Multa de 1.450 euros y 3 años sin cazar por furtivear jabalíes con perros en Huelva
Cuatro hombres han sido condenados a tres años sin poder cazar y una multa de 1.450 euros por el acto de furtivismo que cometieron el 8 de enero de 2013 en un coto privado de la localidad onubense de Hinojos. Los acusados huyeron rompiendo una malla cinegética cuando se percataron de la presencia de la Guardia Civil, que pudo inculparlos por su indumentaria mojada, los perros que llevaban en el maletero de un coche, las mochilas y el alicate que llevaban, así como por el calzado que tenían puesto por coincidir con las huellas encontradas en el coto.
El Juzgado de lo Penal número 3 de Huelva ha condenado a cuatro hombres a tres años de privación de derecho a caza y multa de 1.450 euros por usar perros adiestrados para la caza del jabalí en un coto privado de Hinojos (Huelva), en el entorno del Espacio Natural de Doñana, sin autorización.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, se considera a estas personas responsables de un delito contra la fauna y les impone además el pago de una indemnización conjunta y solidariamente al propietario del coto por los daños causados en su propiedad al tratar de huir del lugar.
Al existir rumores en la zona de la posible organización de una partida de caza «furtiva» para esa noche, se montó un puesto de vigilancia en el que participó la Guardia Civil y el vigilante del coto.
Así, los agentes pudieron apreciar la presencia de un perro que se encontraba suelto realizando la tarea de localizar la presa y avisar a los cazadores para que éstos soltaran los perros de apresar.
Al percatarse los acusados de la presencia de la Guardia Civil decidieron ausentarse del lugar saliendo por malla cinegética que cortaron previamente con unos alicates.
Los acusados se dirigieron a una finca cercana propiedad de uno de ellos y allí fueron sorprendidos apenas dos horas después por los agentes de la Guardia Civil que pudieron comprobar que llevaban aún los pantalones mojados por la humedad de la vegetación, que en el maletero del coche llevaban varios perros y entre ellos el que vieron en el coto y que se encontraban jadeando y en estado de excitación tras haber corrido y ocuparon mochilas y unos alicates.
Los guardias civiles hicieron fotografías del calzado que llevaban los acusados y éstas coincidían con las huellas que en el terreno del coto aún estaban al día siguiente, y otro tanto sucedió con las huellas que dejó el coche que utilizaron.
Informa lavanguardia.com