediante pasos sonoros denominados clicks. En los visores norteamericanos (y en muchos europeos) de caza mayor cada click equivale a un desplazamiento del punto de impacto de 1/4 de pulgada a 100 yardas (0,7 centímetros a 100 metros), mientras que en los de origen europeo normalmente corrigen 1 centímetro a 100 metros..

No obstante, se fabrican modelos con ajustes mucho más precisos, como por ejemplo 1/8 de pulgada (3,5 mm. a 100 metros) que son excepcionalmente útiles cuando se dispara con armas de muy pequeño calibre o se necesitan utilizar rifles potentes a grandes distancias. Y normalmente, en los visores para tirar cerca sobre piezas grandes, como las miras de batida, las correcciones son mayores: del orden de 1/2 pulgada a 100 yardas (14 mm a 100 metros), etc.

El valor de los desplazamientos por cada click se indica en las torretas.

Torreta balística

Es un mecanismo de ajuste rápido de la retícula que normalmente sustituye al mando de ajuste en altura. Se utiliza para compensar la caída del proyectil (y excepcionalmente también la desviación por el viento), por lo que es especialmente útil cuando se caza a grandes distancias.

Minuto de ángulo (MOA)

MOA son las iniciales de las palabras “minuto de ángulo” escritas en inglés. En unidades anglosajonas, 1 MOA equivale a 1,145 pulgadas a 100 yardas, pero a efectos prácticos los norteamericanos redondean su valor y se considera que 1 MOA equivale a una pulgada a 100 yardas.

Por esta razón es frecuente que cuando el valor de la MOA se quiere expresar en unidades métricas se le asignen valores distintos, dependiendo del que se tome de partida.

Así, es  2,77 cm a 100 metros si se considera que una MOA equivale a 1 pulgada y de 2,9 cm. si se parte de que es igual a 1,145 pulgadas. Incluso a veces se redondea a 2,8 o 3 cm.

Este autor considera cuando prueba armas que 1 MOA equivale a 1 pulgada a 100 yardas.

Cuando se practican modalidades de caza muy diferentes se deben emplear miras distintas.

Tipos de visores de caza

Cada día aparecen en el mercado miras que rinden muy bien en varias modalidades pero aún no se ha diseñado ninguno que lo haga al cien por cien en todas. Por ejemplo, un visor del tipo 2,8-20×50 se podría utilizar en cualquier modalidad de rececho e incluso en una espera, pero no en montería porque en 2,8x su campo de visión es insuficiente.

En montería, en la que durante el día se dispara cerca o muy cerca a piezas en movimiento, es conveniente utilizar miras con un campo de visión muy grande que posean una retícula que permita apuntar muy rápido. Por ejemplo, de batida o bien las de punto rojo sin aumentos que, además, por su simple diseño óptico y mecánico son muy ligeras.

En una espera nocturnas es preciso que la retícula del visor se vea bien de noche, y que éste sea luminoso, lo que a su vez implica que posea lentes multitratadas de alta calidad y un objetivo de gran diámetro.

Cuando se practican modalidades de caza muy diferentes se deben emplear miras distintas.

Y en caza a rececho, que se puede practicar a distancias muy variables y durante todo el día, desde que amanece hasta que anochece, es importante utilizar visores potentes pero también lo más ligeros y luminosos posible (porque tendremos que resolver lances con muy poca luz), con retículas finas que no tapen el blanco y se vean bien a cualquier hora. Hasta 300 metros, aproximadamente, cualquier visor de 10-12 aumentos es válido, pero para disparar más lejos debe tener un mando que anule el error de paralaje y también torreta balística, así como una retícula adecuada para disparar a distancias extremas.