Voces de caza
La orina de lobo puede ser el remedio para evitar accidentes con jabalíes
El ingeniero técnico de Obras Públicas González Vázquez Cobo lo reconoce: «Son auténticos tractores». Desde la Agencia Gallega de Infraestructuras en Lugo se está trabajando para frenar el acceso del jabalí a las carreteras y evitar accidentes. Vallados, señales de aviso y reflectores no han sido métodos disuasorios efectivos, así que ahora trabajan con orina sintética de lobo como repelente y con feromonas de jabalí como atrayente. La clave es obligar a los jabalíes a que atraviesen las vías por los pasos de fauna preparados para ello.
«Nos está sorprendiendo lo que hace el jabalí. No solo rompe las mallas de las vallas, sino también los refuerzos que hemos puesto. Y ves el agujero que hacen y es tremendo. Son animales de 120 kilos con un centro de gravedad muy bajo. Son auténticos tractores». Así define al jabalí Gonzalo Vázquez Cabo, ingeniero técnico de Obras Públicas en la Agencia Gallega de Infraestruturas. Trabaja en el servicio provincial de Lugo y conoce como pocos el comportamiento de este animal y su influencia en los accidentes de tráfico.
¿Qué se puede hacer?
En Lugo nos adelantamos un poco y estamos probando cosas para que cuando se determinen las zonas de más riesgo podamos intervenir y aportar las soluciones que hayan dado resultado.
Una de ellas es el vallado
¿Qué más han probado?
¿Y los reflectores?
Los instalamos el año pasado. Reflejan la luz de los coches hacia el campo para ahuyentar al jabalí. Los pusimos en el corredor y en la carretera paralela, la LU-546. Estamos haciendo pruebas y los primeros datos apuntan a que algo se ha reducido la siniestralidad en esa zona. Puede ser significativo.
Pero lo más novedoso es lo de la orina sintética de lobo como repelente
Llevamos dos o tres meses con los repelentes y atrayentes olfativos. Estamos poniendo orina sintética de lobo donde queremos evitar que pasen los jabalíes. Y en las zonas de los pasos de fauna colocamos unos atrayentes con feromona de jabalí. Queremos que cambien sus rutinas y donde detectamos roturas de mallas echamos el repelente para que se haga una barrera invisible de olor y los jabalíes se vayan desplazando por ella hacia el paso de fauna, donde está la sustancia atrayente. Intentamos que el jabalí coja la rutina de caminar por ahí.
¿Hay resultados?
Es muy pronto para tener resultados. Y nos queda la duda de que el animal en algún momento pueda acostumbrarse.
¿La peor época para el tráfico por la presencia de jabalíes?
Los peores meses son noviembre y diciembre. Los de menos accidentes son julio y agosto.
Informa J. M. Pan para lavozdegalicia.es