Los ataques del lobo al ganado se multiplican por cuatro en Castilla y León en diez años

15 junio, 2017 • Noticias de caza

El Gobierno de Castilla y León aporta un incremento de ataques de lobo de 446 en 2008 a 1.882 en 2016, con 3.355 cabezas de ganado muertas en este último año.

Las organizaciones agrarias esperan que el estatus del lobo cambie al sur del río Duero con el fin de que pase a ser especie cinegética y pueda gestionarse.

Los ataques del lobo en Castilla y León se multiplicaron por cuatro en los últimos ocho años y pasaron de los 446 de 2008 a los 1.882 en 2016, cuando estos cánidos acabaron con 3.355 cabezas de ganado. Unas cifras que hoy aportó el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, a las organizaciones profesionales agrarias de la Comunidad, Asaja, la Unión de Campesinos de Castilla y león (UCCL) y La Alianza UPA-COAG, que tacharon los datos de «escándalo».

El encuentro sirvió para analizar un comunicado de la Comisión Europea del pasado 27 de abril, dirigido al Parlamento, Consejo, Comité Económico y Social y Comité de las Regiones, titulado ´Plan de Acción en pro de la naturaleza, las personas y la economía´ para modificar la directiva de hábitat y abrir la posibilidad de flexibilizar los mecanismos de control de las poblaciones de lobos al sur del Duero. Junta y opas acordaron una nueva reunión a mediados de este mes de mayo para realizar aportaciones al texto, que en principio valoraron de forma positiva, aunque insistieron en que «lo ideal hubiera sido cambiar el estatus del lobo a especie cinegética como en el norte del Duero».

Las cifras que hoy facilitó el consejero reflejan que la mayor parte de los ataques el año pasado se registraron en Ávila, 811 con 931 cabezas de ganado abatidas. Asimismo, en Segovia se produjeron 240, con 473 animales afectados; en Zamora 197 con 754 reses dañadas; en León 194 con 326 bajas, y en Salamanca, 183, con 438 cabezas muertas. Además, en Palencia los lobos protagonizaron 180 ataques a 215 cabezas de ganado; en Burgos 61 sobre 187 animales; en Valladolid 12 con 25 cabezas muertas; y en Soria cuatro con seis.

El consejero relató que en los cuatro primeros meses del año, en relación al ejercicio anterior, mermaron considerablemente los ataques en Salamanca, 56 frente a 110 el año anterior; y en Zamora sur, once frente a 33; mientras que se elevaron en Ávila, 273 en 2017 cuando el año pasado sumaron 261; y sobre todo, en Segovia, 102 frente a 72 del año 2016.

El titular de Medio Ambiente también precisó a las opas que durante el año pasado, se programó un cupo de caza al norte del Duero para esta especie de 140 ejemplares, y sólo se abatieron 91, es decir, el 65 por ciento, una situación que fue muy criticada por las organizaciones agrarias porque cada vez hay más lobos y no se abaten los previstos ni en la zona cinegética.

El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, constató que «ante esta situación, cualquier cosa que se haga para intentar controlar el lobo y que los ganaderos no pierdan está más que justificada». Dujo expuso que en la reunión se recordó que el seguro frente a los ataques que arrancó en mayo del año pasado está funcionado bien, y los ganaderos cobran de media a los 23 días. Sin embargo, incidió en que el ganadero lo que quiere es que no haya ataques.

En cuanto a la comunicación de la Comisión Europea indicó que lo estudiarán y presentarán sus alegaciones para «poner su grano de arena» al respecto. «Queremos dotar de un mecanismos a la Consejería de Medio Ambiente para que pueda actuar conforme a unos informes técnicos y de sentido común para dar batidas de lobos que provocan daños al sur del Duero y están echando a los ganaderos». Aseveró que es preciso que la junta cuente con este «paraguas» para no estar bajo sospecha siempre que tenga necesidad de abatir un animal. En resumen, «tener más capacidad de acción para control y bajar los daños del lobo».

Dujo también informó de que durante el encuentro se analizó el impacto de la fauna salvaje en general sobre el campo, en materia económica, sanitaria o vial, y anunció a Ical, que la semana que viene mantendrán otra reunión para intentar mejorar las condiciones de la caza mayor en la Comunidad, para reducir sus poblaciones. Y es que, «Castilla y León tiene más lobos y animales salvajes de los que puede aguantar y soportar», sentenció.

El coordinador de La Alianza, Aurelio González, incidió en que estos datos son una «barbaridad», unas cifras escandalosas que responden, dijo, a una población de 1.800 lobos, que podría ser mayor porque todos no están localizados. El responsable de UPA advirtió de que la población actual de lobos es «muy difícil de soportar» y es preciso que tanto la Administración nacional como la europea «tengan claro que es precio controlar las especies y que haya un equilibrio en relación con el territorio porque si se rompe se acaba echando a los ganaderos».

González dio la bienvenida al paso dado desde Europa y aclaró que «nadie esta hablando de caza al sur del Duero», sino de «flexibilizar la norma para evitar la confrontación actual y que se pueda llevar a cabo una gestión que no suponga un riesgo político y personal para los responsables de la Junta». «No puede ser que actualmente para hacer control tengan que ir a declarar ante un juez, se tiene que corregir esa situación», resumió, para indicar que en unos días trabajarán en un documento para que se tengan en cuenta sus propuestas cuando España acuda a negociar a Bruselas.

Por su parte, el responsable de Medio Ambiente de UCCL y presiden de la Unión de Campesinos de Ávila, Jesús Muñoz, consideró «positivo» que la UE «por fin reconozca los graves quebrantos económicos» que provoca en la Comunidad y especialmente al sur del Duero el lobo. Aclaró en este sentido que «se contempla la posibilidad de poder sacrificar algún lobo» en la zona protegida, una «situación nueva que pude ser positiva», dijo. «Soy optimista», resumió.

Con todo, insistió en que «lo ideal sería que cambiara el estatus al sur del Duero y que fuese especie cinegética; pero entendemos que eso es prácticamente imposible», concluyó.

Los ataques del lobo en Castilla y León se multiplicaron por cuatro en los últimos ocho años y pasaron de los 446 de 2008 a los 1.882 en 2016, cuando estos cánidos acabaron con 3.355 cabezas de ganado. Unas cifras que hoy aportó el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, a las organizaciones profesionales agrarias de la Comunidad, Asaja, la Unión de Campesinos de Castilla y león (UCCL) y La Alianza UPA-COAG, que tacharon los datos de «escándalo».

El encuentro sirvió para analizar un comunicado de la Comisión Europea del pasado 27 de abril, dirigido al Parlamento, Consejo, Comité Económico y Social y Comité de las Regiones, titulado ´Plan de Acción en pro de la naturaleza, las personas y la economía´ para modificar la directiva de hábitat y abrir la posibilidad de flexibilizar los mecanismos de control de las poblaciones de lobos al sur del Duero. Junta y opas acordaron una nueva reunión a mediados de este mes de mayo para realizar aportaciones al texto, que en principio valoraron de forma positiva, aunque insistieron en que «lo ideal hubiera sido cambiar el estatus del lobo a especie cinegética como en el norte del Duero».

Las cifras que hoy facilitó el consejero reflejan que la mayor parte de los ataques el año pasado se registraron en Ávila, 811 con 931 cabezas de ganado abatidas. Asimismo, en Segovia se produjeron 240, con 473 animales afectados; en Zamora 197 con 754 reses dañadas; en León 194 con 326 bajas, y en Salamanca, 183, con 438 cabezas muertas. Además, en Palencia los lobos protagonizaron 180 ataques a 215 cabezas de ganado; en Burgos 61 sobre 187 animales; en Valladolid 12 con 25 cabezas muertas; y en Soria cuatro con seis.

El consejero relató que en los cuatro primeros meses del año, en relación al ejercicio anterior, mermaron considerablemente los ataques en Salamanca, 56 frente a 110 el año anterior; y en Zamora sur, once frente a 33; mientras que se elevaron en Ávila, 273 en 2017 cuando el año pasado sumaron 261; y sobre todo, en Segovia, 102 frente a 72 del año 2016.

El titular de Medio Ambiente también precisó a las opas que durante el año pasado, se programó un cupo de caza al norte del Duero para esta especie de 140 ejemplares, y sólo se abatieron 91, es decir, el 65 por ciento, una situación que fue muy criticada por las organizaciones agrarias porque cada vez hay más lobos y no se abaten los previstos ni en la zona cinegética.

El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, constató que «ante esta situación, cualquier cosa que se haga para intentar controlar el lobo y que los ganaderos no pierdan está más que justificada». Dujo expuso que en la reunión se recordó que el seguro frente a los ataques que arrancó en mayo del año pasado está funcionado bien, y los ganaderos cobran de media a los 23 días. Sin embargo, incidió en que el ganadero lo que quiere es que no haya ataques.

En cuanto a la comunicación de la Comisión Europea indicó que lo estudiarán y presentarán sus alegaciones para «poner su grano de arena» al respecto. «Queremos dotar de un mecanismos a la Consejería de Medio Ambiente para que pueda actuar conforme a unos informes técnicos y de sentido común para dar batidas de lobos que provocan daños al sur del Duero y están echando a los ganaderos». Aseveró que es preciso que la junta cuente con este «paraguas» para no estar bajo sospecha siempre que tenga necesidad de abatir un animal. En resumen, «tener más capacidad de acción para control y bajar los daños del lobo».

Dujo también informó de que durante el encuentro se analizó el impacto de la fauna salvaje en general sobre el campo, en materia económica, sanitaria o vial, y anunció a Ical, que la semana que viene mantendrán otra reunión para intentar mejorar las condiciones de la caza mayor en la Comunidad, para reducir sus poblaciones. Y es que, «Castilla y León tiene más lobos y animales salvajes de los que puede aguantar y soportar», sentenció.

El coordinador de La Alianza, Aurelio González, incidió en que estos datos son una «barbaridad», unas cifras escandalosas que responden, dijo, a una población de 1.800 lobos, que podría ser mayor porque todos no están localizados. El responsable de UPA advirtió de que la población actual de lobos es «muy difícil de soportar» y es preciso que tanto la Administración nacional como la europea «tengan claro que es precio controlar las especies y que haya un equilibrio en relación con el territorio porque si se rompe se acaba echando a los ganaderos».

González dio la bienvenida al paso dado desde Europa y aclaró que «nadie esta hablando de caza al sur del Duero», sino de «flexibilizar la norma para evitar la confrontación actual y que se pueda llevar a cabo una gestión que no suponga un riesgo político y personal para los responsables de la Junta». «No puede ser que actualmente para hacer control tengan que ir a declarar ante un juez, se tiene que corregir esa situación», resumió, para indicar que en unos días trabajarán en un documento para que se tengan en cuenta sus propuestas cuando España acuda a negociar a Bruselas.

Por su parte, el responsable de Medio Ambiente de UCCL y presiden de la Unión de Campesinos de Ávila, Jesús Muñoz, consideró «positivo» que la UE «por fin reconozca los graves quebrantos económicos» que provoca en la Comunidad y especialmente al sur del Duero el lobo. Aclaró en este sentido que «se contempla la posibilidad de poder sacrificar algún lobo» en la zona protegida, una «situación nueva que pude ser positiva», dijo. «Soy optimista», resumió.

Con todo, insistió en que «lo ideal sería que cambiara el estatus al sur del Duero y que fuese especie cinegética; pero entendemos que eso es prácticamente imposible», concluyó.

Informa laopiniondezamora.es


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