Un ganadero de la comarca de Liébana pierde la mitad de sus ovejas por ataques de lobo
El ganadero cántabro Pedro Luis de la Vega reconoce que está «desesperado». Ha perdido 46 ovejas del total de 91 que formaban su rebaño. Desde el pasado 12 de enero, su ganado ha sufrido ataques que han sido certificados por los agentes de la Guardería de Montes como de lobo. El alcalde de Potes, Javier Gómez, es partidario de realizar controles de población lobera, mientras que el primer edil de Cillorigo de Liébana, Jesús Cuevas, afirma que «el aumento del número de ejemplares de lobos en la comarca está acabando poco a poco con el pastoreo del ganado en nuestros pueblos» y obligando a cerrar numerosas explotaciones.
Los casos se suceden en la comarca de Liébana (Cantabria). Los ataques de lobo cada vez son más numerosos y cercanos a los núcleos de población. Así lo asegura Pedro Luis de la Vega, un joven ganadero de Pendes (Cillorigo de Liébana), que desde el pasado día 12 ha perdido 46 de las 91 ovejas que integraban su rebaño. El ganadero desarrolla su actividad en la zona de Valmenor, en el término municipal de Potes y muy cerca de la villa.
Pedro Luis de la Vega está «desesperado» por la situación que está viviendo. «En quince días he sufrido cuatro ataques a escasos metros del casco urbano de Potes. El viernes, encontré diez ovejas muertas, ha desaparecido una, y algunas están heridas». «En los primeros ataques me mataron los corderos», explica. «Poco a poco me estoy quedando sin ganado», reconoce impotente el ganadero, que pide a la Administración que «controle las poblaciones actuales del lobo en la comarca, ya que no solo es aquí donde están matando el ganado y esto se nos va a ir de las manos».
El ganadero, ante las bajas sufridas, ha decidido meter en la cuadra de su propiedad al resto del rebaño. «Ahora –comenta– tengo que echarlas de comer todos los días con el gasto que eso supone. He perdido corderos de este año y ovejas. Estoy hundido porque la situación en la que queda mi explotación es para replantearme si seguir en esta actividad me merece la pena. Los que defienden al lobo tienen que saber lo que siente un ganadero al contemplar sus animales muertos. No hay palabras para definirlo».
En este mismo sentido, Jesús Cuevas, alcalde de Cillorigo de Liébana, reconoce que «el aumento del número de ejemplares de lobos en la comarca está acabando poco a poco con el pastoreo del ganado en nuestros pueblos, y obligando a numerosos ganaderos a tener que cerrar sus explotaciones».
Cuevas cree que la Administración regional tiene que «tomar medidas serias antes de que perdamos los pocos ganaderos que tienen explotaciones en Liébana».
Más episodios
Según reconocía ayer el ganadero de Pendes afectado, estos últimos ataques ya han sido certificados por los agentes de la Guardería de Montes como obra de los lobos. Se unen así a los episodios registrados recientemente en Pesaguero, Avellanedo y Tudes. Cabe recordar que en los últimos días varios puntos de la comarca lebaniega han sufrido las consecuencias de la presencia del lobo. Así, esta misma semana se certificaba la muerte de varias cabras y ovejas en las proximidades de las localidades de Avellanedo y Pesaguero. Los vecinos reconocían la presencia de los mamíferos, a plena luz del día, en las fincas e incluso cuadras de ambos núcleos de población. Los propios ganaderos lograron espantar a los lobos en varias ocasiones, aunque finalmente la insistencia encontró premio.
La acción se ha repetido también en Tudes (Vega de Liébana) donde un ganadero perdía varias ovejas por la acción de los cánidos.
Informa Pedro Álvarez para eldiariomontanes.es