«Ponen en peligro la vida de los pueblos con sus políticas encaminadas a la despoblación»
Afectados por daños de la fauna silvestre en la Sierra de la Culebra acusan a la Consejería de Medio Ambiente de priorizar la gestión de la caza sobre los vecinos y propietarios de terrenos y cultivos.
Los daños en los cultivos mantienen la indignación entre los pequeños cultivadores de los pueblos de la Sierra de la Culebra. Las entradas a las fincas se suceden, como en el caso de Villanueva de Valrojo, donde los pequeños cultivadores de huertos ven la cosecha devorada por los ciervos o levantadas por los jabalíes. José Luis Baladrón, de Villanueva, denunció los daños la pasada semana ante la Guardería Medio Ambiental. El afectado denuncia la responsabilidad de la Consejería de Medio Ambiente en esta situación, en la que prevalece la gestión de la caza por encima de los vecinos y propietarios. La sequía empuja a los ciervos a las zonas de cultivo, donde no hay cerramiento que se le resista.
Baladrón denuncia que «un año más, en los veranos de Carballeda, los ciervos saltan muros más altos y son muchísimos más, pasean por los cascos urbanos de sus pueblos y comen todo tipo de hortalizas a jubilados y pensionistas». Para conseguir «tal desmadre nuestros representantes políticos se pusieron manos a la obra en 1973. Trajeron camiones y más camiones de ciervos». Con sus leyes denuncia que saquearon a sus ciudadanos y «crearon el hábitat más conveniente para este animal y para el divertimento de una élite de cazadores y amiguetes». Lo denominaron, Reserva Regional -anteriormente reserva nacional- de la Sierra de la Culebra. Baladrón denuncia con esa gestión «domesticaron a sus gentes y crearon un entramado caciquil y servil a sus fines».
En esta línea denuncia que ofrecieron cotos aledaños al pueblo, legislados de la misma forma que el suyo, para regocijo de sus propietarios. Intentaron darle un color democrático al asunto y «crearon la Junta Consultiva, desde donde comunican sus amenazas y sus logros». Para Baladrón «ponen en peligro la vida de los pueblos con sus políticas encaminadas a la despoblación y en peligro sus vidas con la posibilidad cada día más de un incendió que los atrape en las cocinas de sus casas». Así mismo ponen en peligro la vida de sus ciudadanos con los accidentes día tras día y durante todo el año en las carreteras, donde se han cobrado ya vidas humanas. No contentos aún, «hacen una ley de Seguridad Vial, referente a los accidentes con la fauna, que solo sirve para ver la falta de criterio, con esta tierra».
Informa Araceli Saavedra para laopiniondezamora.es