Perros de caza: conceptos sobre alimentación
Artículo escrito por Salvador Hernández, responsable de Dialsa Olid.
Tan importante como el adiestramiento de un perro de caza es su alimentación. Sacar al perro el primer día de caza después de un largo periodo de inactividad y obtener buenos resultados exige una adecuada preparación y programación. Para evitar que caigan en fatiga y resistan las intensas jornadas propias, es fundamental una óptima nutrición.
La alimentación de un perro de caza es algo que no podemos tomarnos a la ligera si queremos disfrutar con él desarrollando esta actividad. Igual que un deportista entrena y sigue una nutrición acorde con su deporte, el perro también necesita un entrenamiento y una alimentación adecuada a la actividad que se espera de él. La finalidad es evitar la fatiga de nuestro compañero, y hacerle disfrutar de lo que más le gusta; debemos cuidar esa nutrición como parte fundamental del desarrollo de las futuras jornadas de caza.
Para ello hay que tener claros unos conceptos, a saber:
- CALIDAD DEL ALIMENTO. Rico en proteínas y grasas más que en hidratos de carbono. De este modo las grasas, fuente de energía más lenta pero más eficiente, permitirán una mejor disponibilidad energética, prolongada durante todo el esfuerzo de la cacería. Los altos niveles de proteína ayudan en la prevención de ciertas leves lesiones inevitables y propias de su trabajo. La procedencia de las proteínas es importante, el organismo puede utilizar por ejemplo el 100% de las proteínas del huevo y un alto porcentaje de las proteínas en las carnes. Unos niveles aconsejables son 26 a 33% proteína y 18 a 25 % de grasa. No se recomienda la suplementación vitamínica que ya contiene suficientemente el alimento, ni mineral (calcio y fósforo) pues desequilibran la dieta.
- CUÁNDO ALIMENTAR. Es más útil 24 hr antes del esfuerzo que la mañana del mismo. El intestino vacío favorece las carreras y se irrita menos. Si son varias jornadas seguidas de cacería, alimentar una hora después de terminada ésta o bien cuando esté recuperado completamente.
- ALIMENTACIÓN POSTERIOR A LA CACERÍA. El glucógeno, que es la fuente de energía, va en disminución con las sucesivas jornadas de caza. Para incrementar su rendimiento, se aconseja dar una pequeña cantidad de un alimento rico en carbohidratos, para prevenir hipoglucemia (o algún trozo de pan). Nunca dulces y menos chocolate. Es importante dárselo una vez recuperado.
- HIDRATACIÓN. Dar agua a intervalos regulares y frecuentes. Sin ella no hay caza.