La Guardia Civil desmantela un taller de taxidermia y decomisa especies protegidas

La Guardia Civil de Valladolid ha desmantelado un taller de taxidermia en el que se han encontrado cadáveres o animales naturalizados de especies protegidas como la lechuza campestre, el búho chico o el abejaruco. El taxidermista, vecino de Íscar, ha sido investigado por delitos de Tráfico de Especies Protegidas y de los relativos a la Protección de la Fauna. Los especímenes internevidos han sido entregados al Centro de Recuperación de animales Silvestres de Valladolid para que sean identificados y se les realice la necropsia.

La Guardia Civil de Valladolid, Seprona, ha desmantelado un taller de taxidermia, regentado por un vecino de Íscar, se ha procedido al decomiso de un centenar de cadáveres y/o partes naturalizados o congelados de especies de fauna silvestres, aves rapaces diurnas y nocturnas, como el milano negro, gavilán común, lechuza campestre, búho chico, lechuza común, mochuelo común, aves como el abejaruco común, carbonero carrapinos, verdecillo, jilgueros, mamíferos como el tejón común, liebre ibérica, conejo, ejemplares de caza mayor de cérvidos como ciervo, corzo, bóvidos como el muflón, suidos como el jabalí salvaje, etc.

Los especímenes intervenidos han sido entregados al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de la Fundación Patrimonio Natural dependiente de la Junta de Castilla y León de Valladolid, para identificación y necropsia.

El taxidermista ha sido investigado como supuesto autor de delitos de Tráfico de Especies Protegidas y de los relativos a la Protección de la Fauna, instruyendo el correspondiente atestado que fue remitido al Juzgado de Guardia de Valladolid y Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo de la Audiencia Provincial de Valladolid.

La Ley 4/2015, de 24 de marzo, del Patrimonio Natural de Castilla y León y el Real Decreto 1528/2012, de 8 de noviembre, por el que se establecen las normas aplicables a los subproductos animales y los productos derivados no destinados al consumo humano, regula las condiciones exigibles para la práctica de la taxidermia que requiere autorización y registro previo, para los operadores que manipulen o generan material para la elaboración de trofeos de caza para uso público y comercial, debiendo entregar a gestores autorizados los subproductos de origen animal no destinados al consumo humano (Sandach). La Ley autonómica contempla la creación de un Registro de Talleres de Taxidermia de Castilla y León y la obligación por los titulares de llevar un libro de registro en el que consten los datos de procedencia de los animales que sean objeto de preparación.

También la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, tipifica como infracciones administrativas la destrucción, muerte, deterioro, recolección, posesión, comercio o intercambio, captura y oferta con fines de venta o intercambio o naturalización no autorizada de especies y restos de fauna incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, que no estén catalogadas, por este motivo, se han formulado las correspondientes infracciones, remitidas a los órganos competentes.

Informa elnortedecastilla.es