Un español coordina la elaboración de un mapa europeo de jabalíes para luchar contra la peste porcina africana

El investigador del IREC, Joaquín Vicente/ J. Jurado

El investigador del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC, UCLM), Joaquín Vicente, es uno de los dos coordinadores del proyecto ENETWILD que financia la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Producir mapas de distribución y abundancia del jabalí en todo el continente europeo, que permitan hacer análisis de riesgo sobre la “alarmante” propagación de la Peste Porcina Africana (PPA) es el principal objetivo del proyecto ENETWILD. Entre otros factores, esta propagación se ve favorecida por la elevada abundancia del jabalí y su interacción directa o indirecta con los cerdos domésticos.

En la actualidad, los quince socios europeos que participan en el programa, encargado y financiado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), están recopilando datos sobre la distribución y densidades de jabalíes, una especie que presenta un alto potencial para transmitir diferentes patógenos, explica el científico del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC, UCLM), Joaquín Vicente, uno de los dos coordinadores del proyecto junto a Ramón Soriguer.

“Había y hay una especial preocupación por el avance de la PPA desde el este de Europa, ante la falta de sistemas válidos para monitorizar la distribución y abundancia de especies silvestres, particularmente el jabalí” y, por lo tanto, “para poder realizar una adecuada evaluación de riesgos”. Esta información es también básica para poder gestionar la especie.

Al parecer, esta enfermedad contagiosa se introdujo en Europa hace diez años por barco desde África, y avanzó desde Rusia de manera imparable, con el jabalí y la acción humana (movimiento de animales infectados y productos cárnicos contaminados) como principal vectores propagador del virus entre el ganado doméstico.

Según el experto, la expansión de la infección hacia el centro del viejo continente podría tener unas consecuencias desastrosas y de gran dimensión económica, pues “ya está en República Checa, a los pies de Alemania, que es el primer productor y exportador europeo de porcino, junto con España”. Países como Dinamarca o Polonia, grandes productores, se plantan construir una vallados que proteja el país de la entrada de jabalíes, de dudosa eficacia frente a esta especie.

Los datos de casos registrados de PPA de la Comisión Europea del primer trimestre confirman esta tendencia: hasta el 8 de abril se habían registrado 2.138 casos en países como Lituania, Letonia, Estonia, Polonia, República Checa y Ucrania.

Estos positivos representan más de la mitad de los detectados en el año precedente, y la inmensa mayoría (99,9 %) de los focos son de jabalíes.

Por ello, ante este escenario, la Comisión Europea tiene previsto seguir las recomendaciones de EFSA para limitar o prevenir la propagación de la PPA en el jabalí y el cerdo. Es por tanto una enfermedad no zoonótica, es decir, no se transmite entre animales y seres humanos y, por tanto “no nos afecta a los humanos”.

Tres millones y seis años

El proyecto Enetwild comenzó en 2017, con un presupuesto inicial de tres millones de euros y un desarrollo previsto de seis años, con el objetivo de recolectar datos compatibles (comparables)  sobre la distribución y densidad del jabalí en todos en todos los países de Europa, modelar su distribución espacial (obtener mapas de elevada precisión), y así, una vez analizados los riesgos, poder actuar ante la amenaza que representan la expansión de la enfermedad.

Los investigadores, según explica Joaquín Vicente, elaborarán una única base de datos, una vez que los agentes locales de cada país -desde gestores de la administración, cazadores, hasta naturalistas, gestores de caza, o científicos-, hayan aportado los datos de distribución y las cifras de densidad validadas de las poblaciones de jabalíes. No es tarea fácil, pues es necesario además describir, elaborar y promocionar el uso de metodología fiable para generar datos de calidad sobre la densidad del jabalí, una especie criptica y muy difícil de censar.

Para ello, en enero celebraron una reunión en el cuartel general de EFSA en Parma (Italia) con 70 expertos europeos en ecología, gestión y epidemiología de jabalí, en la que pusieron las bases metodólogicas del monitoreo poblacional de esta especie, cuyo modelo ya ha sido publicado recientemente por los coordinadores del proyecto.

La complicación a la hora de armonizar y estandarizar los criterios de censo de jabalí no fueron óbice para “aclarar qué hacer, para qué, y cómo, indicando algunos hitos clave”, ya que “nuestra intención es que los organismos investigadores aporten sus datos cuanto antes”, asegura el investigador del IREC.

Vicente y otros investigadores del IREC / J. Jurado

El enfoque ha sido muy práctico, pensado para responder a los problemas específicos, por lo cual un primer paso ha sido la distribución en Europa de una encuesta sobre cómo se recolectan las estadísticas de caza del jabalí en las diferentes regiones o países. Esta información es fundamental, ya que pude ser comparable en toda Europa y podría alimentar los modelos de distribución de la especie.

Además supondría un hito para iniciar la recolección de datos similares para otras especies, y elaborar políticas comunes de gestión y conservación de la fauna en Europa. Seguidamente se ha hecho publico un modelo para recolectar datos de abundancia y distribución del jabalí.

En concreto, la encuesta recoge tres bloques de cuestiones: uno para recabar datos de la estadísticas cinegética (como el numero de animales abatidos por coto), otro sobre la presencia del jabalí, y el tercero para aportar datos sobre la densidad de esta especie en cada superficie escrutada.

“Tenemos que asegurarnos que los datos que pasaremos a EFSA por parte de nuestros proveedores están validados”, asegura el coordinador del proyecto europeo, que también sostiene que mantendrán la confidencialidad de las fuentes “a nivel local”, para “no crear conflictos”. Así, agregarán los datos de manera más general, referidos al municipio.

En este punto, Vicente anima a participar a todos los representantes de los sectores del ámbito cinegético, públicos y privados, para elaborar el mapa europeo de jabalíes más preciso.

En las próximas semanas los datos recolectados se introducirán en una plataforma que centralizará la EFSA en Italia, y a partir de ahí interpretarán, en base a dichos modelos matemáticos, el impacto de la distribución del jabalí en la expansión de la Peste Porcina Africana.

Guía

De la misma manera, como soporte a los proveedores de datos (presentes y futuros)  “hemos hecho publica una guía sobre métodos para censar al jabalí”, en las que los expertos han actualizado los sistemas de conteo “más prácticos y eficaces”.

En concreto, recomiendan tres procedimientos, el primero “cada vez más accesible” es el uso de cámaras de fototrampeo, otro se centra en el conteo en batidas, también muy funcional “si se anotan bien los individuos por superficie que se ven en una jornada de caza”, y el tercero se basa en la aplicación de muestreos de distancia, utilizando dispositivos de visión nocturna. En todo caso, hay otros métodos que pueden funcionar bien localmente, como os conteos desde puntos fijos.

“La intención, asegura el investigador del IREC, es que se generen técnicas que luego se puedan aplicar, a la vez de promover la recopilación de datos de forma fiable”, para lo que cuatro socios del consorcio ENETWILD actúan como coordinadores de la recolección de datos en las 4 regiones en que se ha dividido Europa de Europa (también tienen colaboradores en países limítrofes de la Unión como Marruecos, Israel o Irán).

Riesgo

Sobre el riesgo de la expansión poblacional del jabalí de manera “tan marcada durante las últimas décadas, Joquin Vicente señala que esta aun no ha legado a su tope, y que esta causando distintos problemas, desde accidentes en carreteras o vías de tráfico, a la transmisión de enfermedades al ganado  (como la tuberculosis) o el impacto sobre  especies de interés conservación en zonas forestales como el conejo, la perdiz, el urogallo cantabrico o aves acuáticas (base el ejemplo de las lagunas de La Mancha), por citar algunos ejemplos.

De hecho, “si bien el conejo puede ser plaga en zonas agrícolas, en otra áreas su falta puede afectar a especies como el lince, predador especializado en el conejo”

En el caso de la transmisión a especies domésticas, el contacto indirecto (como puntos de agua) o a través de carroñas  “el jabalí y cerdo extensivo pueden acceder mutuamente a sus carroñas”, una “zona de contacto” con muchos riesgos de contagio de la enfermedad”.

Así, la máxima preocupación de los científicos es que la enfermedad se pueda hacer endémica en jabalí -por sus elevadas densidades-, es decir, que “la mantenga por sí mismo”, dado que es una especie “muy plástica” que se adapta a diferentes ambientes.

En su crecimiento exponencial, ha llegado a zonas de Escandinavia “donde antes no había”, mientras que el número de animales cazados siguen creciendo, por ejemplo, en el sur: en Francia se cazan anualmente 800.000 ejemplares, y en España superan los 300.000.

“Es un problema creciente”, insiste, dado que “participa una especie también importante desde el punto de vista económico”.

Vicente destaca esta herramienta impulsada por EFSA que permita a la Unión Europea diseñar acciones políticas dirigidas a la erradicación de esta vírica altamente contagiosa o a la prevención de la misma.

Una alta prevalencia dañaría los intereses de la industria porcina, que para países como España, “sería demoledor” porque es el principal exportador de cerdo junto a Alemania.

El investigador recuerda que EFSA trabaja en diferentes líneas para garantizar la seguridad alimentaria en los procesos de la cadena en todos los países europeos.

Informa Julia Yébenes para lanzadigital.com