Paola Calasanz y otras animalistas se adueñan de dos zorros y los transportan 140 km en pleno confinamiento

El Guarda Smith ha recogido fotos, audios y vídeos que demuestran el apropiamiento de estos ejemplares silvestres para llevarlos a la Reserva Wild Forest

Redacción | La animalista Paola Calasanz, conocida como Dulcinea, vuelve a protagonizar un acción que repercute en el bienestar animal, pese a que se proclamen como primeros defensores del reino animal lo spartidarios de esta tendencia de «defensa» animal. Tras haberse visto envuelta en varias polémicas por castrar a un corzo, provocándole un serio problema hormonal en su cornamenta; intentar liberar a un jabalí con una enfermedad muy contagiosa y registrar un balance de más de 20 animales muertos en menos de dos años, las críticas por sus acciones se repiten.

La animalista se ha visto relacionada con un «rescate» en el que han colaborado, al menos, dos protectoras, y que ha dado como resultado el apropiamiento de dos crías de zorro y su transporte durante al menos 141 kilómetros en pleno confinamiento por coronavirus.

Así lo ha denunciado el perfil de Facebook El Guarda Smith. Diario de un guarda de caza, colaborador habitual de Cazaworld.

Apropiación de dos crías de zorro

Según informa este perfil,  la historia comenzaría el pasado 23 de marzo. En plena crisis del coronavirus, con gran parte de la población confinada en sus casas, una madre y su hija menor en Arjona (Jaén) se acercan a tirar la basura y junto al contenedor se encuentran dos crías de zorro metidas en una caja de cartón. El Guarda Smith sostiene que el zorro adulto estaría en las proximidades y se habría acercado a buscar comida en la basura. Añade que las crías de zorro se habrían metido en la caja, sin poder salir. Madre e hija cogieron los raposos y se los llevaron a su casa, poniéndoles como nombre Tango y Dylan.

Más tarde contactan con una protectora de la zona llamada “Patitas Cansadas”, publicándolo en sus redes sociales. En ese momento, la activista Dulcinea se entera del suceso y decide contactar con las protagonistas para convencerlas de que se debe llevar a los dos zorreznos, argumentando que la suya es la única protectora que tiene permisos para tener animales salvajes. La animalista informó a las vecinas de Arjona, según informa El Guarda Smith, que es legal tener especies si son cinegéticas, que en el caso de crías no hace falta devolverlas al medio natural y además que que sí se pueden trasportar.

En el perfil El Guarda Smith. Diario de un guarda de caza se pude leer:

«A ver querida Dulcinea:

• Para pedir la posesión de un animal salvaje primero hay que justificar su procedencia, que se suele hacer por medio de un agente de la autoridad o uno de sus auxiliares.
• Justificada su procedencia, la administración hace el permiso correspondiente.
• Da igual que sean crías que adultos. No se pueden trasladar entre comunidades porque puedes trasportar también las enfermedades que porten, salvo autorización administrativa.»

Trayecto de Jaén a Granada

Tras convencer a la mujer y a su hija que cogió los zorros junto a su hija de la necesidad de trasladarlos a su protectora,  la animalista contacta con otra protectora de Granada llamada “Corazones Olvidados” para que pueda alojar a las crías hasta su traslado a Cataluña, donde se encuentra la Reserva Wild Forest.

Dulcinea comienza a realizar publicaciones en sus redes sociales con comentarios, audios, fotos y retransmisión en directo del rescate para que sus seguidores celebrasen tales acciones.

Los pequeños zorros han sido transportados de Jaén a Granada durante el estado de alarma, recorriendo 141 kilómetros hasta la protectora granadina, donde los cuida la voluntaria Cris hasta que sean trasladados a la reserva animalista.

El Guarda Smith asegura haber realizado un seguimiento exhaustivo de todos los hechos, que se muestran en su perfil, con fotos de las publicaciones y conversaciones de todos los sucesos.

Este suceso muestra una nueva acción de la influencer animalista, propietaria de su reserva de animales salvajes.

Este es el creciente balance de muertes en el santuario de animales salvajes que dirige una anticaza

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