Medio Ambiente de Castilla y León crea un grupo de trabajo para combatir a la fauna silvestre

La Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León ha formado un grupo de trabajo junto a la Federación regional de caza y las Opas con el fin de buscar soluciones al aumento de poblaciones de especies silvestres. La organización agraria UPA-COAG aboga por declarar como plaga al conejo y al jabalí, a la vez que reclaman a la Administración todos los daños causados por estas especies. Para combatir la plaga de topillos, la administración está distribuyendo entre los agricultores unas «bolsitas» con rodenticida.

El creciente aumento de la fauna silvestre en Castilla y León está originando serios problemas no solo para la agricultura y la ganadería, sino también por la siniestralidad en el tráfico. Las organizaciones profesionales agrarias reclaman un control «riguroso» de las poblaciones que se alimentan del ganado y los cultivos: lobos, ciervos, corzos, jabalíes, conejos, buitres y osos, entre otras especies.

Con el objetivo de tratar de buscar soluciones a esta problemática, la consejería de Medio Ambiente ha creado un grupo de trabajo en el que están presentes responsables de la Federación de caza y de las Opas, el primero de estas características. Ya se ha producido un encuentro reciente y en quince días está prevista otra reunión de este grupo de trabajo para seguir perfilando los temas abordados. La sensación es «positiva» para el coordinador regional de la Alianza UPA-COAG, Aurelio González, que destaca la «receptividad» mostrada por la Consejería de Medio Ambiente, «dispuesta a asumir, estudiar y tener en cuenta las propuestas de las Opas y de la Federación de cazadores».

En la mesa de trabajo se han abordado algunas propuestas interesantes, entre ellas la de proponer las modificaciones necesarias en la orden de caza para agilizar el trámite de las solicitudes, aprovechando que en breve finaliza el periodo de caza. La alianza valora también el ofrecimiento de la Federación de caza para que en todos aquellos cotos en los que por la falta de cazadores no se cubran los cupos asignados, se puedan llevar cazadores de otras zonas.

UPA-COAG abogan por la declaración como plagas del jabalí y el conejo, especies que están causando «estragos» en el campo, y piden que se faciliten todas las medidas de control que permitan la eliminación de ejemplares. Exigen a las administraciones competentes que se ocupen del control de plagas en los terrenos de los que sean responsables. Una reivindicación que esta organización agraria llevará a la movilización convocada este viernes en Valladolid por el futuro del campo. Allí reclamarán a Medio Ambiente que asuma plenamente la responsabilidad patrimonial de todos los daños y perjuicios producidos por los animales silvestres y, en su caso, la indemnización directa del 100% de los daños ocasionados, incluyendo el lucro cesante.

De forma general, los responsables de las organizaciones agrarias exigen un mayor control de estas poblaciones para evitar que su proliferación «eche a los profesionales del medio rural». Una amenaza que, dicen, es «real» en estos momentos.

El grupo de trabajo creado en la consejería de Medio Ambiente tratará de avanzar en este tema a través de propuestas como las presentadas en la reunión de la pasada semana en la que se reclamaron actuaciones preventivas; una autorización de monterías mixtas jabalí-ciervo o jabalí-corzo; la realización de batidas de corzas, o la reorganización de los tipos de precinto, y aumentar su número. En relación al jabalí,UPA-COAG ha solicitado que en los cotos de caza menor, sin necesidad de cambiar sus estatutos, se pueda solicitar una autorización especial para la caza directa de este animal. En los de caza mayor, se propone que no sea necesario indicar una parcela concreta para la localización de los puestos de los cazadores, sino que se indique una zona, y con 24 horas de antelación se señale ya los lugares de los puestos. Propuestas que se analizarán y que serán debatidas en el grupo de trabajo.

Las plagas son una realidad y una «amenaza» para el campo, y el sector quiere soluciones, como ocurre también en el caso del topillo. A pesar de que la actividad de este roedor ha bajado, los agricultores confirman que hay una «permanencia masiva» en las zonas en las que ya estaban estas poblaciones. El temor ahora es que con las altas temperaturas, en la primavera pueda registrarse una «eclosión» y se convierta en una plaga «difícil de atajar».

Asaja critica en este caso las medidas llevadas a cabo por parte de la administración. Su presidente, Donaciano Dujo, subraya que los tratamientos que se están llevando a cabo «no están siendo efectivos». La administración está distribuyendo unas «bolsitas» con el rodenticida que los agricultores están depositando «hura por hura», un trabajo que no resuelve la plaga actual.
Desde la Alianza denunciaban recientemente un repunte de la población de topillos en La Moraña (Ávila), siendo la alfalfa el cultivo más afectado, junto a los trigos y colzas. Las Opas lamentan que una norma imprescindible como la quema de rastrojos se llevará a cabo por parte de la administración autonómica de una forma tan «restrictiva» y «tardía», en palabras de UPA-COAG. Una medida que consideran imprescinble y que podría hacer sido «eficaz».

Informa elcorreodeburgos.com