Un estudio demuestra que la incidencia del plomo en aves de caza es mínima
Este estudio ha realizado el mayor muestreo de aves hasta la fecha, 530, arrojando una media de contaminación inferior al 0,054 mg/kg.
Los autores recomiendan realizar nuevos estudios y seguimientos de poblaciones de aves terrestres con el fin de «profundizar».
Redacción | El plomo no afecta a aves como la perdiz roja o la codorniz. Así lo explica un informe sobre el impacto del plomo en aves terrestres al indicar que su incidencia es mínima, mucho menor que la contaminación que presenta el pescado de mar. No hay datos estadísticos que impidan, por tanto, el empleo del plomo en la caza.
Este trabajo, presentado este jueves en la sede madrileña de Asaja, aporta «importantes conclusiones» sobre las concentraciones de plomo en aves cinegéticas de hábitats terrestres. La concentración de plomo en los hígados de las aves muestreadas reflejan un nivel reducido, arrojando una media de 0,054 mg/kg.
A su vez, la concentración mediana de plomo es 10 veces inferior a la concentración umbral de exposición más restrictiva reflejada en la bibliografía.
El informe señala que, según las observaciones realizadas sobre tejidos de algunas de las aves, algunas podrían haber estado expuestas a otras fuentes del plomo como son los ambientes urbanos, como es el caso de las palomas torcaces y bravías (cimarronas) analizadas.
Los autores indican que resulta difícil saber «con exactitud» qué ejemplares han ingerido plomo en forma de perdigones, pero «parece probable» que se haya tratado de un grupo reducido (3-3,8%).
El informe aconseja realizar nuevas investigaciones y realizar un seguimiento a las poblaciones de aves estudiadas con el fin de «profundizar en el conocimiento de esta problemática».
Muestreo y futuros estudios
Este estudio sobre contaminación de aves con plomo se ha realizado con muestras de 530 ejemplares de diferentes especies, no habiendo ningún otro estudio que haya analizado tantos animales a nivel terrestre. Para ello se han tomando muestras de especies abatidas con escopeta y munición de plomo, considerando las «dificultades» de manejo al existir «plomo metálico sobre las muestras». Las especies han sido: perdiz roja, perdiz moruna, codorniz, tórtola común, y en palomas torcaz, zurita y bravía.
Los autores han desglosado algunas líneas de trabajo para futuros estudios, como son más estudios de densidad de perdigones en hábitats de aves terrestres, el análisis de muestras de otros tejidos para corroborar hipótesis y dudas planteadas en este informe, el análisis de isótopos para intentar discriminar entre plomo de munición y de otras fuentes naturales u otros tipos de contaminación.
El informe «Incidencia y repercusión sobre las aves cinegéticas no acuáticas por aporte de perdigones de plomo al medio terrestre» ha sido elaborado por Antonio José de Prada, ingeniero de Montes por la Universidad Politécnica de Madrid; Diego Romero García, doctor en Veterinaria y profesor titular del Departamento de Ciencias Sociosanitarias de la Universidad de Murcia; Juan Manuel Theureau de la Peña, ingeniero de Montes por la universidad Politécnica de Madrid; Juan Bautista Torregrosa Soler, doctor ingeniero agrónomo y profesor titular del Departamento de Ingeniería Rural y Agroalimentaria de la Universidad Politécnica de Valencia, y Andrés Ferrer Gisbert, doctor ingeniero agrónomo y también profesor titular del mismo departamento de la UPV.