La sequía y una plaga destruyen en la Comunidad Valenciana un millón de pinos en dos años

El ataque masivo de los insectos del género «Tomicus« fue una consecuencia más del estrés hídrico provocado por la sequía en los montes valencianos, que se ha confirmado como la verdadera causa de la gran mortandad de pinos registrada en la Comunitat Valenciana entre 2013 y 2015 estimada en un millón de árboles, según cifras facilitadas ayer por la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural. Aunque la mortandad ha ido remitiendo pese a la falta persistente de lluvias, la Generalitat teme un nuevo repunte.

Pinar afectado en la provicia valenciana / Luis Lahuerta

Pinar afectado en la provicia valenciana / Luis Lahuerta

La Generalitat encargó dos estudios al Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) y a la Universidad Politécnica de Madrid para intentar comprender qué había ocurrido. Los trabajos, dados a conocer ayer en el marco de una jornada técnica de Sanidad Forestal, confirman que fue la sequía, «que se manifestó con una intensidad de la que no teníamos registros», la causa de la mortandad registrada.

«Aunque los escarabajos perforadores de la corteza tuvieron una gran importancia en este episodio, jugaron un papel secundario, colonizando árboles débiles, moribundos o ya muertos como consecuencia de la sequía», aseguró Antoni Marzo, director general del Medio Natural y de Evaluación Ambiental y hasta su nombramiento responsable del Centro para la Investigación y Experimentación Forestal de la Generalitat (CIEF).

«La sequía, aunque propia de nuestro entorno, se manifestó con una intensidad de la que no existen antecedentes en 150 años de registros. Probablemente, los pinos halepensis que cubren nuestro territorio y que no suelen superar esa edad, tampoco se habían enfrentado nunca a una sequía así y la consecuencia ha sido un millón de pinos muertos», aseguró.

Entre la primavera de 2013 y la de 2015 la sequía tuvo carácter extremo. En el segundo semestre de 2013 se detectan 3.500 pinos muertos; el siguiente semestre 11.500 y 528.000 al finalizar el 2014.

Escarabajo perforador «Tomicus destruens».

Desde entonces la mortandad se ha reducido pero la sequía no afloja. Puede ser un espejismo, admiten los técnicos, que buscan explicaciones al momentáneo declive, a la razón por la que algunos parajes fueron más castigados que otros y, sobre todo, a la posibilidad de aplicar protocolos que reduzcan el impacto si se repite un episodio similar.

En California ya han perdido 66 millones de pinos por la sequía y el ataque de perforadores que se muestran mucho más agresivos que los detectados en los montes valencianos.

El descenso

«Los pinos mas debilitados o en situación topográfica más desfavorable han caído ya», constata Antoni Marzo como una de las causas posibles del descenso del numero de ejemplares afectados, aunque de persistir la sequía aumentarán los pinares dañados. «También puede haber factores microclimáticos y concentrados en un momento determinado del año, que no llegamos a controlar y que pueden disparar o retrasar la mortandad. Luego está la propia dinámica de las plagas, que siempre tienen un pico y un declive, aunque hay un exceso de población de perforadores que tenemos que controlar», admite el director.

Informa: José Sierra para levante-emv.com