Un cazador mata a dos agentes rurales en Lérida

Un cazador de 28 años ha matado a dos agentes rurales en el término municipal leridano de Aspa. El hombre ha sido detenido por los Mozos de Escuadra tras haber avisado él mismo al 112 y reconocer el doble homicidio. El cazador ha realizado sendos disparos a la cabeza de cada uno de los agentes, que debían pertenecer a la última promoción que entró al colectivo por sus números de afiliación. El doble homicidio ha causado consternación entre los agentes rurales de Cataluña.

Un cazador ha asesinado este sábado a dos agentes rurales en el término municipal de Aspa, comarca del Segrià. El hombre, de 28 años y de nacionalidad española, ha sido detenido por los Mozos de Escuadra. Según los primeros indicios, los disparos se habrían producido durante una discusión entre el cazador y los agentes rurales.

Los hechos han ocurrido en un coto de caza cercano a la carretera LV-7021, alrededor de las 11:40 del mediodía. El cazador ha realizado sendos disparos a la cabeza de cada uno de los agentes, a corta distancia. Los agentes rurales apenas han tenido tiempo ni de reaccionar. Murieron en el acto.

El propio cazador ha telefoneado al 112 para pedir una ambulancia porque había dos personas heridas de arma de fuego. Los agentes se han desplazado al lugar de los hechos y han constatado que, efectivamente, había dos hombres muertos por arma de fuego.

El individuo, vecino del área metropolitana de Barcelona, no ha intentado huir en ningún momento. Cuando han llegado los servicios sanitarios de urgencia y los primeros Mozos de Escuadra, el cazador seguía en el lugar de los hechos y él mismo ha confesado que había sido él el autor de los disparos. El grupo de homicidios de Poniente se ha hecho cargo de la investigación.

Los asesinatos han provocado consternación entre los agentes rurales de Cataluña, un colectivo de cerca de 500 personas que trabajan para la preservación de los bosques y el medio ambiente. Algunos agentes rurales con los que ha podido hablar este medio lamentaban con dolor e impotencia lo sucedido.

«Tenía que pasar, tarde o temprano, tenía que pasar. Estamos indefensos ante algunos cazadores que en el momento de pedirles alguna documentación se enfadan y te amenazan con el arma… es horrible. No nos lo podemos creer», ha contado por teléfono un veterano agente rural de las Comarcas centrales catalanas, que ha preferido no revelar su nombre.

Los dos fallecidos, por el número de afiliación al colectivo, un 1.400 y un 1.500 deben pertenecer a la última promoción de agentes que entró en la institución. Por tanto, deben ser bastante jóvenes, contó otro compañero, igual de roto por el dolor ante dos pérdidas tan injustificables.

Informa Mayka Navarro para lavanguardia.com