Preparan un plan insular para erradicar el muflón en cinco años
Desde que en la década de los 70 del siglo pasado se introdujeran en las Cañadas del Teide los primeros ejemplares de muflón, y pese a la normativa que obliga a su erradicación, estos herbívoros llevan ya cerca de medio siglo en la Isla, sin que las medidas adoptadas hayan tenido éxito. Ahora, con el paso de la gestión del Parque Nacional al Cabildo tinerfeño se han previsto algunos cambios en este espacio natural, que incluyen, entre otras medidas, un plan de lucha contra las especies invasoras. Este documento se ha recogido en el Marco Estratégico de Desarrollo Insular de la Isla para los próximos años y en él se recoge un apartado específico para el muflón, cuyos daños ya no solo se aprecian en el Teide y sus alrededores, sino que también se han empezado a detectar en otras zonas más alejadas.
En cumplimiento del Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, se redactará un plan de erradicación del muflón para un horizonte de cinco años, al que se le sumará otro documento para la eliminación de cabras asilvestradas en los espacios naturales protegidos, en un plazo de tres años. La ficha económica prevé una inversión anual, en el caso del muflón de 90.000 euros hasta 2025, 10.000 euros por anualidad. No obstante, el gasto total en la estrategia para la lucha contra la fauna invasora asciende a 667.500 euros entre 2017 y 2025.
El director del Parque Nacional del Teide, Manuel Durbán, explica a DIARIO DE AVISOS que aunque ya existe un plan para la erradicación de este herbívoro la novedad es que ahora este documento tendrá carácter insular, además de que se trabajará con una mayor decisión para lograr el objetivo final. Insiste en lo importante de analizar no solo el Parque, sino el resto de la Isla, ya que esta especie se mueve rápido y cuando siente presión en una zona se puede trasladar a otra. “Se han detectado daños en zonas de cultivo de medianías, hábitat que antes no era frecuentado por los muflones”, afirma. Sobre el periodo estipulado de cinco años, asegura que se trata de una labor complicada, pero sería “lo deseable”.
El censo, este año
Como primer paso Durbán destacó que ya a partir de este año se iniciará la elaboración de un censo, dos veces al año, para conocer la población real, algo que no se lleva a cabo desde hace algunos ejercicios.
Durbán señala que otro de los objetivos es implantar acciones para controlar, también, la población el conejo en unos niveles de impacto admisibles, ya que su erradicación total “es casi imposible”. Asimismo, se pretende aumentar los cercados en zonas sensibles para evitar daños a determinadas especies vegetales. A ello se sumará la ejecución de acciones para frenar el abandono de animales domésticos, como perros y gatos. “Hemos llegado a contabilizar en un año hasta 100 perros abandonados, que aunque no causan daños sí que provocan una imagen no adecuada”.
Desde la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN), colectivo que ha demandado desde hace años la lucha contra las especies invasoras, se valora la elaboración de este documento aunque sostienen que es necesario la implicación de las administraciones públicas. Al respecto, uno de los miembros del colectivo, Eustaquio Villalba, asegura que desde el año 1986 se tenía que haber actuado con mayor decisión en la erradicación del muflón, ya que todos los documentos del Parque Nacional y la normativa van en esta línea. “Si no se ha hecho nada es por la falta de interés de las administraciones”, afirma. “Ya se sabe cómo actuar, ya que este problema no es único de Tenerife, solo hay que aplicarlo”, sentencia.
Informa: elespanol.com
Hay sólo 1 comentario. Yo sé que quieres decir algo:
Estoy totalmente de acuerdo en erradicar el muflón en España. Lo mismo debe de hacerser con el arrui. Son especies invasoras y se comen el monte, compitiendo con venados, machos monteses, corzos y gamos.
Ya están bastante deteriorados nuestros montes, con la falta de alimento, que hemos ocasionado con la caza intensiva, como para tener que dar de comer a especies invasoras, donde no se aprovecha ni la carne.
Si queremos grandes trofeos de ciervo, que es lo más deseado, acabemos con las especies invasoras.