Tayikistán: un gran viaje de caza
Fernando San Pío, de Iberhunts, nos relata su último viaje; Tayikistán, un remoto país con mucho que ofrecer a los cazadores:
El pasado 20 de enero despegamos un grupo de 4 amigos (Juan, Luis, Andrés y yo) a Tayikistán para cazar jabalíes. Yo ya estuve en verano cazándolos en espera pero queríamos probar las batidas y los recechos en invierno. Para llegar hasta Dushanbe (la capital), hay que hacer una escala en Estambul, se llega a Tayikistán bastante temprano por la mañana sobre las 5 am. Recomiendo a todos aquellos que vayan que elijan la opción VIP en el aeropuerto ya que por $60 te llevan a una sala donde puedes esperar cómodamente a que te traigan todo el equipaje, te saquen los visados y evitar así el follón que se suele montar en la zona normal, a la vuelta también se puede contratar este servicio.
Al igual que Irán no es un viaje corto pero merece la pena por su caza, 2 horas de espera y 4 horas de coche y ya estábamos en el campamento. Se dispone de un traductor al inglés, no es que lo hable muy bien pero con un poco de imaginación y paciencia te haces entender. A la mañana siguiente nos montamos en los 4×4, es decir caballos y burros, y mientras nos llevaban parte del equipaje a otro campamento nos fuimos nosotros con unos guías a empezar con las batidas.
El tiempo el primer día al igual que en cuarto día fue muy malo, nevando y lloviendo, afortunadamente en esta parte del país (región de Baljuvan) las temperaturas no son muy frías por lo que se podía aguantar pero nos perjudicó a la hora de estar atentos y en la visibilidad. De camino a los puestos vimos 2 jabalíes grandes andando por una ladera, Luis y yo íbamos los primeros por lo que decidimos dispararlos, él tiró primero abatiendo uno y yo fallé, al momento el disparó al mío y lo mató.
Mientras comentábamos lo ocurrido apareció uno arriba que iba a coronar la montaña, sin mucha fe le tiré con la suerte que le di y después de la batida lo rastreamos, estaba muerto en un pequeño barranco. Estos tres primeros jabalíes fueron 2 hembras de más de 100 kg cada una y un macho con unos colmillos buenos de unos 130 kg más o menos. Para batir eligieron cubrir una zona quizás demasiado grande pero después de un par de horas de espera empezamos a ver caza, yo estaba distraído preocupado más por evitar calarme con la lluvia que por la caza, de repente el guía me agarró del brazo y me señaló una manada que nos había visto y salía corriendo a unos 150 m, una lástima que nos vieran porque si llegan a subir se nos habrían plantado a 30 m. Casi no los veía pero conseguí abatir una buena jabalina, era imposible diferenciar entre machos y hembras.
Al poco de tirar yo empezó Luis a tirar, resulta que desgraciadamente con mis tiros le espanté un jabalí muy grande que le venía solo….Juan vio unos muy lejos y Andrés no tuvo suerte este primer día.
Curiosamente esto se repitió casi igual al segundo día aunque afortunadamente el tiempo era muy bueno. Nos movíamos siempre por el cauce de un río ya que te facilita mucho moverte al evitar los barrancos de las montañas. Este segundo día al ir a colocarnos volvimos a ver una manada comiendo en una ladera. Esta vez fue Andrés quien tiró primero, abatió un bonito macho e hirió a otro jabalí pero no pudimos dar con el.
Luis y yo tiramos, yo sigo creyendo que di a uno pero cuando fuimos a subir la montaña estaba tan resbaladiza que era muy peligroso por lo que lo dejamos, tampoco vimos sangre por lo que decidimos no perder más tiempo. Nos pusimos en los puestos de batidas, cada uno en un punto alto desde el cual cubríamos mucho terreno, personalmente para tan pocos puestos y para los pocos batidores que eran 4-5 con un perro, considero que no era una forma muy buena pero decidimos esperar para ver como transcurría, al fin y al cabo ellos son los guías locales y conocen bien el entorno y los animales.
Pasaron 2 horas y cuando pensábamos que no iba a salir nada veo una manada de 8-10 jabalíes grandes a unos 300 m por una ladera totalmente despejada, no entiendo como pueden moverse con tanta facilidad por semejantes laderas sin despeñarse. Si seguían recto se me hubieran plantado a menos de 100 m pero una vez mas la suerte no me acompañaba y decidieron en vez de seguir la ladera bajar al barranco, con el miedo a que no me entraran les empecé a tirar, esta vez no di a ninguno pero los desvié y conseguí que les entraran a los demás. Luis abatió un macho y una hembra, Juan un macho y Andrés una hembra. No estuvo mal pero hablamos con ellos para la próxima vez hacer como en Irán, es decir pequeños ganchos de forma que cubres mejor el terreno y se tarda menos rato.
Al día siguiente Luis y yo nos fuimos a recechar por un lado y Juan y Andrés por otro. A Luis y a mí nos tocó 2 horas a caballo y luego poco mas de una hora andando hasta que vimos el primer animal, era un gran jabalí solitario pero estaba demasiado alto y lo perdimos de vista. Afortunadamente mientras estábamos tratando de localizarlo vimos a 200 m otro gran jabalí comiendo en un barranco, Luis se apoyó en la mochila y le alcanzó en el primer tiro, son animales duros así que hasta el tercer tiro no cayó muerto. Mientras que le daba la enhorabuena nos gritó (se ponen muy nerviosos) uno de los guías (íbamos con 4) que se iba corriendo otro jabalí, no había forma de saber a 300 si era macho o hembra pero decidí tirarlo por el tamaño que tenía y afortunadamente lo alcancé, necesité también 3 tiros para matarlo. Ambos animales fueron 2 machos muy buenos de 23 y 24 cm, contentos con el día decidimos regresar al campamento.
Andrés y Juan habían tenido también suerte y abatieron 2 machos que iban juntos, puede parecer que cazar en 2×1 tenga más desventajas que ventajas pero la verdad es que nos facilitó las cosas, puedes aprovechar más una manada de jabalíes y si se tira a uno solitario y cae herido o se falla siempre puede el otro tirarle también.
En el camino de vuelta nos encontramos con unos cazadores locales de uriales, esta gente no caza (afortunadamente para nosotros) los jabalíes pero son como lobos persiguiendo a los uriales y a los ibex, no se si los locales tendrán algún tipo de licencia o de permiso de caza pero nos explicaron que se iban detrás de ellos durmiendo por la montaña hasta abatirlos. Estos cazadores locales eran sólo dos pero nos dijeron que iban con otros dos y consiguieron abatir dos uriales, desafortunadamente los llevaban sus otros compañeros y no pudimos verlos.
He de advertiros que si vais a cazar ahí y os piden que si veis uriales o ibex que los tiréis gratis para carne para ellos no lo hagáis, os podéis meter en un buen lío si os pilla la policía.
Esto viene por lo siguiente, nos dijeron de irnos Luis y yo a un campamento en teoría a 4 horas de caballo y a 1 hora de caminata, esto era la teoría pero en la práctica la hora de andar se transformó en casi 5 horas por la nieve, fue sinceramente bastante cansado. Ibamos a un campamento en una zona que decía ser muy buena para el jabalí, sobre todo en verano porque es el único punto en una buena distancia a la redonda que tiene frutales por lo que desde la misma casa los puedes cazar y durante toda la noche acuden a comer por lo que puedes llegar a matar varios por noche.
Nos ofrecieron lo de tirar al ibex o al urial y para no desanimarlos no les dijimos que no pero tampoco que si, cuando volvimos nos contaron Andrés y Juan que había acudido al policía y al preguntar por nosotros dos les dijeron que habíamos ido a esa zona y respondieron que si nos pillaban tirando algún animal nos llevarían a la carcel…..B
ueno, cuando íbamos llegando al campamento empezamos a ver jabalíes, desgraciadamente los que estaban a tiro eran manadas de hembras, eso si enormes. Vimos varios supuestos machos solitarios a diferentes distancias, Luis eligió uno que estaba cerca de la casa y después de un bonito rececho lo abatió, la zona esta llena de barrancos lo que hace que recorrer 200 m en linea recta cueste bastante al tener que cruzar un par de barrancos con la nieve. Con el tiro vimos varios jabalíes salir de estos barrancos pero no pudimos tirar a ninguno más.
Espero poder venir a esta zona en verano, seguro que en espera se podrán abatir animales muy buenos, además dicen que acuden también osos y lobos! Afortunadamente en verano sin nieve el camino de acceso será mucho más fácil y seguro que cuesta menos de 2 horas y si te cansas siempre puedes subirte al caballo o al burro. De vuelta al día siguiente Luis volvió a tirar a otro pero lo falló.
Juan y Andrés tuvieron más suerte que nosotros, esta vez hicieron en los dos días ganchos más pequeños y algún rececho, abatieron 2 machos grandes y 4 hembras, también vieron un lobo pero no hubo forma de cazarlo.
En total abatimos 10 machos de 19-24 cm y 8 hembras lo cual no está nada mal teniendo en cuenta los dos días de mal tiempo que tuvimos.
La zona de caza en la que estuvimos era físicamente más dura de andar que donde yo estuve en verano, es por esto que aconsejo que la gente que vaya tenga por lo menos una forma física normal, para las esperas no hace falta ya que apenas se anda.
Hay que decir que los alojamientos son de lo más básico que hay, se usan casas de pastores o agricultores de la zona y los cazadores comparten una habitación, a veces también con alguno de los guías. En vez de camas se usan unos pequeños colchones en el suelo, tampoco hay ducha ni water, en verano con un cubo te puedes duchar pero a ver quien es el guapo que lo hace en invierno…Esto es parte de la aventura y sin duda alguna la experiencia ha sido increíble. Si buscas algo parecido pero con mayores comodidades mejor ir a Irán pero si no te importa entonces Tayikistán es tu destino.