«No aceptaremos sentirnos como criminales, intimidados y apuntados con un arma»
El presidente de la Federación Catalana de Caza pide a la consejera de Agricultura que cese la «campaña de desprestigio hacia nuestro colectivo con una disculpa pública por el daño que han vuelto a causar a la imagen de los cazadores».
Redacción | El protocolo de inspección a cazadores que se difundió mediante un vídeo del Cuerpo de Agentes Rurales de Cataluña generó indignación entre el colectivo cinegético. La manera en que los agentes advertirán al cazador a que se desarme y deje su escopeta o rifle fuera de su alcance, y la forma de acercarse a él armados, han motivado que muchos cazadores desaprueben esta metodología para comprobar la documentación durante el ejercicio de la caza.
Sergio Sánchez es presidente de la Federación Catalana de Caza (FCC) y, como responsable de la entidad ubicada en la comunidad autónoma de actuación, ha dirigido un escrito en el que manifiesta su «más profundo malestar» a la consejera de Agricultura, Ganadería
«Desde el principio estuvimos y continuamos hasta la fecha junto al cuerpo de los Agentes Rurales. Como Federación Catalana de Caza hemos entendido que un hecho tan traumático debía llevar al propio cuerpo a introducir medidas para reforzar su seguridad —explica Sánchez—, no sólo en las tareas de vigilancia de la actividad cinegética, sino en las muchas funciones que los agentes desarrollan en el entorno rural y que como cualquier otro cuerpo policial deben llevar a cabo con total seguridad». El presidente de la FCC muestra su sorpresa ante el vídeo que muestra «el protocolo de control de caza más duro que conocemos contra el cazador de toda Europa en el que se trata al cazador filmado como un delincuente peligroso, del cual los agentes esperan una agresión con arma de fuego antes, durante y después del control».
Tratados como delincuentes
Esta metodología no se aplica en ninguna comunidad autónoma española ni en ningún país de la Unión Europea, según señala el comunicado de la FCC. «No es aplicado ni por el cuerpo de Mossos d’Esquadra», afirma Sánchez, que reconoce no tener constancia de ninguna actuación siguiendo este protocolo durante la presente media veda. Una actuación en la que se «da por hecho que el cazador es un delincuente».
Desde la FCC muestran la preocupación de que esta forma de actuar pueda generar «situaciones de nerviosismo y falta de precisión en las acciones de descarga del arma y apoyo en el suelo». «Situaciones de angustia en el seguimiento de las órdenes de los agentes rurales. Y quien sabe si a causa de la orografía y estado del suelo en las diferentes estaciones del año —apunta Sánchez— se pueden generar caídas o accidentes por parte del Agente Rural con el arma larga».
Según datos de la Federación Catalana de Caza, el 99’9% de los cazadores de esa comunidad practican su afición de manera absolutamente legal y así lo reafirman las miles de inspecciones realizadas por el propio cuerpo de Agentes Rurales desde sus inicios. Desde que existe el Cuerpo de Agentes Rurales, nunca ha habido una agresión con arma de fuego por parte de un cazador que practique la caza de manera legal.
Por este motivo, y con el deseo añadido de que la labor del sector en el control de poblaciones sea reconocida socialmente, el responsable de la FCC pide que cese «esta campaña de desprestigio hacia nuestro colectivo de manera inmediata con una disculpa pública por el daño que han vuelto a causar a la imagen de los cazadores y cazadoras catalanas». Sánchez finaliza el escrito a la consejera Jordà i Roura diciendo que «no aceptaremos sentirnos como criminales, intimidados y apuntados con un arma para practicar una afición completamente legal».