Las invasión de culebras en las Islas Pitiusas se controlará gracias a los cazadores

El control se realiza gracias al convenio entre la Delegación ibicenca de la Federación de Caza de Baleares y la Consejería de Agricultura.

Se distribuirán cerca de 400 trampas por varios municipios para controlar la invasión de culebras de herradura y de escalera.

La delegación pitiusa de la Federación de Caza de Baleares no podía haber elegido mejor fecha para iniciar su segunda campaña contra la invasión de serpientes: el próximo lunes 23 de abril, día de san Jorge, el matadragones. Dada la proliferación en la isla de culebras de herradura (Hemorrhois hippocrepis) y de escalera (Rhinechis scalaris), los cazadores han decidido este año adelantar dos meses la captura de esos reptiles, que en 2017 se inició en junio, según explicó ayer el delegado de la federación en las Pitiusas, David Tur Tur.

Mediante un convenio renovado con la Dirección insular de Agricultura, Caza y Pesca del Consejo de Ibiza, este año volverán a contratar a un controlador de serpientes. Será de nuevo Alejandro Macías, que hará las veces de guarda rural. De hecho, Macías ha recibido durante las últimas semanas un curso intensivo para obtener este título. El convenio tiene una cuantía de 18.000 euros y permitirá que el controlador capture reptiles durante nueve meses.

Desde el lunes, Alejandro Macías distribuirá por Es Figueral (donde la presencia de culebras es mayor), Sant Carles, Santa Eulària y Sant Llorenç unas 150 jaulas diseñadas para atrapar a esos animales con cebo vivo (ratones). De momento, la federación cuenta con medio centenar (que guardan en un garaje), pero han solicitado un centenar más al Consejo. David Tur calcula que entre las suyas y las de los particulares, vigilarán unas 350 trampas durante esta campaña.

Vicent Tur, director insular de Agricultura, Caza y Pesca del Consejo, explicó ayer a esta redacción que han encargado a un carpintero 200 nuevas jaulas, que este año no sólo serán repartidas en la Cooperativa agrícola de Santa Eulària, sino también en la de Sant Antoni, que se ha sumado a esta iniciativa. En principio, de esa partida provendrán el centenar de jaulas solicitadas por los cazadores: «Y si hacen falta más, se construirán», afirma Vicent Tur. El dinero destinado a estas trampas asciende a unos 10.000 euros, que forman parte del convenio global con los cazadores.

Según Tur, otra de las novedades de este año es que el Cofib (Consorcio de Recuperación de la Fauna de Balears, dependiente del Servicio de Protección de Especies de la consejería balear de Medio Ambiente) destinará este año a tres técnicos (uno de ellos como coordinador) para la captura de serpientes en las Pitiusas. Además, los cazadores quieren ponerse de acuerdo con el Cofib para repartirse las zonas, de manera que no actúen en el mismo lugar ni se molesten, según explica Alejandro Macías: «Es para no pisarnos», señala.

David Tur confirma que «en la caza, de momento, no ha afectado» la proliferación de culebras: «No hemos visto que se comieran ninguna perdiz o conejo. ¿Pero qué ocurrirá cuando acaben con los ratones o las lagartijas? Algo tendrán que comer, gazapos, perdigones…». El delegado de los cazadores considera que «el mayor problema lo crea la propia Administración, pues no regula la entrada de plantas, como los olivos, ni de balas de paja (donde van los huevos de las culebras) en la isla a través del puerto. Si todo eso no se regula, tendremos un problema. Se eliminan, pero siguen entrando». Lo curioso es que zonas como Sant Josep o Sant Antoni (donde el año pasado sólo se avisó del hallazgo de pieles de una muda) se han librado, de momento, de la presencia masiva de esos reptiles, concentrada en el norte.

Informa José Miguel L. Romero para diariodeibiza.es