Luces y sombras del nuevo Reglamento de Caza de Andalucía

La ordenanza publicada en agosto ofrece incertidumbre por los plazos administrativos y gran expectación por las nuevas modalidades incluidas.

El nuevo Reglamento de Caza para la Comunidad Autónoma de Andalucía es ya una realidad tras cinco años de trabajo, reuniones y alegaciones a distintos borradores. Entró en vigor el pasado agosto y con el inicio de la temporada de caza mayor empiezan ya a vislumbrarse sus sombras y luces.

Existe unanimidad al afirmar que la reducción de la carga burocrática es la medida más importante de este reglamento. Pero el que haya menos papeleo no implica que haya menos problemas. Así lo señala el gestor cinegético Cristóbal Sánchez, quien señala que «hemos avanzado en ciertas cosas pero no se ha hilado del todo bien». Así, la sustitución de los permisos de montería por una declaración voluntaria es todo un acierto.

Se acabó todo el papelo para solicitar una batida y esperar a que la administración lo autorice. Ahora basta con anunciar la fecha en la que se celebrará la montería y en el mismo día que se entrega la declaración voluntaria, si no hay nada que lo impida, se da por autorizada. Antes se obtenía un permiso expedido por la Junta, pero ahora no hay nada y «hasta el último día te pueden comunicar que se suspende», señala Sánchez, con lo cual se genera un clima deincertidumbre.

Nuevas modalidades de caza

El reglamento «va a ser muy positivo cuando se consolide y va a ser muy beneficioso para los cazadores», señala a ABC el presidente de la Federación Andaluza de Caza (FAC), José María Macheño. Y es que existe «una veintena de materias que necesitan ser desarrolladas mediante órdenes, resoluciones o instrucciones internas», indica Mancheño. Es decir, el nuevo reglamento reconoce nuevas modalidades de caza, pero hasta que no haya una norma que las desarrolle «no vamos a saber su repercusión ni vamos a poder beneficiarnos», indica el responsable de la FAC.

Entre los aspectos positivos está que se solventa la presencia de menores en las cacerías, que no podrán participar en acciones de caza; o que se define el «puesto doble» o «puestos desdoblados» en pro de la seguridad. Y lo más importante para el sector, que se se reconocen modalidades muy demandas como el aguardo nocturno de jabalí, las batidas de gestión, la caza con perros de madriguera o el reclamo de perdiz sin muerte, entre otros.

Informa abc.es