La Junta de Andalucía prepara el terreno para el regreso del lobo

Los ganaderos y la Federación Andaluza de Caza se oponen a la reintroducción de ejemplares, mientras que Lobo Marley lo ve necesario para regular las poblaciones de ungulados.

Hace tiempo que no se oyen aullidos pero los lobos están cada vez más cerca. Llevan casi cuarenta años sin dar señales de vida en un territorio que antaño fue suyo. No había rincón en la Sierra de Huelva en el que no se hablara de lobos, era una distracción más. Hasta que lo convirtieron en enemigo público número 1 y su caza, indiscriminada, masiva, rodeada siempre de estragos y leyendas inventadas, acabó con su presencia. Y también con las historias de lobos. Hasta se dejaron de contar cuentos de lobos.

El pueblo serrano, que creció entre aullidos y cuidados para que no te pillara la noche al raso y en solitario, renegó de sus raíces y expulsó al lobo también de su memoria y recuerdos más profundos. Ahora, los programas de recuperación del lobo ibéricopuestos en marcha en España han conseguido devolverlos a algunos territorios que antaño ocuparon y de los que fueron expulsados.

La Junta de Andalucía lleva 15 años preparando el aterrizaje suave de esta especie que tanto espanta a cazadores y organizaciones agro-ganaderas. El Programa de Seguimiento y Conservación del Lobo se inició en 2003 y gracias a él la Consejería de Medio Ambiente andaluza ha podido conocer su distribución en las provincias, obtener datos de su dinámica de población, indemnizar los daños del ganado, reducir los conflictos con la población local y asegurar la supervivencia de la especie, que cuenta con el status de ‘protegida’ desde 1986. El programa de la Junta ha ido consiguiendo mediante la instalación de sistemas para evitar ataques de lobos en fincas que sus presas sean principalmente los ungulados silvestres.

Hasta ahora, los censos realizados han tenido éxito en Córdoba, Jaén y Sevilla, aunque la colonia de la Sierra Norte de Sevilla y la cada vez más cercana presencia del lobo en la Sierra Sur de Badajoz hace que su paso y avistamiento por las sierras onubenses se pueda producir en cualquier momento.

Los lobos andaluces

En Andalucía se reconocen ocho grupos familiares de lobos, según los últimos trabajos alojados en la web de la Consejería, unos 60 ejemplares. Y a partir de 2012, una vez resueltos los problemas con los ganaderos, se hicieron nuevos muestreos para detectar su presencia. Actualmente se trabaja en el II Programa de Recuperación del Lobo en Andalucía, donde están incluidas medidas para paliar las amenazas: cosanguinidad o interferencias de las actividades cinegéticas. Aunque restan la realización de convenios de colaboración con fincas particulares cuyo hábitat es potencialmente idóneo para el lobo.

La Junta cree que la conservación de esta especie pasa por la aceptación de los gestores de los hábitats donde puede vivir. Además, en el marco de la Escuela de Pastores de Andalucía se programan contenidos formativos sobre la relación de la ganadería extensiva con la fauna silvestre y con predadores como el lobo. Según Medio Ambiente, este foro es “idóneo” para establecer alianzas y buscar soluciones comunes en un tema que sigue generando importantes desacuerdos y hostilidades.

De momento, en zonas de paso y hábitats de lobos como la vecina provincia de Badajoz ya se organizan jornadas sobre el lobo ibérico en Extremadura a las que acuden algunos vecinos de la serranía onubense atraídos por el tema. Es un paso más para facilitar el aterrizaje suave de una especie emblemática de nuestros bosques.

Este tipo de encuentros que reúne a partidarios y detractores de la reintroducción del lobo ibérico analiza la coexistencia con los pastores, la opinión de los cazadores, el lobo como elemento dinamizador de los pueblos o vivir con lobos. Un paso más para la aceptación de una especie que está por llegar pero que en realidad nunca se ha ido.

La presencia del lobo es aplaudida por ecologistas y poco querida por las asociaciones agroganaderas, que ponen el grito en el cielo.

De momento, el programa Life El lobo en Andalucía no habla de reintroducir el lobo sino cambiar la forma de pensar de la gente sobre esta especie. Como si la libre circulación de lobos no estuviera permitida.

La Junta cree que la convivencia es posible con acciones preventivas como el uso de perros o el resguardo y cobijo nocturno del ganado. Pero falta tomar una decisión clave: declarar al lobo como especie en peligro de extinción. Así comenzó el lince y ya llega a Portugal, hasta se ha paseado un ejemplar por España entera hasta llegar a Cataluña.

Sin embargo, el lobo no solo tiene que superar alambradas, escopetas y cacerías, algunas propiciadas hasta por decisiones políticas. En su contra existe un ambiente muy hostil.

La Federación se opone

La Federación Andaluza de Caza, en tanto que miembro del Proyecto Life Lobo en Andalucía, ha dejado claro ya su «compromiso con la conservación del patrimonio natural andaluz y, por ende», del lobo, «apostando por la expansión natural de las manadas ya existentes», y en esa línea expresa su «frontal oposición a cualquier medida destinada a la reintroducción» de la especie en la comunidad autónoma, que no ven necesaria.

En paralelo, la organización agraria Asaja considera «una insensatez» del proyecto liderado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para reintroducir el lobo ibérico en las sierras andaluzas, puesto que «el lobo, sin necesidad de programas de apoyo ni de más dinero público mantiene su presencia en las zonas tradicionales, está en expansión en toda la Península, creando graves problemas en todas las zonas ganaderas que recoloniza».

En el otro extremo de la balanza se encuentran las organizaciones ecologistas. No solo la Junta prepara el terreno para que el lobo vuelva a las sierras de Huelva que forman parte de su zona de movimiento histórico y natural que va desde la Sierra Morena onubense hasta Jaén pasando por los bosques del norte de Sevilla y Córdoba.

Los activistas

Desde el grupo activista que más defiende el regreso de esta especie, Lobo Marley, se ha publicado un artículo que ha tenido desde hace algún tiempo una gran repercusión en el mundo naturalista y del turismo rural. En él, se recuerda la desaparición del lobo en los años 80 y considera pues que a nuestra serranía onubense le falta una de sus piezas fundamentales.

Lobo Marley opina que la superpoblación de ungulados que causa estragos en la comarca es insostenible y no se puede dejar al albur de cacerías poco reguladas. Considera que hace falta la figura del lobo para ayudar a conseguir un equilibrio natural. Se reconoce que ha habido ataques de lobos pero advierten que “la mayoría se deben a perros asilvestrados” y denuncian que luego aparece siempre quien aprovecha esta circunstancia.

“Con unas medidas correctas como proporcionar a los pastores perros para que vigilen a las ovejas, cerdos o lo que se tercie, con un sistema de indemnizaciones y de detección de verdaderos o falsos ataques eficaz y con una manera de obrar coherente siempre contando con la opinión de la gente del lugar… todo debería ir bien”, escribe Lobo Marley.

Y da ideas de cómo afrontar la realidad que tarde o temprano llegará: “En nuestro país hay medidas recientes como incluir en los rebaños una burra, animal que resulta muy eficaz, aparte de indemnizaciones y la propia responsabilidad del ganadero que siempre ha de recoger de noche sus cabezas de ganado. La gente debe saber que existe un sistema regulado que cubre los posibles daños ocasionados por lobos y deben presionar para que se cumpla justamente”.

En su artículo también se aborda la oportunidad que se abre para estas comarcas onubenses que se van quedando poco a poco despobladas y donde apenas se generan recursos. Por eso aconseja apostar por el lobo: “En nuestro país justo en la zona con más lobos se ha tomado una medida que marcará el futuro mostrando una visión excepcional. En vez de matar lobos, en Sanabria están creando un centro del lobo y basarán en cierta medida el desarrollo de la zona en el turismo rural basado en el lobo, con excursiones y museos. No lo olvidéis, el lobo atrae a la vez que aterroriza, tenemos una relación prehistórica con este animal, a nuestra sierra le falta el lobo, es el animal emblemático que atraería excursionistas y turistas, bien visto podría ser otra fuente de ingresos, el lobo sería para la sierra (de Huelva) varias puertas que se abren, no un problema letal”. “Lanzo desde aquí a los vecinos de la sierra esta invitación a que reflexionen sobre el tema, el lobo es necesario, no debe producir temor su reintroducción natural o mediante la ayuda de las administraciones, ha de ser visto como un elemento histórico de estos montes al que hemos expulsado en los últimos veinticinco años pero que ha de volver”, concluye Lobo Marley en un artículo que también fue transmitido desde la revista Entorno Natural.

Informa Rafael Moreno para diariodehuelva.es