Los cazadores se ofrecen para controlar la superpoblación de jabalíes en el Parque Natural del Desierto de las Palmas
La Administración valenciana descarta la propuesta de los cazadores y valora otras medidas como la esterilización y las jaulas trampas.
Los cazadores se han ofrecido a la Consejería de Medio Ambiente para realizar batidas y controlar la superpoblación de jabalís en el Desierto de las Palmas, a pesar de que la administración no contempla de momento esta medida y prioriza otras, como las jaulas trampa y la esterilización.
En el Centro de Interpretación la Bartola se reunió la directora del parque, Gloria Romero, con representantes de la Unió de Llauradors i Ramaders, miembros de la Delegación Territorial de Caza de Castellón, los presidentes de los clubs de cazadores de Borriol, Puebla-Tornesa y Benicasim, representantes de los ayuntamientos de las localidades limítrofes, agentes medioambientales de la zona y el director territorial, Antonio García, para tratar la grave situación que la sobrepoblación de jabalís genera en el parque natural y los montes colindantes.
Cifras y cazadores
Los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente expusieron un estudio que reflejaba que la población actual de jabalí en el parque supera los 750 ejemplares en las 3.200 hectáreas que lo conforman, lo que significa que la densidad media es de 25,2 ejemplares/km2, cinco veces más que la óptima, que está estimada en cinco y que, por tanto, habría que reducir en un 66,3% en los próximos años.
Teniendo en cuenta la grave situación en la zona por la superpoblación, la Federación de Caza y los presidentes de clubs de cazadores de los términos que rodean el parque natural ofrecieron su colaboración a través de ganchos, batidas o esperas.
Por su parte, los técnicos de la administración expusieron métodos alternativos no cinegéticos, como la esterilización química a través de la disposición de jaulas trampa y el uso de suprelorin (duración de la infertilidad 18 meses) con un coste de 340 euros por cada animal y con la consiguiente autorización previa.
La solución expuesta durante la reunión por la directora del parque se basa en el desarrollo de un plan de actuación que englobase tanto las actuaciones no cinegéticas a corto plazo (jaulas trampa, esterilización…) como, en caso de urgencia, medidas de carácter cinegético.
Sin embargo, no contempla, de momento, la organización de batidas para frenar la grave situación que vive el entorno ahora.
Esta decisión afecta de manera directa a los agricultores, que ven peligrar sus cosechas, por lo que esperan un plan que no saben si se redactará, así como el riesgo de accidentes de tráfico provocados por los desplazamientos de estos animales. Hay que tener en cuenta que hay varias carreteras próximas al parque natural con gran afluencia de tráfico, como la CV-147, la AP-7 y la CV-10.
Informa elperiodicomediterraneo.com