Abierta la caza del corzo para evitar la superpoblación


Castilla y León es la comunidad con más accidentes en sus carreteras a causa de un aumento de la población del corzo.

Redacción | Se abre la temporada del corzo en las dos Castillas, las principales comunidades que practican la caza del corzo con mayor actividad. En una de sus provincias se abatió la temporada pasada el actual récord de corzo y en otras más al norte existe un problema continuado por la cantidad de accidentes de tráfico provocados por la especie.

En el caso de Castilla-La Mancha, esta especie abunda en los campos de esta comunidad y, desde 2016, el trofeo de un corzo cazado en Guadalajara sigue teniendo el récord nacional y mundial de esta especie. El cazador Sergio Muela fue el protagonista en junio de dicho año en abatir un increíble corzo que, tras su homologación oficial, consiguió un total de 252,40 puntos, según la valoración establecida por el Consejo Internacional de la Caza y Conservación de la Fauna.

A partir de este fin de semana y debido al aumento de ejemplares en el territorio manchego, la Orden Anual de Caza autoriza la caza del corzo en Castilla-La Mancha. El 31 de julio tendrá fin esta actividad. Habrá que esperar hasta el mes de septiembre para reiniciar la caza del corzo en tierras manchegas.

En el caso de la caza de hembras de corzo, solo se podrá realizar hasta el 21 de febrero de 2018 salvo una justificación técnica por parte de los Planes de Ordenación Cinegética durante todo este tiempo.

Técnicas de caza del corzo

La caza del corzo ha experimentado un importante auge en los últimos años en Castilla-La Mancha, donde el número de ejemplares ha ido en aumento en las últimas décadas.

En Castilla La Mancha, al igual que en el resto de territorios se emplea una serie de modalidades para la caza del corzo. La más habitual es la caza de rececho, en la que el cazador se queda solo, busca la pieza y con paciencia busca el momento más oportuno para abatir al corzo. La otra modalidad se conoce como aguardo y se caracteriza por esperar en un punto fijo a que la pieza pase por delante con el objetivo de cazarla en ese instante.

Castilla y León quiere evitar accidentes con la caza del corzo

En territorio castelloleonés los corzos produjeron en 2017 más de 800 accidentes en la provincia de León.

La proliferación de esta especie en la Comunidad de Castilla y León ha generado un aumento notable de los corzos por todo el territorio.

La Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León desmiente el hecho de que exista una superpoblación de corzos en su territorio. A pesar de poder ver esta corzos cuando viajas por carreteras secundarias y de haber provocado más de 800 accidentes el pasado año, el número de ejemplares no ha variado en exceso en los últimos años.

La caza del corzo es un regulador de poblaciones por lo que a día de hoy sigue siendo necesaria la actividad cinegética de esta especie en el territorio nacional, especialmente en comunidades como Castilla y León. A largo plazo,  las opciones y razones para mantener el equilibrio de las especies de caza no es nada esperanzador. En el medio rural cada vez viven menos gente y en España son muy pocos los jóvenes interesados en cazar, ya que “existe otra sensibilidad y tiene mala prensa”. Muchos profesionales de la caza reivindican que dentro de unos años será la propia UME la que se tenga que encargar de la caza del corzo en nuestros territorios, evitando así la temida superpoblación.

Corzo empotrado en un coche que abandonaba la N-I con dirección Vitoria.

Soria es la provincia más damnificada por la presencia del corzo en las proximidades de sus carreteras. Esto se debe a la naturaleza de su territorio, lejos de las poblaciones e industrias. Lo mismo le ocurre a la provincia de Burgos, donde según atendió la Guardia Civil el 68% de los accidentes de tráfico en esta localidad tuvieron la implicación de un animal silvestre sobre la calzada.  En concreto, en Burgos se produjeron el pasado año 1.613 accidentes provocados por la irrupción de corzos, frente a los 961 de Soria y los 859 de León.

Con los datos que emiten los profesionales del sector, sabemos que Alemania se producen 200.000 accidentes a causa de animales salvajes en sus carreteras, mientras que Castilla y León sufre la mitad de los accidentes ocurridos en España, la friolera de 7.000.

Los expertos sostienen que en Castilla y León, durante la temporada de caza del corzo, “ni se sobrecaza ni se sobreexplota”. Las Comunidades intentan mantener un equilibrio de gestión de la caza para mantener la población del corzo de forma estable. Se hace referencia que hace casi 20 años un tercio de los corzos que se cazaban en España (165.000), se apresaban en Castilla y León (52.000) que abarca una superficie de 94.000 kilómetros cuadrados, pero es curioso que Galicia con su 29.000 kilómetros cuadrados capturará 37.000. “Hay más superpoblación en otras comunidades proporcionalmente a Castilla y León. Hay más densidades en otras comunidades autónomas y en otros países” dicen.

En definitiva la caza del corzo en ambas Castillas se produce bajo el control de la Orden y con el objetivo de gestionar el número de ejemplares, velando siempre por la seguridad vial en las provincias con un alto número de accidentes a causa de la invasión de animales silvestres en las calzadas.