Roban hurones y perdigones al presidente de la Sociedad de Cazadores «La Dehesilla» de Casariche
Celedonio Carrasco ha sufrido dos robos este mes y el vídeo que ha grabado muestra los destrozos realizados y el daño que han debido de causar a los perdigones.
Redacción | Hace dos semanas le robaron los hurones y anoche se llevaron sus perdigones. «La suerte es que no me voy a enterar nunca de quién ha sido». A Celedonio Carrasco le han destrozado como cazador tras quitarle sus animales y él reconoce que no sabe si lo han hecho para venderlos o para hacerle daño, pero el perjuicio está hecho.
Celedonio Carrasco es vecino de la localidad sevillana de Casariche y presidente de la Sociedad de Cazadores «La Dehesilla». Aficionado a la caza menor en diversas modalidades, el conejo con hurón y la caza de la perdiz con reclamo eran sus platos fuertes. Pero algún «malnacido» se los ha roto.
Durante la madrugada del 6 de diciembre, Carrasco recuerda que llovió a raudales, y que por eso aprovecharon para robarle 10 hurones de la cochera donde los mantenía junto a sus perdigones y tres perras para la caza. «Cuando entraron vieron los perdigones —reconoce Carrasco a Cazaworld— y dijeron, ya vendremos a por ellos».
Esta madrugada volvieron. Un vecino escuchó ruido de madrugada en las instalaciones pero pensó que eran las perras de Carrasco. A las 6 ya estaba llamando al presidente de la Sociedad «La Dehesilla» para darle la mala noticia. 14 perdigones robados y todas las jaulas tiradas por el suelo. «Los casilleros «tiraos», todo lleno de plumas…». Carrasco ha grabado el siguiente vídeo que muestra cómo ha encontrado el lugar donde guardaba perdigones y hurones, todos robados a día de hoy. «Yo creo que ya me dejarán tranquila la cochera…».
Robos sucesivos
Celedonio Carrasco presentó ante la Policía Local de Casariche la denuncia por el robo de los hurones y comunicará también el destrozo y robo de sus perdigones. Antes de estos saqueos ha habido robos de tablillas de coto en los terrenos de la Sociedad, pero Carrasco admite que no conoce de otros casos que perjudiquen en este sentido a otros cazadores. Duda del motivo con el que «los cuatro chorizos estos» le han quitado los animales, pero considera que llevarse los perdigones dejando las jaulas tiradas y rotas solo puede tener el propósito de hacerle daño a él por el maltrato con el que se han debido de llevar a las perdices.
Todas las aves estaban anilladas y debidamente legalizadas para la práctica de la caza de perdiz con reclamo y Carrasco confía en que este tipo de hechos no se vuelva a repetir. Antes de terminar de hablar con él, reconoce a esta redacción que «la suerte es que no me voy a enterar nunca de quién ha sido».