Máximo Belenguer: «Existe un gran desconocimiento sobre el mundo de la caza»
Desde hace tres años representa a 16.000 cazadores con un objetivo muy definido: cambiar la imagen que hay de este colectivo en la provincia.
Mediante distintas iniciativas dirigidas a los más jóvenes, así como con las mejoras medioambientales en los cotos, busca atraer nuevos federados.
Máximo Belenguer lleva tres años como presidente de la Federación de Caza de Castellón. Empezó en la delegación con Joaquín Cerdá, siendo vicedelegado económico durante cuatro años para, posteriormente, mantenerse en la dirección junto al anterior presidente, Iván Sánchez. Desde que accediera al cargo trabaja incansablemente para cambiar la imagen de los cazadores en la provincia de Castellón.
¿A cuánta gente representa su Federación?
Nosotros representamos a 16.000 cazadores de la provincia y a 170 cotos federados. Tenemos una distribución comarcal, con diez comarcas cinegéticas, sobre las que estamos realizando una serie importante de tareas.
Dentro de esas tareas, ¿en qué líneas están trabajando?
Hay dos líneas de trabajo. Por un lado, la de ayuda a cotos y, por otro, la línea deportiva.
¿En qué se basa cada una?
Dentro de la línea deportiva hay dos tipos de deportes ligados al mundo de la caza: los deportes de cancha, que se realizan en campos de tiro (tiro de codorniz, tiro de paloma, tiro al plato y recorridos de caza); y luego tenemos las competiciones más ligadas a lo que es el lance de la caza, como son la caza menor con perro, la prueba de San Huberto, caza práctica, caza de becadas y el Campeonato de Ibicencos y Xarnegos.
¿Cuál es el principal objetivo que se han marcado desde la Federación?
Dar valor al mundo de la caza porque pensamos que la caza es desconocida. Existe un desconocimiento de la sociedad sobre lo que realmente es el mundo de la caza. Primero queremos dar a conocer el mundo del coto y las mejoras medioambientales que se realizan en todos los cotos porque nosotros, durante la temporada de caza, abatimos unas piezas. Esas piezas tienen un valor cinegético (económico) y ese valor se traduce en una memoria anual que se presenta a la Generalidad y de ahí, un tanto por ciento del gasto se reinvierte en mejoras al medio ambiente.
¿A qué tipo de mejoras medioambientales se refiere?
Rehabilitar las especies que más se han abatido durante la temporada de caza con repoblación de perdiz, de conejo… Y luego recuperar el hábitat de esas especies porque en la provincia de Castellón el bosque va a más y la agricultura va a menos, y unas especies que podían ir ligadas a la agricultura van a menos y otras que casi eran desconocidas en esta provincia como podía ser el jabalí, el corzo y la cabra van en aumento exponencial.
¿Qué perfil tiene hoy en día un cazador?
En la Federación nos hemos dado cuenta que la edad de los cazadores es muy elevada, el colectivo es muy mayor y, por este motivo, hemos iniciado una nueva línea de trabajo para niños. Sabemos que es muy complicado porque los colegios lo ven negativo y se cierran en banda, pero hemos entrado en algunos centros con simples concursos de dibujo y de fotografía de especies salvajes, nada ligado con la caza.
Es un primer paso, ¿no?
Sí, ese es el primero que dimos y el segundo año ofertamos dentro del currículum de los colegios arco en educación física y cetrería en las jornadas de puertas abiertas. El año pasado nos lanzamos a organizar la primera escuela de verano de la Federación de Caza.
¿Dónde y en qué consistió?
Se ofertó en La Llosa, era gratuita porque lo costeamos todo desde la Federación, y tuvo muchísimo éxito ya que se matricularon muchos niños. En esa escuela no se les enseñó a cazar sino que lo que se hizo es que se trabajó con una protectora de perros que les enseñó a cómo tratarlos, vinieron de la Once con perros guía; luego fueron a ver la albufera de La Llosa con las barcas de los cazadores para ver los animales; vinieron de la Asociación de Hípica, colombaires y perros de muestra de cazadores, agentes medio ambientales…
¿Se va a mantener este año esta iniciativa?
Sí, pero daremos un paso más porque ya tenemos cuatro escuelas de verano en Almassora, Borriol, Vall d’Alba y Alfondeguilla.
Si eso va a más es porque existe cierto interés por la caza.
Claro y nosotros para los niños creemos que es la línea que tenemos que seguir. Tenemos que quitar rápidamente la mala imagen que tenemos los cazadores, que es muy complicado y es una tarea a largo plazo, y luego tenemos que inculcar a los niños desde los colegios el bien de la caza para que se pueda retroceder y cambiar un poco el ciclo.
¿Por qué tienen esa imagen?
Esa mala imagen viene porque los cazadores nunca hemos dicho nosotros cómo somos sino que otros colectivos son los que se han dedicado a decir cómo somos. Por eso nos tenemos que dar a conocer.
Entonces, ¿cómo definiría a su colectivo?
Somos un colectivo que estamos repartido en toda la provincia de Castellón, somos asociaciones en muchos pueblos con el mayor número de miembros y eso quiere decir que el mundo de la caza está vivo aunque parezca lo contrario.
Por lo tanto, hay que darle valor a ese mundo, ¿no es así?
Sí, porque como mínimo la sociedad debe poder valorarlo. Puede estar a favor o en contra, pero que lo conozcan. No puedes decir que es malo sin saberlo. Cada uno que llegue a su conclusión pero teniendo fundamentos y es a lo que nos queremos dedicar, sobre todo, en los medios de comunicación y en charlas que estamos haciendo en ferias de caza.
¿Cuántas más o menos hacen al año?
Pues al principio solo se hacía una en Vilanova d’Alcolea y este año se han hecho una en Rosell, otra en Morella, la de Vilanova, Barracas y nos faltan la de la Vall d’Uixó y Atzeneta.
Ese es el tipo de actividades dirigidas a ese público adulto del que hablaba antes.
Correcto, pero en las ferias también se hacen actividades para los niños. Ahí sí que van los cetreros y les enseñan los vuelos de las águilas, por ejemplo.
¿Hacen alguna otra actividad con sus federados?
Sí, damos servicio a los federados porque somos una federación deportiva, pero damos servicios añadidos a todos los cazadores porque llevamos seguro de responsabilidad civil, seguro de daños propios, seguros para los perros… y, a parte de todos los seguros y de tramitar las licencias de caza y llevárselas a los cazadores a los pueblos, tenemos servicios jurídicos y un gabinete de ingenieros de montes.
¿Se recicla de algún modo el colectivo?
Sí, tenemos lo que llamamos la «escuela de caza», donde hacemos cursos de seguridad en las batidas (dos al año), el de adiestramiento de perros y bienestar animal, control de predadores… Hemos dado también cursos de gestión de coto, que es una entidad sin ánimo de lucro como cualquier otra asociación… Y también, como se instauró por parte de la Conselleria un examen para ser cazador, lo que hacemos es hacer cursos de preparación para dicho examen. El curso se realiza on line o de forma presencial, y hay una parte teórica y otra práctica. Hemos tenido una gran respuesta y cada vez se presenta más gente.
Yolanda Peris Castelló para levante-emv.com