Taxidermia José Lagar, rezuma pasión, profesionalidad y sabiduría
Hace 40 años que José Lagar decidió trabajar en un tema que le apasionaba: «la taxidermia». Sin tradición familiar previa pero con ganas de aprender y disfrutar.
Quería poder dejar a los animales como en un instante de su vida, darle vida. Y lo ha conseguido.
Ha trabajado con los más grandes: Béjar, Garoz, Justo Martin Ayuso, que le enseño todo sobre la naturalización de las aves, Antonio Arcanso y Ramón Fernandis entre otros. Pide perdón por si se deja a alguien. De todos aprendió.
Y hace 10 años, quiso sacarse una espina y se montó su propio negocio en el que ahora también trabajan sus hijos, César y Daniel.No lo hace para hacerse rico, pero si con la satisfacción de un trabajo que le apasiona y que le llena. Destaca sobre todo su labor de naturalización de aves, en la que es un gran especialista. Dice que esta poco valorado el gran trabajo y labor que lleva (quitar la pluma, tratarlo con mucha delicadeza, mayor tiempo de trabajo, etc..) pero que le apasiona.
A la pregunta ¿porqué teníamos que trabajar con José Lagar? nos dice: «trato los animales como si fueran para mi. Ese es mi secreto. Además nosotros ofrecemos un precio muy competitivo»
De la administración pública piensa que no ayuda lo suficiente. Pone el ejemplo de rebecos que no se cazan y que se mueren de sarna y que se les podría dar una salida diferente. O de las trabas burocráticas en los aeropuertos.
Finalmente hablamos del servicio post-venta: totalmente gratis y siempre pensando en el beneficio del cliente para que tenga su trofeo y se encuentre a gusto. Y además, para que luego vuelva con los siguientes.
Damos las gracias a José Lagar y sus hijos por su tiempo y acercarnos un poco más el mundo de la taxidermia.