Seguridad con las armas en la caza mayor

Artículo cortesía de Pedro Pita

Ya hemos hablado de la seguridad con las armas en la manipulación y también de la seguridad con las armas en la caza menor.  Ahora daremos unos consejos de seguridad en la caza mayor:

Durante los desplazamientos en los que se utilice cualquier tipo de vehículo, las armas tendrán que ir descargadas y enfundadas, procurar intercalar algún objeto entre las armas, chaquetones, mochilas etc.

Ante el trayecto de los coches al puesto asignado, el postor ira colocando los monteros participantes en los puestos, estos deberán transportar las armas enfundadas y  descargadas. (Incluido el postor, por tener tal condición no le exime de las normas de seguridad, tiene que dar ejemplo)

Una vez en el puesto asignado los monteros participantes no se moverán de sus puestos durante transcurso de la montería.

En el caso de los rifles, utilice balas y calibres adecuados y no introduzca nunca una bala de un calibre en la recámara de un arma de otro calibre.

 

Los monteros apuntarán con sus armas exclusivamente en dirección a la mancha que se va a montear. Esta rigurosamente prohibido apuntar o disparar hacia la parte de la retranca.

En el momento de apuntar observaremos con los cinco sentidos, el espacio donde calculamos que realizaremos el disparo. Cuando estemos preparados para disparar nos cercioraremos de cuál es el objetivo y que la bala pegara en el suelo en el caso de no impactar en la pieza.

Tendremos la precaución de no disparar en un ángulo menor de 30º, la tendencia de esta es rebotar, y su trayectoria es incontrolable.

Una vez en el puesto advierta de su posición con respecto a los otros monteros. Marque una línea imaginaria y no dispare en dirección a los otros puestos. Visualice su zona de tiro e incluso acórtela si creemos que puede haber rebotes. Los rebotes es algo que siempre tenemos que tener muy en cuenta. Si tiramos enterrando el tiro o al suelo, en zonas de piedras o agua, el proyectil puede rebotar de forma incontrolada, pudiendo alcanzar a cualquier cosa que no sea nuestro objetivo.

No utilizaremos el arma para apartar ramas. Está diseñada y realizada únicamente para disparar (utilice otro elemento nunca el arma) y no nos apoyaremos en el arma para incorporarnos.

Nunca dispararemos (jamás) a los visos, los cambios de rasantes, en línea ni por encima de otros monteros. Al terminar la montería (recoja las vainas o cartuchos que se encuentren en el suelo, como todo lo que se refiera a suciedad).
Si se produce un agarre de alguna res, dejaremos el arma en el puesto, descargada o abierta, tumbada en el suelo sobre la funda u otro elemento acolchado, advertiremos de este lance a los monteros de los puestos contiguos y siempre lo realizaremos a cuchillo, nunca dispare sobre este ya que puede herir o matar algún perro, o rebotar la bala con cualquier elemento que se encuentre en esa zona, si realizamos un disparo los perros se asustara, dejando en libertad la res, con lo que podemos provocar un accidente.

Además, con el peligro que conlleva si se trata de un jabalí herido. Si no estamos seguros o no tenemos la confianza necesaria de entrar a rematar, esperaremos que lo realice un montero con  experiencia en estos lances o al perrero, que en estos casos es el más indicado en estos menesteres.

El postor una vez terminada la montería, pasara recogiendo los puestos al igual que los coloco al comienzo, el montero descargará su arma y la enfundara para transportarla mientras dure el trayecto.

No realizaremos tiros de puntería una vez terminada la montería,(dentro de la mancha se encuentran perreros recogiendo perros, monteros marcando reses, y compañeros caminando hacia los coches, fijaros el peligro que esto conlleva).

Y en general:

Tendremos la precaución de no dejar la munición al sol o expuesta a cualquier agente que pueda alterar en exceso un calentamiento sobre sus componentes, ya que un exceso de la presión puede tener graves consecuencias.
Al disparar sobre una pieza de caza menor o mayor siempre la tendremos a la vista, con la máxima visibilidad para que en el recorrido del proyectil no encuentre a personas, perros, etc. en los que pueda hacer impacto.
Jamás dispare sobre la vegetación cuando esta se está moviendo, tampoco se realizara, cuando escuchemos ruido en las jaras o al tamareo. Pensemos que en el monte no estamos solos, hay monteros, perreros,(e incluso especies protegidas) si no está claro el objetivo bajaremos el arma y continuaremos con nuestra montería (el solo hecho de apuntar ya es una imprudencia)

No nos confiaremos de las distancias, por que los plomos, y mayormente la bala, alcanzan distancias que no nos imaginamos. Una bala perdida de un rifle puede seguir su trayectoria, si no encuentra ningún obstáculo cientos de metros sin poder tener control sobre ella

Si toma alcohol o ingiere sustancias que puedan alterar su estado de ánimo o euforia, pérdida de sus condiciones normales,(ya me entendéis) no salga de caza (quédese en casa).

Y el mejor y más sabio consejo en cuanto a la seguridad en la caza, empleemos  el sentido común es el mejor aliado para no cometer imprudencias.