Los cazadores de Navarra valoran no cazar en protesta por la responsabilidad en atropellos a jabalíes que les achacan

26 septiembre, 2017 • Noticias de caza
Imágenes de un accidente de una furgoneta Fiat Dobló con 4 jabalíes.

Imagen de un accidente de una furgoneta Fiat Dobló con 4 jabalíes.

El cambio de legislación atribuye la responsabilidad en siniestros al titular del coto cuando se demuestre que el mismo día del accidente o en las 12 horas anteriores hubo una batida de caza.

La Asociación de Cazadores de Navarra (Adecana) está valorando dejar de cazar fauna cinegética (jabalíes, corzos o ciervos) como medida de protesta por el cambio de ley introducido el año pasado y que les responsabiliza de los atropellos a este tipo de animales en los días que se demuestra que un coto ha organizado una batida de caza. Sostienen que el elevado número de reclamaciones que están recibiendo por parte de las compañías aseguradoras ha puesto en serio peligro la viabilidad económica de un buen número de cotos de caza, que ven con preocupación como su póliza de responsabilidad civil se ha encarecido o incluso, según relata Carlos Irujo Beruete, presidente de Adecana, en algunos casos concretos tienen dificultades para encontrar una compañía que les asegure. Es más. Consideran que esta ley es injusta, ya que las compañías aseguradoras están reclamando a los cotos daños por accidentes ocurridos en día de caza a varios kilómetros del lugar del accidente. Por todo esto, piden que se modifique cuanto antes y que se acometan actuaciones en varios puntos kilométricos de determinadas carreteras, como la NA-240-A en Erice de Iza y Sarasa o en la NA-7010 en Egillor.

Esta protesta de los cazadores para que cambie la ley no es nueva. Surgió en el mismo momento que el Gobierno de Navarra modificó la anterior normativa, elaborada en 2005 cuando José Andrés Burguete, de CDN, era consejero de Medio Ambiente. Las críticas fueron tanto en las formas como en el mismo fondo de la cuestión.

El procedimiento que empleó el Gobierno foral para cambiar la ley fue aprovechar una disposición adicional en la ley de presupuestos para adaptar la legislación navarra de caza y equiparla a la normativa estatal de tráfico, en vigor desde el mayo de 2014. Esta manera de actuar contrastó sobremanera con cómo se elaboró en 2005. Fue debatido en los órganos consultivos que existen en la Comunidad foral, la comisión asesora de caza y el consejo navarro de Medio Ambiente. Entre ambos órganos consultivos aglutinan a una veintena de entidades entre sindicatos, sociedades de cazadores o ecologistas. De hecho, el artículo 4 de esta ley explicita que “en las decisiones relativas a los aprovechamientos cinegéticos y pesqueros se procurará la mayor participación social”.

El amplio consenso con el que contó la ley de caza 2005 choca con el procedimiento utilizado entonces. “El argumento del Gobierno de Navarra es que tenía que adaptar la legislación foral a la estatal. Esto no es así. La competencia de caza es de Navarra”, sostiene Carlos Irujo que pone como ejemplo las leyes de caza de Aragón o País Vasco.

El auténtico quid de la cuestión se encuentra en el cambio en los criterios de a quién corresponde la responsabilidad en los casos de atropello. Antes del 1 de marzo de 2016, cuando un conductor atropellaba a un jabalí la responsabilidad podía recaer o bien en la Administración, por un mal mantenimiento de las infraestructuras, en el conductor, por un exceso de velocidad o en el propio coto de caza. El artículo 86 de esta ley establecía que los cotos serían responsables “solo en los casos en los que el accidente sea consecuencia de la negligencia en la gestión del terreno acotado o de la acción de cazar”. Es un sistema de responsabilidad objetiva, tal y como se establece en el preámbulo de la ley, y que aún sigue vigente.

En el período comprendido entre 2009 y 2013 se atropellaron en Navarra una media de 450 jabalíes al año. Buena parte de los daños materiales ocasionados en estos sucesos los sufragaba el Gobierno de Navarra. La cuantía media de cada uno de estos siniestros era de unos 1.600 euros.

Ahora en cambio, el responsable del atropello es el conductor o bien el coto de caza en aquellos casos en los que se demuestre que el mismo día del accidente o en las 12 horas anteriores hubo una batida de caza. Ahora mismo son los propios cazadores de los cotos quienes informan al Gobierno foral de sus batidas.

Por eso, entre las opciones que se plantean los cazadores se encuentra la de dejar de informar de su actividad. “Es al Gobierno de Navarra a quien le corresponde el control de la fauna en Navarra. En ocasiones, recibimos presiones de la Administración foral para cazar. No nos pueden pedir que cacemos más para después, reclamarnos un buen número de daños por accidentes”, señala Carlos Irujo, quien considera, además, que las jornadas de caza, suelen ser de jueves a domingo, se multiplica el tráfico, lo que también provoca un mayor número de atropellos”.

Más de 30 reclamaciones

El pasado 1 de septiembre comenzó la temporada de caza del jabalí. Desde entonces Adecana ha recibido una veintena de notificaciones de compañías aseguradoras que le reclaman por daños en vehículos. “La situación, ahora mismo, es insostenible. Cada día hay más jabalíes y corzos en toda la zona centro y sur, especialmente por la zona del Canal de Navarra, donde llega el regadío. Muchos jabalíes se han asentado en zonas de maizales. ¿Qué pasaría si dejáramos de cazar durante todo un año? Los cazadores somos parte de la solución, no del problema”, reivindica Carlos Irujo.

Reducir los atropellos a jabalíes es posible. Al menos, así lo sostiene la Asociación de Cazadores de Navarra. Como ejemplo de una buena actuación administrativa ponen la Autovía del Pirineo (A-21). “Gracias al empeño de los técnicos medioambientales del Departamento se han instalado bastantes pasos de fauna, tanto subterráneos como alguno elevado, incluso en el alto de Loiti, un lugar emblemático. Buena prueba de esta actuación es que en esta vía de alta capacidad ocurren muchos menos accidentes que en el resto”.

Entre las peticiones de esta asociación se encuentra que se instalen en autopistas y autovías pasos de fauna, “prioritariamente subterráneos” para que afecten lo menos posible al paisaje o elevados en los puntos que se consideren más oportunos”.

Donde no sea posible la instalación de pasos subterráneos o elevados por cuestiones técnicas, quieren que se habiliten pasos de fauna para que los animales atraviesen las carreteras. Junto con esta medida, consideran que a ambos lados de aquellas zonas donde se tienen constancia de las sendas por donde cruzan los animales haya un sistema de vallado cinegético. Sería de mayor a menor anchura.

Otra de las medidas que también contribuirían a reducir estos accidentes es una mejor mantenimiento de las carreteras. “Con el fin de mejorar la visibilidad de los conductores y darles tiempo a frenar si constatan la presencia de animales, habría que desbrozar maleza, arbolado y cultivos de alto porte”.

Además de ello, en los puntos más conflictivos han pedido que además de las señales se establezcan limitaciones de velocidad.

Informa Rubén Elizari para diariodenavarra.es


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