Los orígenes del podenco canario
No tardaron mucho los aborígenes que allí habitaban en fijarse en las cualidades de estos perros para la caza […] una de ellas fue que en muchas ocasiones estos se quedaban en los montones de piedras parados y marcando dentro de ellos la situación de un conejo. Esto propició que los aborígenes se aficionaran a seguirlos y levantar esas piedras después para coger los conejos.
El podenco canario es una de las razas insignia del territorio español. Endémico de las Islas Canarias, la adaptación que ha tenido a las mismas ha sido perfecta, siendo uno de los emblemas de esta tierra. Se ha llegado a calcular que posee más de 7000 años de antigüedad.
Poco a poco, con el tiempo y tras demostrar su valía en el ámbito cinegético en multitud de modalidades, cada vez se pueden ver más ejemplares a lo largo y ancho de la península, usados tanto para caza mayor como para la menor.
En este caso hablaremos del origen de esta espectacular raza, de cómo llegó a nuestro territorio y evolucionó hasta lo que hoy es, una raza con bastante auge, ganado totalmente por derecho gracias a sus cualidades para la caza y a su espectacular morfología.
Como prácticamente la totalidad de las razas de podencos que se encuentran en la península ibérica y sus islas, para encontrar su origen debemos remontarnos a la época de los fenicios, los griegos, los cartaginenses e incluso los egipcios, ya que griegos, fenicios y cartaginenses fueron los que introdujeron en nuestro territorio a los antepasados de nuestros podencos y los egipcios fueron los primeros en adiestrarlos, seleccionarlos y utilizarlos, tomando como origen el Tésem o Lebrel Africano.
Haciendo un repaso a las referencias históricas y los muchos escritos que han aparecido hasta la fecha, y que hacen referencia directa o indirectamente a los perros canarios, en las cuales esos perros se pueden identificar claramente como podencos, podemos observar su origen más probable y mejor contrastado. Estas referencias identifican la aparición en Canarias de estos perros traídos directamente de la parte oriental del mediterráneo por parte de los pueblos que citábamos al principio, junto con otros que compartían la cultura egipcia. Estos perros junto con estas culturas se fueron asentando por todo el norte de África y toda la vertiente del mediterráneo. En las diferentes zonas donde se extendieron, los perros se adaptaron y evolucionaron creando muchas de las diferentes razas que conocemos en la actualidad como el pharaoh hound, el cirneco del Etna o el podenco ibicenco entre otros.
En cuanto al podenco canario, su caso es prácticamente idéntico.
Estado salvaje y domesticación
Una vez que llegaron sus antepasados a las Islas, estos vivían prácticamente en liberdad, favorecidos por el clima insular. No tardaron mucho los aborígenes que allí habitaban (muy emparentados con los guanches de la isla) en fijarse en las cualidades de estos perros para la caza, ya que en su estado casi salvaje pasaban gran parte de su tiempo cazando con mucho éxito. De hecho apenas se les daba de comer por lo que ellos mismos en la mayoría de los casos se proporcionaban su propio alimento. Entre las muchas cualidades que pudieron observar en estos perros, una de ellas fue que en muchas ocasiones estos se quedaban en los montones de piedras (muy comunes en las islas) parados y marcando dentro de ellos la situación de un conejo. Esto propició que los aborígenes se aficionaran a seguirlos y levantar esas piedras después para coger los conejos, los cuales les iban a servir como alimento. Estos motivos ayudaron a que con el paso del tiempo se produjese su domesticación y cría intencionada para la caza.
Estos sucesos se ven refrendados con la aparición en numerosos enterramientos y tumbas, muchos de ellos siguiendo los ritos propios de la cultura egipcia en los que aparecían restos de perros con una morfología muy parecida a la de los actuales podencos. La evolución tanto funcional como física que sufrieron estos podencos con el paso de los años hizo el resto hasta llegar al perro que hoy todos conocemos.
Otra de las teorías que se han barajado hasta la fecha, habla del origen del podenco canario ligado a la introducción en las islas canarias de podencos baleares acompañando a los frailes mallorquines que en el siglo XIV, los cuales acudieron a evangelizar las Islas Canarias. Esta teoría se basa en una posterior adaptación física y funcional de estos podencos baleares hasta convertirse en los podencos canarios de hoy día. En todo caso, esta teoría reflejaría un origen común en el antiguo Egipto, teniendo como pariente más primitivo, como decíamos antes, al tésem (lebrel africano), desplazado poco a poco hacia el extremo occidental mediterráneo. Lo que la diferencia es que entre medias habría habido un paso evolutivo intermedio entre esos podencos baleares y los actuales podencos canarios, no una adaptación y evolución directa como parece que realmente sucedió. Como decíamos y tras conocer todos los indicios que apuntan a la primera teoría, esta es casi con total seguridad la menos probable.
Durante el paso del tiempo se encontraron muchas descripciones referentes a antepasados de los podencos canarios actuales ya que su aparición en numerosos escritos del Siglo XV sobre la zona es bastante frecuente.
En ocasiones estos antepasados eran descritos como perros con un gran parecido al lobo pero de menor tamaño o incluso se llegó a hablar de perros con las orejas algo más gachas y rabo caído pero que nada tenían que ver con lo que se conoce como perros majoreros. Algún estudio posterior habla de los primeros perros canarios como perros que guardaban cierta similitud con el dingo australiano, una descripción que podría coincidir en muchos puntos con la del propio tésem.
Podencos y hurones
Con el paso de los años y debido a la domesticación de otro animal como el hurón se acabó practicando la caza conjunta con podencos y hurones en la zona, modalidad que perdura en la actualidad.
Cuenta alguna de las publicaciones que mencionábamos antes que algunos cachorros de podenco canario fueron regalados al rey Juga, el cual reinaba en parte del territorio canario y que también tenía hurones. Éste practicó la caza conjunta con estos, ya que la caza era una práctica cotidiana de la nobleza. Se cuenta que este rey pedía que se le mandasen tanto podencos como hurones seleccionados de islas muy concretas y de primerísima calidad para la caza.
En cuanto a la historia reciente del podenco canario cabe resaltar que las primeras concentraciones de ejemplares de esta raza se empezaron a realizar en 1980. En 1982 se presentó la raza y se creó el Club Español del Podenco Canario. En 1984 fue reconocida la raza por la (RSCE) y en 1987 finalmente fue reconocida por la Federación Cinológica Internacional, siendo la raza que hoy día conocemos y la cual muchos tenemos la gran suerte de poder disfrutar.
José Andreu
Podencos Canarios de la Sierra