Psicología en la caza

Todo cazador ha de tener una serie de cualidades o atribuciones para poder llegar a ser un deportista óptimo.

Es obvio, que no todas las personas poseemos el mismo perfil físico, ni los mismos sentimientos, ni los mismos objetivos cuando salimos al campo a practicar cualquiera de las múltiples disciplinas de caza que se llevan a cabo en nuestra tierra. Por lo tanto, habría que analizar una serie de rasgos que nos personifican, y así, haremos un breve autoanálisis  de qué tipo de cazador somos. Todos tenemos unas ideas bastante similares pero existen ciertas diferencias o criterios, los cuales nos hacen ser cazadores de distinto plumaje o pelaje.

Personalmente, comparto la opinión de que la caza es un arte. Por ello entiendo que existen una serie de pautas de formación o aprendizaje en toda persona que se inicia en esta actividad.

CRITERIOS CLAVES:

Valor: Todo cazador ha de ser valiente. Partamos de la base de que la mayoría de las modalidades de caza se llevan a cabo con armas de fuego. Sabemos los riesgos que conlleva el mal o inadecuado uso de un arma. Esta actividad se realiza en zonas de terreno abrupto o poco estable. Hay que entender que una caída accidental nos puede costar un cambio en nuestra vida. En este ecosistema existen animales que atentan contra nuestra seguridad y salud. Por lo que corremos el riesgo en muchas ocasiones de ser atacado por uno de ellos.

Audacia: Para conseguir unos objetivos que sean de nuestro agrado, hay que actuar con sigilo, concentración y astucia. De no ser así, no obtendremos las piezas deseadas. Tengamos en cuenta que el animal está en su medio, realmente somos un depredador que no nos encontramos en nuestro hábitat.

Reflexión: Hay que ser estratega, hemos de analizar una serie de puntos antes de salir.

Conocimiento: Pleno de la actividad deportiva. Requiere una previa formación tanto teórica como práctica.

Rafael Martín Díaz: Entrenador Nacional de Tiro Olímpico