Triquina: esto puede sucederte si consumes carne de jabalí sin analizar
La enfermedad no tiene por qué ser mortal aunque sí que pueden aparecer complicaciones graves
El análisis de la carne silvestre por parte de un veterinario es una medida necesaria y vital para evitar contagios
Redacción | Justo en el momento en el que la Real Federación Española de Caza (RFEC) ha hecho una advertencia sobre el riesgo para la salud que supone el consumir carne de jabalí sin que haya sido analizada previamente, realizamos un análisis sobre qué es la triquinosis, cómo se contrae, las complicaciones que puede llegar a tener y cómo puede superarse.
Debido a que el consumo de carne de caza se acrecienta y es algo común entre los cazadores, hay que hacer los análisis pertinentes para consumir carne de caza de la manera más saludable.
¿Qué es la triquinosis?
La triquinosis es una infección provocada por un parásito con forma de lombriz que se aloja en el interior de cualquier huésped llamado ascáride. Este parásito utiliza el cuerpo en el que se aloja para alimentarse y reproducirse.
Una vez que ha madurado y crecido, este parásito transita a través de distintos tejidos y músculos.
¿Cómo se contrae?
La única forma de poder contraer triquina es ingiriendo carne que se encuentre previamente infectada por lavas de triquina, sobre todo si esta carne se encuentra poco cocinada o cruda ya que el riesgo aumenta. Una vez ingeridas, las larvas maduran en el interior del cuerpo y se transforman en gusanos adultos, los cuales se reproducen y generan nuevas larvas. Esto puede transcurrir en pocas semanas.
¿Qué síntomas tiene?
Los síntomas pueden variar bastante según la cantidad de larvas que se hayan ingerido y según el tiempo que haya transcurrido desde su ingesta. Ante un caso de una ingesta insignificante de larvas puede llegar a suceder que ni siquiera se pueda llegar a observar ningún síntoma significativo.
En un caso más grave, los primeros síntomas puedan aparecer desde el día siguiente a la ingesta (problemas estomacales) hasta de dos a ocho semanas después.
Entre los síntomas más significativos destacan, durante la primera fase de la infección, diarrea, vómitos, dolor abdominal o fatiga. Esto es debido a la proliferación de las larvas a lo largo del intestino del afectado.
En una segunda fase de la infección, cuando las larvas ya se han convertido en gusanos adultos, las larvas que estos generan al reproducirse penetran en los tejidos y torrente sanguíneo, apareciendo síntomas como dolor y sensibilidad muscular, fiebre, debilidad, hinchazón en párpados y rostro, ojos rojos, sensibilidad a la luz y dolores de cabeza.
¿Puede ser mortal?
La triquinosis es una infección que no tiene por qué ser mortal pero que sí puede llegar a serlo si se presentan una serie de complicaciones asociadas con la migración de larvas hacia zonas vitales.
Entre las diferentes complicaciones que pueden agravar seriamente la enfermedad destacan la miocarditis, una inflamación del miocardio, la capa muscular gruesa de la pared del corazón, la encefalitis, una inflamación del cerebro, la meningitis, una inflamación de las membranas (meninges) y del líquido cefalorraquídeo que rodea el cerebro y la médula espinal o la aparición de una neumonía, inflamación de los pulmones.
Esta serie de complicaciones, sin un correcto tratamiento pueden llegar a hacer que la enfermedad se convierta en algo grave, pudiendo provocar incluso la muerte de la persona afectada. En todo caso es importante estar bien informado respecto a esta enfermedad.
La RFEC reclama prevención
La RFEC ha alertado del riesgo que supone para la salud consumir carne de jabalí sin haber hecho previamente los análisis reglamentarios para la identificación de triquina. Además ha presentado junto con la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), una modificación del Plan Nacional de Contingencia frente a la triquina.
Este plan incluye la adopción de medidas en todos aquellos cotos donde haya aparecido algún animal infectado hasta que se pueda determinar con exactitud la especie de parásito alojado en el animal.
En cuanto a los subproductos animales no destinados al consumo humano (Sandach), estos serán considerados durante la temporada en caso de aparecer algún caso de animales afectados. Además, la siguiente temporada se aplicará la misma medida si en las primeras cacerías vuelve a aparecer algún caso. Por otra parte, todos los Sandach, al menos durante una temporada, se tratarán como categoría I (máximo riesgo biológico) y no podrán ser ingeridas por animales como buitres y similares, descartando por lo tanto este método de eliminación.
Riesgo en actividades ilegales
El riesgo de contagio aumenta considerablemente cuando hablamos de actividades ilegales relacionadas con el furtivismo y tráfico ilegal de carne de caza. En este sentido, la Guardia Civil lleva a cabo multitud de investigaciones con el fin, no solo de acabar con el furtivismo, sino para evitar el tráfico ilegal de carne de caza y el riesgo que este supone para la salud pública por no poderse garantizar los controles sanitarios pertinentes de esa carne.
Aún así se recomienda encarecidamente que se realicen los controles sanitarios pertinentes siempre para poder evitar males mayores.