Solo 64 jóvenes gallegos tenían licencia de caza en 2017
Solamente 64 jóvenes de entre 16 y 18 años contaban en 2017 con licencia de caza en una comunidad autónoma donde se han reducido a la mitad en 20 años.
El Gobierno gallego quiso rebajar la edad a 14 años para garantizar el relevo generacional, pero se mantuvo en los 16 por recomendación del Defensor del Pueblo.
Galicia cuenta con más de 44.000 cazadores, de los que menos de la mitad están federados, y aunque la legislación autonómica permite que los menores de edad, cumplidos los 16 años, puedan sacarse el permiso, las cifras son muy bajas. Según datos de la Consejería de Medio Ambiente, encargada de la normativa que regula esta área, solo 64 gallegos de entre 16 y 18 años poseían el año pasado licencia de caza, lo que en la práctica les da luz verde para participar en cacerías, aunque con la condición de no separarse a más de 50 metros de un adulto que se encargue de su vigilancia.
La normativa autonómica que permite poseer una licencia de caza a partir de los 16 años ha sido muy contestada desde la oposición parlamentaria y colectivos ecologistas. El año pasado, por ejemplo, la Fundación Franz Weber promovía a través de internet un campaña que reunía más de 65.000 firmas con el objetivo de no dejar que los menores participen en cacerías.
En el proceso de reforma de la legislación que regula la caza, que partía de un texto aprobado en 1987 y se llevó a cabo en 2013, la Junta pretendió rebajar la edad hasta los 14 años, como sucede en otras autonomías, como Canarias o Castilla-La Mancha, aunque en esta autonomía la oposición quiere elevarla. No obstante, en Galicia se mantuvo al final el requisito de los 16 años sobre teniendo en cuenta la recomendación del Defensor del Pueblo, según reconoció en su momento el presidente de la Junta, Alberto Núñez Feijóo, quien recordó entonces, sin embargo, que la opción de los 14 era la adoptada por «la mayoría» de las comunidades. Hay que tener en cuenta que el reglamento estatal permite licencias de armas a partir de 14 años.
Cuando la Administración gallega puso sobre la mesa la necesidad de reducir la edad para iniciarse en la caza, alegó que una de las razones era garantizar el «relevo generacional». El número de licencias de caza (no solo federadas) que constan en las estadísticas de la Junta muestra cómo en dos décadas la cifra se ha derrumbado de las casi 80.000 de 1997 a las poco más de 44.000 de hace dos años, un 44% menos.
Informa C. Villar para laopiniocoruna.es