La patrulla de seguimiento de fauna de la Junta de Castilla y León ha abatido este lunes una hembra de lobo en el término salmantino de Forfoleda, adoptando así una de las medidas de control establecidas en el Plan de Conservación y Gestión de la especie. Esta decisión se tomó tras los ataques al ganado que se habían producido en la zona. Se trata de una medida excepcional porque la zona de actuación está al estar al sur del Duero, donde la caza del lobo está prohibida.
La patrulla de seguimiento de fauna de la Junta ha abatido un nuevo loco en Salamanca, como consecuencia de los ataques al ganado que habían tenido lugar en la zona.
La patrulla de seguimiento de fauna de la Junta de Castilla y León abatió en la noche de este 20 de marzo un ejemplar de lobo hembra en el término municipal de Forfoleda. Se trata de una medida de control establecida por el Plan de Conservación y Gestión del Lobo, y autorizada por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ante los ataques que venían sufriendo las explotaciones ganaderas de la zona.
El personal de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León realiza tareas de seguimiento de esta especie en distintas comarcas de la provincia de Salamanca y, como consecuencia de estos trabajos, la patrulla de seguimiento de fauna -formada por personal especializado- abatió un ejemplar de lobo, hembra, en la noche del 20 de marzo, en el término municipal de Forfoleda, conforme a los términos establecidos por la autorización emitida por la Dirección General de Medio Natural.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León siempre ha manifestado la necesidad de conservar el lobo como especie y que, por tanto, debe ser compatible su presencia con la gestión y el aprovechamiento ganadero. Ello no impide que en determinadas zonas, donde los daños son graves y su presencia es especialmente conflictiva, se pueda actuar sobre esta especie para reducir y prevenir nuevos ataques al ganado. En la provincia de Salamanca, en 2016, se produjeron 183 siniestros causados por lobos y el número total de cabezas de ganado muertas fue de 438.
La decisión de abatir un ejemplar se toma en el marco de las excepciones de la Directiva Hábitats, de la Unión Europea, traspuesta al ordenamiento nacional por la Ley 42/2007, de 13 de diciembre de 2007, de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Esta actuación se realiza de manera excepcional y como complemento a las medidas que ya se vienen poniendo en práctica para compatibilizar la existencia de la especie al sur del Duero con la actividad ganadera, tales como la asistencia técnica a los ganaderos para la tramitación de ayudas, la construcción de cercados móviles y fijos para el ganado y la entrega de perros mastines y la compensación de daños.
Informa Chema Díez para tribunadesalamanca.com