Un lobo ataca a uno de los mayores expertos españoles en esta especie
Un macho de lobo ibérico atacó a su cuidador en la mañana del jueves en un centro situado en la provincia de Zamora. No es algo que ocurra todos los días, pero sí es más habitual en animales en cautividad que en lobos salvajes.
Eran las 11.30 horas del jueves cuando Carlos Sanz entraba en el cercado de los lobos con los que trabaja en el Centro del Lobo Ibérico de la Sierra de la Culebra (situado en Robledo, Zamora) como cada día. No era una jornada normal, porque la noche anterior el centro había sufrido un sabotaje y la valla perimetral que encierra a los animales había sido cortada con una cizalla abriendo un agujero de tres metros de largo por uno de alto. No parecía un acto vandálico sin más. Los alambres sobrantes tras el corte de la valla habían sido cubiertos con hierbas y ramas para invitar a que los animales abandonasen el recinto, lo que hace pensar en un acto vandálico llevado a cabo por algún grupo animalista.
El objetivo de liberar a los animales y de que se adentraran en una naturaleza salvaje a la que nunca han pertenecido ha sido tildado como una «insensatez» por parte de los expertos consultados, ya que han nacido y pasado toda su vida en recintos en condiciones de semilibertad y no estarían en condiciones de competir con otras manadas en la naturaleza. Pero los animales no salieron del recinto. Su condición de pertenencia a una manada no se lo permitió.
Sin embargo, para los animales algo había cambiado. Aunque Sanz, uno de los mayores expertos en lobos en cautividad de España con varias décadas de experiencia desde que fuese colaborador de Félix Rodríguez de la Fuente, actuó como lo hace habitualmente, los animales puede que estuviesen fuertemente estresados tras el sabotaje sufrido la noche anterior, según fuentes de la Junta de Castilla y León. En ese momento, un macho perteneciente a la manada de siete animales que hay en las instalaciones atacó a su cuidador causándole heridas en la cabeza y en las piernas, según fuentes de la Junta de Castilla León.
Sanz está ya fuera de peligro a pesar de la gravedad de las heridas causadas por el lobo en la cabeza y en la pierna y se le ha dado el alta hospitalaria antes de las 18 horas del jueves.
Tras el ataque, Sanz ha tenido que ser evacuado en un helicóptero medicalizado al complejo hospitalario de León después de recibir la primera atención médica por personal del centro de salud de Puebla de Sanabria.
El sabotaje ya ha sido denunciado ante la Guardia Civil para que investigue la autoría del acto vandálico. Según la Junta de Castilla y León, el centro ha sido un importante revulsivo socioeconómico para la zona, ya que las instalaciones han recibido más de 16.000 visitas desde su apertura hace siete meses.
El grupo de defensa de esta especie Lobo Marley ha querido mostrar la condena del sabotaje. «Nosotros velamos por la libertad del lobo entendiendo que los animales que viven en cautividad no pueden volver al medio natural, porque no podrían sobrevivir», ha asegurado Luis Miguel Domínguez, de Lobo Marley. «Estamos totalmente en contra de esta forma de actuar y sólo queremos la pronta recuperación de Carlos Sanz», ha añadido.
«A los que trabajamos con lobos nos puede pasar esto en algún momento, a mí mismo también me ha ocurrido en alguna ocasión», cuenta José España, experto en lobos y cuidador desde hace más de 20 años del Centro de Naturaleza Cañada Real. «Cuando quieren retarte, suelen morder en la parte trasera de la pierna y esperar a ver qué pasa, cómo reaccionas. Pero si el ataque ha sido en la cabeza, el animal se ha puesto de patas, indica un ataque más serio», opina España.
Otro de los grandes expertos en lobos, en este caso en lobos salvajes, Juan Carlos Blanco, asegura que aunque este tipo de ataques a seres humanos apenas se producen en la naturaleza, «sí es algo que puede ocurrir con animales troquelados en centros de cautividad».
En todo caso, todos coinciden en que una situación de estrés, como la que les ha podido causar el sabotaje que ha cortado las dos vallas perimetrales que protegen al centro, sí puede poner a los animales en predisposición de tener una conducta inusual. «Sin duda un acto vandálico como ese pone nerviosos a los animales y puede ser que alguno de ellos, quizá el más asustadizo, reaccione de una forma violenta», asegura España.
El experto de la instalación situada en El Escorial (Madrid) asegura que las condiciones en las que estaban los animales de Zamora son «inmejorables»y que el centro era una referencia nacional. Con respecto a la recuperación y a la vuelta a trabajo de su colega, España no tiene dudas: «Va a estar un tiempo con el resquemor del ataque, de haber bajado la guardia, pero en un mes volverá a estar con ellos igual que lleva haciendo más de 20 años».
Fuente: elmundo.es