Los cazadores muestran su total rechazo al furtivismo y al tráfico ilegal de carne de caza

Los cazadores celebran la última operación realizada en Zamora contra la venta ilegal de carne de caza.

Consideran que esta operación ha servido para «limpiar» el sector de quienes realizan prácticas ilegales.

Redacción | El furtivismo no es caza. Esa es una de las premisas que comparte el sector cinegético de nuestro país, más aún conociendo los graves perjuicios que el furtivismo supone para el mundo de la caza.

Prueba de ello ha sido la celebración por parte de los cazadores del resultado de la última operación realizada por la Guardia Civil en Zamora, en la que se ha desmantelado una trama con 16 detenidos por presuntos delitos contra la salud pública, intrusismo profesional, falsificación documental y relativos a la flora y fauna en el entorno de la Sierra de la Culebra.

Detenciones aplaudidas por los cazadores

Esta operación ha sido reconocida de manera muy positiva por los cazadores y gestores de la zona al considerar que ha servido para «limpiar» el sector de quienes realizan prácticas ilegales. Antonio José de Prada, presidente de la Asociación Zamorana en Defensa de la Caza y de la Pesca, ha manifestado que «los cazadores no se identifican con prácticas ilegales». También se ha referido a la operación realizada por la Guardia Civil añadiendo que «afortunadamente se ha parado y servirá para que en lo sucesivo se adapten a las normas», refiriéndose al resto de cazadores.

De Prada ha advertido de la peligrosidad que suponen las practicas de tráfico ilegal de carne de caza y su repercusión negativa para el sector, exponiendo que «en el fondo van contra el sector porque pueden darse casos de triquinosis». Finalmente ha hablado de los beneficios sociales que podrían suponer una correcta gestión de estos recursos, generando una riqueza para el entorno rural y muchos puestos de trabajo «si algún valiente decide poner en marcha una empresa de procesado y de comercialización de la carne de caza».

Por otra parte, el delegado provincial de Caza de Zamora, José Antonio Prada, ha hablado sobre la parte positiva de la operación «porque la Ley es para todos y hay que hacer las cosas bien».

Datos de la investigación

La alta densidad poblacional de especies cinegéticas de caza mayor en la zona supuso durante la pasada temporada de caza una mayor permisividad por parte de la Junta de Castilla y León a la hora de abatir animales, por motivos de control poblacional. Esta medida supuso la posibilidad de poder abatir hembras de ciervo y corzo sin límite de cupo por parte de los cazadores. Esto incrementó el número de hembras abatidas, al menos 700, lo cual generó un movimiento inusual de carne de caza que alertó a la Guardia Civil, que decidió iniciar una investigación en diciembre de 2017.En la operación se realizaron una serie de actuaciones y controles sobre cazadores y empresas que se dedican a la gestión y compra venta de este tipo de carne, con el fin de destapar posibles irregularidades como ha sucedido finalmente.

El furtivismo no es caza

El mundo de la caza siempre ha mostrado su total rechazo hacia el furtivismo. Estas prácticas ilegales suponen un gran perjuicio, no solo para el sector cinegético sino para la flora y fauna salvajes, algo por lo que los cazadores siempre han sentido una gran empatía.

En abril de 2018, la Real Federación Española de Caza (RFEC) valoró muy positivamente la aprobación del Plan de acción español contra el tráfico ilegal y el furtivismo internacional de especies silvestres por parte del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), que fue publicado en el BOE. «A igual que todos los cazadores, la RFEC condena el furtivismo y el tráfico ilegal de especies», aseguró el por aquel entonces presidente federativo, Ángel López Maraver.

Además, la Oficina Nacional de Caza (ONC) siempre ha valorado la labor de Guardia Civil en su lucha constante contra el furtivismo en el territorio español.

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