Los vecinos de un municipio de Betanzos recogen firmas para solicitar batidas al lobo

19 abril, 2017 • Noticias de caza

En el municipio gallego de Irijoa llevan meses recogiendo firmas para pedir a la administración que autorice batidas a los lobos para intentar frenar los daños que provocan en la ganadería local. Los ganaderos y los defensores del lobo no entienden la situación de la misma manera, y unos son partidarios de las batidas mientras no haya mejores soluciones mientras que los defensores se oponen a ellas. El presidente de la comunidad vecinal Monte en Man Común de San Antón de Irijoa es partidario de que haya lobo, «pero hay que ver dónde».

Foto de archivo de un caso de ataque de lobos a un potro.

En algunos puntos de la provincia ya han dicho basta a los ataques del lobo. En Irijoa llevan meses recogiendo firmas para solicitar batidas que minimicen los daños en la ganadería así como en las mascotas de las casas. En Vilasantar, una granja de ovejas supera de largo el centenar de bajas desde el 2002 por ataques. Pero la cuestión es mucho más compleja. Tanto, que el lobo, verdugo para muchos, es en realidad una víctima del poder destructivo del hombre.

¿Por qué hay más ataques cerca de las casas?

«Hemos destruido el hábitat del lobo, el eucalipto lo invade todo y se ha reducido mucho el censo del garrano, el caballo salvaje que supone la parte más importante de la dieta del lobo». Lo explica Jesús Criado, miembro de la Asociación Medioambiental Grupo Lobo Galicia y responsable del censo independiente de esta especie en el norte de la comunidad. «La Junta declaró este caballo salvaje como doméstico, con las consecuentes obligaciones para los dueños y se acabó reduciendo esta especie, lo que obliga al lobo a buscar comida en otros lugares».

¿Cómo está respondiendo la Administración al conflicto del lobo?

Aquí sí coinciden ganaderos y defensores del lobo: «Mal». Jesús Criado recuerda que en el 2016 regresaron las ayudas para medidas preventivas contra los ataques (vallas, mastines…). «Pero no se concedían desde el 2012, y además con muy poca publicidad, porque de 200.000 euros quedó la mitad sin cubrirse», explica el miembro de Grupo Lobo Galicia, con sede en Narón. Y los ganaderos siguen esperando medidas que no llegan. «Llamé a Conservación de la Naturaleza varias veces y todo han sido buenas palabras, pero soluciones cero y apoyos cero», espeta José Manuel Bretón, presidente de la comunidad vecinal Monte en Man Común de San Antón (Irijoa). Precisamente la pasada semana se quedaron aquí sin un becerro por el ataque del lobo. «La Junta tiene que hacer sus estudios; hay que tener lobo, pero hay que ver dónde».

¿Sirven de algo las batidas de esta especie?

La Junta es muy reacia a concederlas. La presión de las asociaciones ecologistas sobre la Administración en este apartado es muy importante. Y tampoco ayuda el último episodio de Friol, donde el balance fue de un perro muerto. ¿Pero sirve de algo autorizar la batida de una única unidad? «Si matas a un miembro de una manada acabas deshaciendo ese grupo y al final cada uno irá por libre a cazar especies más pequeñas», explica Jesús Criado, obviamente contrario a este tipo de prácticas cinegéticas. Menos contundente es Bretón. «Soy conservacionista y me gusta que haya lobo, pero con unas condiciones –explica este vecino de Irijoa-; aunque si no hay una solución inmediata tendremos que tomar medidas... Ante una situación como la que se está dando, si no se toman otras medidas mejores, yo me inclino por la batida».

Informa Toni Silva para lavozdegalicia.es


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