La suma de interrogantes sobre la invernada de las tórtolas en el Sahel

Una tórtola común capturada con red durante un estudio de la especie / DPS Cazaworld

Al desconocimiento sobre lo que ocurre en la invernada de las tórtolas se suma el que estas aves pasen sus inviernos en una de las zonas más peligrosas del mundo.

Abdurahaman Ademu, jefe de un poblado hausa, le contaba al periodista Paul Salopek –para el reportaje Perdidos en el Sahel, publicado en National Geographic en 2008– que la sombra de la acacia albida había favorecido las cosechas de mijo y sorgo en su entorno nigerino. El gao, como se llama en zarma a la Faidherbia albida, se había arrasado por este pueblo para vender la madera y comprar comida hasta que alguien comprobó que la recolección era más abundante debajo de los árboles supervivientes. Dejaron de talar las acacias y así, de la mano de algunos de los agricultores más pobres del mundo, amplias zonas del Sahel comenzaron a regenerar su vegetación en una zona muy sensible a los cambios de precipitaciones y que ha sufrido la mayor sequía de la historia del continente africano entre finales de los años 60 y hasta los 80. No obstante, el incremento de lluvias registrado desde la gran sequía está favoreciendo este despertar verde.

Esta franja subsahariana es la elegida por la tórtola europea para pasar su invernada. En concreto, los datos recogidos por el equipo del que forma parte Cyril Eraud [de la Office National de la Chasse et de la Faune Sauvage (ONCFS)] demuestran que las aves se concentran en el delta interior del Níger, el oeste de Mali y su frontera con Mauritania. Algunos ejemplares invernan en el norte de Guinea, el noroeste de Burkina Faso y Costa de Marfil. La transformación en el uso de las tierras, la deforestación para la obtención de carbón vegetal y prácticas agrícolas como el sobrepastoreo son factores que según Eraud podrían tener un impacto negativo en las poblaciones. No obstante, señala: «Uno de nuestros recientes trabajos considera que la calidad del hábitat y los recursos de alimento en las zonas de invernada podrían tener un impacto significativo en la tasa de supervivencia de adultos. Sobre la base de un estudio de captura-recaptura, encontramos que la tasa de supervivencia estaba relacionada positivamente con la cantidad de semillas de cereales (sorgo, arroz, mijo) producidas en el oeste africano».

La invernada de la tórtola europea es un capítulo con preguntas no resueltas sobre la bilogía de la especie. Ahora, gracias a la información obtenida de los marcajes con emisores satélite y GLS (Global Locating System) de algunos individuos, se resuelven algunas incógnitas. Se sabe que no permanecen durante el invierno en una zona sino que se desplazan centenares de kilómetros al este, siempre dentro del marco de esta franja subsahariana: allí donde confluyen los vientos alisios de ambos hemisferios. Eraud matiza, no obstante, que las ubicaciones proporcionadas por geolocalizadores (GLS) «son bastante inexactas», alcanzando errores de varios cientos de kilómetros, lo cual explicaría la «aparente» enorme área de invernada de los ejemplares. «El análisis reciente realizado por mi colega Hervé Lormée y basado en el seguimiento por satélite sugiere una área de invernada más restringida. Sin embargo, el hecho de que algunas tórtolas no pasaran todo el período de invernada en un solo lugar, sino que experimentaran un claro desplazamiento hacia el este de varios cientos de kilómetros (según datos de los GLS), es confirmado por el seguimiento por satélite», señala el ingeniero de la ONCFS.

En muchos lugares del Sahel está aumentando la vegetación de forma progresiva. Pudiera explicarse por las palabras del jefe Ademu, pero los ecólogos, cuenta Paul Salopek, «no se ponen de acuerdo». Años sucesivos de guerras que hayan despoblado campos o el calentamiento global que potencie las lluvias en áreas del África septentrional, el hecho es que la renovación vegetal se amplía en el territorio que la tórtola europea utiliza para invernar. Un escenario en el que, sin embargo, «las personas más pobres, desamparadas y olvidadas del mundo se aferran tenazmente a la vida», escribía Salopek, que acaba de emprender un viaje por el mundo de siete años a pie. Las tórtolas, como él, migrarán anualmente cruzando países de culturas tan distintas buscando cada invierno esa orilla, el Sahel, que «representa el campo de batalla más antiguo de la historia de la humanidad» y donde los factores que perjudican o benefician a la población invernante de tórtola europea son, hasta ahora, ciertamente desconocidos.

Daniel Puerta Serrano

Publicado en Trofeo. Caza y Conservación