Sobre inspecciones de trabajo y seguridad social en monterías
El Ministerio de Trabajo presidido por Fátima Báñez ha puesto en marcha una iniciativa destinada a detectar las posibles bolsas de fraude en el sector cinegético.
La misión de los Inspectores de Trabajo y Seguridad Social es detectar si en las monterías se pueden estar ejerciendo actividades que reporten ingresos suficientes como para poder considerarse legalmente como actividad económica. Intensificando la vigilancia sobre este tipo de actividades esperan encontrar nuevos ingresos para la caja común.
Organizadores, propietarios de fincas, rehaleros y personal auxiliar, empresas de catering y recogidas de canales, mas todos los auxiliares que participan en este tipo de celebraciones, estarán sujetos a medidas, en primer lugar informativas y posteriormente de obligación tributarias o de trabajo, si fueran necesarias.
Intentar sostener un país en base a fiscalizar las actividades recreacionales es cuanto menos problemático. Se puede conseguir un efecto contrario al deseado. Tal como está la situación económica, la gente prescinde de lo accesorio para centrarse en lo básico, y la caza es una de las actividades que más practicantes está perdiendo y una de las que más presión sufre. No debiera esperarse por tanto un saneamiento de las arcas públicas a cuenta de un sector en clara recesión.
Es posible que en algunos sectores, Trabajo o Hacienda detecten fraudes o consigan aumentar su recaudación; aunque mucho nos tememos que una actividad tan pasional como la caza no aguante las formas y el ímpetu de las actuaciones fiscalizadoras. El voluntarismo de adscribirse a la Seguridad Social, en los términos económicos que nos movemos, se diluye en una actividad que a todos los practicantes les cuesta dinero, y para entenderla, los inspectores deberían ser conocedores de la realidad cinegética, y de esos parece que hay pocos.