Trampas para combatir la plaga urbana de jabalíes
Gijón será el primer municipio asturiano en el que se colocarán jaulas-trampa en la zona urbana, se realizarán batidas y limpiarán fincas con matorral para «incomodar» a la especie.
Gijón será el primer municipio asturiano en utilizar trampas para combatir la plaga del jabalí. El gobierno municipal, que ultima con el Principado un plan específico de control poblacional de la especie, sacará en los próximos meses una licitación para la compra de jaulas, que se emplearán sobre todo en la zona urbana. En las parroquias, por su parte, se realizarán batidas, con participación de guardas de la dirección general de Biodiversidad. El objetivo de estas actuaciones, avanzó el edil de Seguridad Ciudadana Esteban Aparicio, es «restablecer el equilibrio poblacional» a la vez que «incomodar su encamado». Para esto último, el Ayuntamiento ha dado orden de limpiar la maleza de montes y fincas.
Los foristas convocaron ayer una nueva reunión con vecinos de Gijón y Villaviciosa, y representantes de Tráfico, Policía Local, y Guardia Civil para informar de los avances dados en el plan de control del jabalí. El concejal Esteban Aparicio señaló que tanto la Administración local como la regional han rechazado el empleo de vacunas anticonceptivas para hembras y machos, como se está probando en Barcelona. «No son eficaces para la superpoblación de suidos que tenemos», aclaró el edil. En Gijón se aplicarán por tanto las batidas y los trampeos.
Las jaulas son un métodos novedoso de captura en Asturias -propuesto por los expertos del Indurot en un informe reciente- aunque no en otras comunidades de Europa, donde se aplica con éxito. «No podemos andar a tiros entre los chalés; la actuación en el concejo de Gijón es compleja», reconoce el concejal de Seguridad Ciudadana. Tanto es así que hasta ahora las batidas en gran parte de su territorio estaban prohibidas -Gijón posee la segunda zona de seguridad más grande de Asturias, 9.366 hectáreas, en las que no se puede cazar-. Sin embargo, la ley de caza de 1991 establece que «por razones de orden biológico, técnico o científico debidamente justificadas, el órgano competente en la materia puede conceder la oportuna autorización» para que las entidades puedan gestionar estas zonas permitiendo disparos. Y eso es lo que hará previsiblemente el Principado.
El jabalí causó el año pasado en Gijón daños en prados y huertas por valor de 14.166 euros, la mayor cuantía de los últimos seis periodos. Los vecinos ven las actuaciones contempladas por el gobierno como un «primer paso» para controlar la plaga. Eso sí prefieren las batidas a los trampeos. «Ahora que apuren las administraciones», pide el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la Zona Rural, Manuel González- Posada.
Informa M. G. Salas para lne.es