Un misterioso puma en Francia revive la leyenda de «la bestia de Gévaudan»
Hay una zona francesa que está asociada al misterio de animales como este puma y «la bestia de Gévaudan», un ser que atemorizó a los franceses durante el siglo XVIII.
Redacción | Un rumor corre desde hace años en el departamento francés de Lozère, antiguo obispado de Gévaudan, y arde como la pólvora. Pasa de boca en boca y es la comidilla de los vecinos y turistas. Un puma podría merodear por la zona. El fotógrafo Bruno Loisel se ha propuesto comprobar si esta historia es cierta. ¿Será verdad que el gran felino americano merodea por este territorio europeo?
El canal Arte ha emitido el reportaje Puma, el fantasma de Gévaudan (que hasta este martes ha tenido su emisión en abierto), que relata la búsqueda de Loisiel. Para ello, hará un recorrido por la región francesa preguntando a los lugareños y empleando sistemas de trampeo para intentar localizar al gran felino.
El fotógrafo da crédito al primer testimonio, pero se pregunta cómo es posible que un animal que vive a 8.000 kilómetros de Francia haya terminado en el sur del país.
«La bestia de Gévaudan»
El antiguo obispado de Gévaudan, hoy Lozère, es una región de leyendas. A mediados del siglo XVIII, se sucedieron en Francia episodios dantescos en los que un gran animal, una bestia, llegó a matar a unas 100 personas. Niños y mujeres eran sus víctimas preferidas. Ante la creencia de que se trataba de un gran lobo, durante esos años se llegaron a matar a varios ejemplares, pero los ataques seguían produciéndose.
La extraña situación traspasó fronteras y los enemigos de Francia aprovecharon la situación para desprestigiar a Luis XV, por lo cual el monarca hizo de «la bestia de Gévaudan» un asunto de Estado. Campesinos y cazadores se lanzaron a los montes a por «la bestia» debido a la jugosa recompensa que se ofrecía por ella.
La historia de terror que atemorizó al pueblo francés, e hizo temblar a la corona por ser incapaz de resolver la situación, finalmente terminó en junio de 1967. Jean Chastel logró dar caza a «la bestia», pero el rey Luis XV solo le premió con 72 libras cuando llegó a Versalles con la criatura, que estaba hedionda, por lo que fue incinerado.
Un gran lobo, un animal hibridado… Las conjeturas sobre qué especie causó el terror en Francia durante aquellos años han sido muchas y el misterio de «la bestia» aún pervive.
El misterio del puma francés
El fotógrafo Bruno Loisel, que conoce bien a los pumas por haberlos fotografiado en su entorno natural, explica que en esta región todo da pie a la creación de leyendas: paisajes boscosos arropados por las nieblas y un clima desapacible que parece mostrar la naturaleza más salvaje.
En su búsqueda del felino, Loisiel encontró una huella que posteriormente expertos afirmaron que pertenecía a un puma. Además, todos los testimonios recogidos parecen corroborar la presencia del puma en tierras francesas.
Como perseguir al felino por la región francesa no parece una tarea sensata, Loisel toma como referencia una trampa de feromonas que emplea un investigador con los pumas en Quebec. Pondrá cámaras trampa e intentará traer al puma con los atrayentes olfativos.
El fotógrafo coloca 14 señuelos vigilados con cámaras y, tras cuatro meses instalados, llega el día de revisarlos. ¿Aparecerá el puma o será fruto de una leyenda, como «la bestia»?
Tras revisar todas las tarjetas de las cámaras, el misterio del puma de Gévaudan sigue sin resolverse, como después de más de dos siglos siguen abiertas las incógnitas sobre «la bestia de Gévaudan». Puma y «bestia» siguen teniendo su magia. «Algunas cosas deben seguir sin respuesta para que el mundo conserve parte de su magia», termina afirmando el reportaje.