Los cazadores abaten en una temporada 12.000 jabalíes en Asturias

Solamente en dos municipios asturianos no se denunciaron daños provocados por suidos, aunque la diputada de Foro Carmen Fernández cree que hubo daños en todos.

12.000 jabalíes. Ese es el número de suidos abatidos en cacerías el año pasado en Asturias. Así lo indicó ayer el consejero de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Fernando Lastra, en su comparecencia en el pleno de la Junta General del Principado. En el mismo contexto informó de que fueron denunciados daños por estos animales «en todos los concejos asturianos excepto en dos: Gozón y Carreño».

Lastra, que contestó así a una pregunta presentada por la diputada de Foro Carmen Fernández, quiso resaltar el valor de los cazadores como «primer eslabón del equilibrio» natural y como garantes de la conservación. «Creo que merece la pena poner en valor el papel social de la caza y decirles a los cazadores que tenemos la responsabilidad de discutir sobre la situación de su actividad y el papel que deben tener en la conservación y que les vamos a otorgar», puso de manifiesto.

Carmen Fernández apuntó algunas medidas complementarias a la caza para evitar que los jabalíes se acerquen a las ciudades. Entre ellas propuso batidas para asustar a los animales o la colocación de repelentes olfativos y gustativos. El consejero recogió el guante e indicó que «algunas de sus sugerencias merecerán ser analizadas».

Pero la diputada de Foro cree que la presencia de los jabalíes afecta a todos los concejos asturianos. Uno de los que no presentó daños, el de Carreño, es el suyo, por lo que explicó que «personalmente he visto daños, por lo que me arriesgo a pensar que en el municipio vecino de Gozón también los hay, a pesar de que no se hayan denunciado».

Es por ello por lo que la diputada exigió del Ejecutivo regional «plantear soluciones que necesariamente tienen que tener como objetivo controlar la población de jabalí, impedir su presencia en zonas urbanas, disminuir los daños y mejorar la compensación de aquellos de imposible desaparición». Otra reclamación de Carmen Fernández es que se deje de considerar a las zonas periurbanas como seguras, con el fin de que se puedan organizar batidas de caza.

Este problema tiene relación, según la diputada de Foro, con el aumento de la población de lobos, que «obligan a los jabalíes a desplazarse a las zonas más bajas, con mejor temperatura y alimento, que disparan su reproducción. Como resultado, los jabalíes se acercan y aparecen en los pueblos y ciudades asturianas».

Por esta razón, desde la consejería se quiere dar el mayor protagonismo a las sociedades de cazadores. Hay que tener en cuenta que el año pasado se abatieron 12.000 ejemplares cuando la media de los ejercicios anteriores era de 8.000.

Informa Marco Menéndez para elcomercio.es