Un maestro jubilado retrata la vida del ‘rey de Gredos’
Alonso de la Calle recorre semanalmente la Sierra de Gredos intentando recoger en fotos y vídeos el ciclo vital de las cabras monteses, y dice que lo más difícil son las cópulas porque duran apenas dos o tres segundos y hay que estar listo para disparar.
«Es el verdadero rey de Gredos desde hace siglos. Reyes como Alfonso XI y Fernando el Católico se interesaron por la caza en esta zona. A éstos les siguieron otros como Manuel Azaña, Franco, Juan Carlos I o el primer ministro inglés, entre otros».
Lances entre machos monteses de la Sierra de Gredos con calidad en la imagen y detalles que llegan a recordar al trabajo del mismísimo Félix Rodríguez de la Fuente. Así describe un aficionado a la fotografía los trabajos de Alonso de la Calle, el polifacético maestro jubilado de Guijo de Santa Bárbara que del 14 al 18 del presente mes protagonizará una exposición con una selección de sus instantáneas centradas en este animal, conocido mundialmente y referente indiscutible del norte de la provincia de Cáceres.
Hasta la vecina Madrigal de la Vera desplazará una treintena de entre las miles de fotografías que ha tomado en los últimos años, en las que aparece reflejado prácticamente todo el ciclo vital del macho montés bajo el título ‘El rey de Gredos’. Así lo siente este senderista, amante de la montaña y de su tierra, que de forma incansable recorre semana tras semana la sierra, siempre cargado con sus cámaras de vídeo y fotografía, ahora una Canon 850. «Decentita. No es nada extraordinario pero suficiente», argumenta mientras explica que para conseguir la imagen deseada no solo se trata de llevar un buen equipo, sino de salir las veces que haga falta, de echarle horas al campo y de actitud. «Lo automático al final te confunde. Tienes que ser capaz de regular la luz, por ejemplo, para conseguir lo que quieres sacar. No soy profesional, soy autodidacta, pero lo hago con mucha pasión. Hay que saber mirar las cosas y saber como quieres hacerlo para resaltar lo que quieres transmitir. En fotografía es fundamental hacer llegar esa sensación, esa emoción de algo con sello personal para no hacer algo simplón», asevera.
De la Calle rememora como fueron sus inicios, allá por el año 1969, cuando siendo estudiante le regalaron una Werlisa Color. «En aquella época había que hacerlo todo de forma manual, asesorándote a ti mismo libro en mano», recuerda.
Con el paso del tiempo fue mejorando su técnica y renovando su equipo, hasta llegar a su actual Canon 850. A todas las paseó por el mismo entorno que a partir del viernes protagonizará su exposición. «Los veratos tenemos la suerte de tener este paisaje tan encantador para practicar», celebra.
Este guijeño transmite la pasión por lo que hace mientras muestra varias de las fotografías tomadas en el último año en su teléfono inteligente, que previamente se ha descargado de la cámara para mostrarlas. Pequeños chivos con apenas unas horas de vida, luchas sin cuartel entre machos, éstos protegiendo a las cabras, cortejándolas y finalmente apareándose, en las parideras, en pleno salto -salvando un impresionante desfiladero- a decenas de metros de altura, cambiando el pelaje con el paso de las estaciones… «Para conseguir estas fotos debes fijarte un objetivo y buscar el momento oportuno», subraya.
Como ejemplo señala que en noviembre y diciembre sale más en busca del celo y de las luchas, mientras que en mayo se centra en las parideras. «Lo más difícil es la cubrición, porque el cortejo se puede prolongar horas y la cabra no está siempre receptiva. Pero el momento en el que el macho salta para cubrir a la cabra dura dos o tres segundos, nada más, así que debes estar preparado con antelación, enfocando y listo para disparar», advierte.
De este modo ha llegado a esperar el momento oportuno para disparar hasta tres y cuatro horas, a una distancia de entre 30 y 50 metros de su objetivo «o a 25 si te ganas su confianza, y no siempre lo consigues. Es difícil tener suerte, pero ésta hay que buscarla», concluye.
Animal omnipresente
Todo ello lo explica en el salón de su casa, decorado con numerosas fotos de la sierra, con premios y reconocimientos cosechados en certámenes locales, autonómicos e incluso nacionales, algún cráneo del mismo animal… El macho montés es omnipresente, pero no ahora, sino ya hace siglos. «Es el verdadero rey de Gredos desde hace siglos. Reyes medievales, como Alfonso XI y Fernando el Católico, se interesaron por la caza en esta zona. A éstos les siguieron otros como Manuel Azaña, Franco, Juan Carlos I o el primer ministro inglés, entre otros», afirma para argumentar el prestigio de esta especie entre los mandatarios.
Sin embargo recuerda que a principios del siglo XX estaba en peligro de extinción. «Entonces se creó el coto nacional y los propietarios se lo cedieron a Alfonso XIII. Ahí comenzó a recuperarse, hasta llegar a los 8.000 o 10.000 ejemplares que puede haber ahora en toda la sierra», afirma.
Este conocimiento, unido a la experiencia y calidad en sus trabajos, ha propiciado que Alonso de la Calle aporte su obra a publicaciones y trabajos institucionales, aportando fotos y vídeos al centro de interpretación de la reserva de caza, a libros editados por la Junta y Diputación, etcétera. También participa en eventos como las ferias de caza de Madrid y la de Badajoz, además de protagonizar varias exposiciones, siempre relacionadas con la naturaleza, y haber ganado premios en numerosos certámenes.
Informa Eloy García para hoy.es