Las caza de cabras mallorquinas «seguirá siendo necesario» dentro de los refugios de caza

El Consell de Mallorca ha confirmado que población de cabra mallorquina salvaje se seguirá controlando mediante la caza dentro de los refugios de caza declarados recientemente en todas las fincas públicas.

El Consell de Mallorca ha aclarado este miércoles que la declaración de refugio de fauna en cinco fincas públicas «no modifica la realidad cinegética» dado que el control de cabras «seguirá siendo necesario y adecuado dentro del refugio de fauna» con la participación de las entidades de caza.

Así lo ha indicado la institución insular en una nota de prensa en la que apunta que estas fincas ya eran espacios de caza controlada pero no había actividad cinegética de ninguna modalidad. «Nos podemos remontar a las legislaturas que se quiera, sin encontrar ningún aprovechamiento cinegético autorizado», han enfatizado desde el Consell.

Según han precisado, únicamente el control de las poblaciones de cabras ha sido una actividad recurrente porque pueden dañar la vegetación y las infraestructuras de las fincas y refugios públicos.

«El trabajo realizado hasta ahora, sin accidentes ni incidentes, y sin coste público por el carácter de voluntariado indicado, ha sido totalmente compatible con el resto de usos de la finca, y así seguirá siendo», recalcan.

De este modo, el Consell ha mantenido que el control de cabras «se seguirá desarrollando con total normalidad».

La institución insular ha asegurado que en todas las fincas públicas se ha gestionado «cuidadosamente» la presencia de cabra salvaje mallorquina, una «variedad única y exclusiva de Mallorca por su valor genético y como trofeo de caza».

El control de cabras en las fincas públicas del Consell de Mallorca lo desarrolla el personal especializado del Servicio de Caza, conjuntamente con voluntarios de entidades del sector como la ACAM (Asociación de Caza Mayor y Conservación de la Cabra Mallorquina), la Asociación de Cazadores de Cabritos con Perros y Lazo y Arqueros de Mallorca.

La finca de Son Fortuny contaba con una pequeña población de cabra salvaje mallorquina que hizo posible otorgar el Certificado de Calidad de Caza Mayor. Además, el Consell ha apuntado que en Son Fortuny no se ha realizado nunca caza comercial, pero sí actividades de divulgación del modelo de caza y gestión sostenible del trofeo del chivo balear, desde la vertiente de la dinamización del turismo cinegético ambientalmente sostenible, que se ha convertido muy importante para ciertas fincas de la Sierra de Tramontana.

El Departamento de Desarrollo Local del Consell se ha mostrado «comprometido» con el sector cinegético y los elementos patrimoniales ligados a la caza, que considera «importantes» para «la gestión del medio y para la identidad cultural» de Mallorca. Así, ha recalcado que trabaja en «acciones de dinamización y puesta en valor del potencial de estos sectores extraurbanos» y a la vez en «potenciar la conservación del medio ambiente».

El Departamento de Desarrollo Local ha aprobado ya dos resoluciones anuales de vedas, la de la temporada 2016/2017 y la actual 2017/2018. En la actualidad hay más de 25.000 licencias vigentes y más de 1.500 cotos de caza en Mallorca, lo que junto con otros terrenos cinegéticos supone el 85 por ciento de la superficie de la isla.

Informa 20minutos.es