Un «ejército» de agentes secretos y guardias acompañó a Donald Trump Jr a cazar por Teruel
Una comitiva formada por 27 agentes secretos norteamericanos, 40 guardias españoles, un guía de caza local y otros dos de una empresa, más otro cazador y el guarda de los cotos, han acompañado a Trump Jr para abatir dos machos de cabra montés.
Uno de sus acompañantes comenta que el hijo del presidente de los EE. UU. «es muy buen cazador y buscaba un animal muy concreto», pidiendo cazar animales muy adultos que estuvieran en el ciclo final de sus vidas, sin importarle las dimensiones del trofeo.
Consciente del revuelo mediático que generaría la noticia de su divorcio, Donald Trump Jr. decidió hace tres meses preparar una escapada en solitario a España. Aquí podría desconectar, poner la mente en blanco y disfrutar de unos días cazando cabras montesas. Para ello, se puso en contacto con los cazadores profesionales Pablo Carol y Joaquín Vadillo, propietarios de la empresa de caza internacional Wild Hunting Spain.
Flanqueado por un equipo de 27 agentes secretos americanos, el primogénito de Donald Trump llegó a Barcelona la madrugada del pasado sábado 7 de abril en su avión privado. Carol y Vadillo le recogieron en el aeropuerto y pusieron rumbo a Mora de Rubielos (Teruel). Allí tendrían un refuerzo de seguridad compuesto por 40 guardias españoles, que hasta las cuatro de la madrugada del martes se encargaron de blindar las zonas aledañas a los cotos de caza de Mora de Rubielos, Nogueruelas, Rubielos de Mora, Alcalá de la Selva y Gúdar. Una vez instalados, ese mismo sábado a mediodía, comenzaron a cazar acompañados por el guía local cinegético José Hernández, el cazador Javier González y Miguel Salgado, el guarda de los cotos.
Al día siguiente, los seis cazadores quedaron a las siete y media de la mañana para desayunar en La Trufa Negra, el hotel donde se ha alojado durante estos días Donald Trump Jr. con su equipo de seguridad más cercano. El resto de agentes se han hospedado en la Masía La Torre y el hotel Mora. Tras un contundente almuerzo, salían a cazar en cuatro coches. En el primero iba Trump Jr. con Carol, Vadillo y Hernández. Les seguía otro coche con cinco agentes americanos. Los otros dos todoterrenos Land Cruiser los conducían González y Salgado que, con más miembros de seguridad, se moverían por otras zonas del coto para buscar los ejemplares de cabra de macho montés de Tortosa y Beceite que quería cazar Trump Jr. «Él es muy buen cazador y buscaba un animal muy concreto. Le daba igual que los ejemplares fueran grandes o pequeños, lo único que le importaba es que fueran animales adultos, que estuvieran a punto de terminar su ciclo de vida», cuenta a ABC uno de los acompañantes de Trump Jr. durante estos días. En los cotos de Mora de Rubielos y Nogueruelas se cobró las dos piezas de macho montés. Al contrario de lo que han publicado algunos medios, Trump Jr. «nunca estuvo en Beceite». Esta ubicación, que él publicó junto a sus fotos de Instragram, solo era un señuelo «para despistar a la prensa».
Afición por la pesca
La sensación de todo aquel que ha tratado con Trump Jr. estos días es que no tiene nada que ver con lo que aparenta su padre: «Es muy simpático, campechano y educado. Es un diez de tío. Muy agradable, cercano y familiar». Y, si en la mesa no se habla de política ni religión, estos días el tema de conversación con el hijo del presidente de los Estados Unidos ha sido la caza, la trufa (que se cultiva mucho en esta zona) y la pesca del atún en España, ya que también es un forofo de este deporte. La última noche cenó en el hotel Los Leones, en Rubielos de Mora, donde pidió un menú degustación de platos elaborados con trufa y se quedó sorprendido con una que le sirvieron de 150 gramos. «No le sacamos temas familiares ni políticos. Él venía a desconectar y lo tuvo muy fácil».
Informa Angie Calero para abc.es